La eternidad del caos, ese abismo mágico por el que todos hemos pasado alguna vez, en donde cuesta entender que somos especiales y merecedores de todo lo bueno de la vida.
Secuelas de lo incontrolable, a primera vista casi indetectable; pero en el fondo, nos sentimos como dentro de un agujero negro, callendo, sin parar, ciegos, sordos y mudos.
¿Por qué mudos? Porque callamos. Callamos nuestro sentir, no podemos gritar, nonono....
¿Por qué no podemos? Porque eso está mal, el estar mal ... está mal; las personas a nuestro alrededor se darían cuenta, y no queremos estorbar más o preocuparlas con otro problema.
Adentro de este pozo oscuro, pretendo convencerme de que aquí es seguro, tal vez así, sea más sano mi existir.
¿No entendiste todavía? Es que mi corazón quiere hablar, pero mi mente no lo deja, entonces comienza esta conversación en mi cabeza, que parece no tener final.
Seguir fingiendo, seguir actuando, seguir en soledad, pero sale todo mal, yo me pregunto ¿Hasta cuándo? Porque presiento que la bomba esta a punto de estallar.
Son demasiados años, demasiadas letras, demasiados libros, demasiadas cervezas, demasiado de todo y tan poco de todo a la vez.
Son demasiadas las capaz protectoras que le impuse a este pobre corazón, que quiere explotar en llamas de ardientes sentimientos, pero se queda sin éxito; sin poder salir a la luz frenados por esa coraza de profundo hielo.
El día está lloviendo pero; aquí, dentro mío, está nevando. A veces me pregunto si estaré soñando, porque no sé cómo manejarlo, mirando a través de la ventana me doy cuenta, que me persigue la sombra del ayer.
Sé tu propio héroe me dijeron,
como si fuese tan fácil...
Si soy mi propio héroe,
¿No seré también mi propio villano?
Pues creo que así es, tu propia mente puede ser tu mejor amiga o tu enemiga letal.
Pero ¿Cómo puedo cambiar esto?
Pues, tal vez, aquella bomba tenga que estallar, estallar para expresar, estallar para curar, estallar para sanar.
Y luego, la calma, calma lejana que se acerca con cada latido.
Ya no corre el viento, ahora todo está quieto; ese es mi secreto, que hoy te quiero contar.
Mi mensaje es poder sanar las heridas del pasado y hasta todo mi clan. Porque cada ser es esencial, y para poder devolverle el brillo, es necesario abrir todas las puertas, y mirar a la vida con ojos de cielo.
Estamos bajo un mismo sol,
en horas de silencio,
prestale atención a tu intuición,
porque después del naufragio lo sabrás, resuenan melodías, aquellas que ayer dolían, cortalas como a una rama de canela aunque te pases la noche en vela, hacerlo es un tesoro que valdrá la pena.
~ Todo lo que necesito ya existe en mi ~
