8 de Mayo de 2021
6:57pmLa tarde había caído con agilidad y el rubio se encontraba en su cama dando suaves vueltas en ésta misma, el suave sonido de la lluvia lo ayudaba a estar tranquilo y al mismo tiempo lo tenía totalmente nervioso, Soobin seguía fuera de casa y aún no llegaba. Debía admitir que tenía miedo, el pelinegro podía tener un accidente.
Intentó alejar esos raros y feos pensamientos de su cabeza y una extraña tensión se apoderó de su cuerpo con rapidez, su vista chocó con la ventana de la habitación y solo podía verse un vecindario apagado, la lluvia mojando el suelo y una pesada aura alrededor de la situación.
Los minutos seguían pasando y el no podía evitar sentirse agobiado y observado; soltó un suave suspiro y decidió levantarse para esperar a Soobin en la sala de estar, simplemente no quería seguir en la habitación recostado. Antes de salir cerró la cortina y dejó prendida la luz de su cómoda y cálida habitación.
Al salir de ésta misma se dirigió a las horribles escaleras de madera de su hogar; era una de sus cosas menos favoritas en ella, aquellas hacían un espantoso sonido al tener peso sobre ellas. Tomó el barandal entre sus manos y comenzó su viaje hacía el primer y por ahora vacío piso.
Cada escalón soltaba un sonido peor que el anterior, al llegar a la sala, simplemente soltó un ligero suspiro de satisfacción; dejar de escuchar ese irritante ruido, era como la mismísima gloria. Se dirigió hacia la sala y antes de poder tomar asiento el timbre lo hizo girarse a mirar la puerta.
Sus ojos brillaron al pensar que sería Soobin y salió disparado hacía la puerta tal y como los rayos que iluminaban el cielo cada cierto tiempo en aquella fría noche, al llegar se fijo por el pequeño espacio de vidrio de la fría puerta de madera y logró ver a un chico pelinegro y pálido, ese definitivamente no era su Soobin.
Dudo un poco sobre abrir la puerta y debatió un poco consigo mismo antes de tomar alguna decisión; finalmente miró aquel maletín oscuro que portaba aquél chico y la curiosidad se lo comió. Su mano se acercó a la manija y abrió lentamente la puerta, sus miradas se chocaron y escuchó al misterioso chico hablar.
— Disculpe, ¿se encuentra Choi Soobin?, me dijeron que vivía aquí y necesito hablar con él, soy Kim Jiwoong, ¡Mucho gusto! — El lindo pelinegro se presentó y Huening Kai lo observó algunos segundos, el feo ambiente de afuera le daba algo de miedo y curiosidad sí era sincero consigo mismo.
— Uh, soy Huening Kai, pareja de Soobin. — Mencionó con desconfianza y brevemente el rubio. — igualmente un gusto, Soobin no tarda en llegar, ¿Gusta pasar a esperarlo? — El rubio no parecía tener ninguna mala intención en el rostro contrario, le dedico una tierna sonrisa y finalmente se hizo a un lado.
Jiwoong no tardo absolutamente nada en aceptar la invitación de Kai y entró a la linda casa, se dirigió a la sala de estar y se sentó con cuidado, su lindo y algo mojado maletín fue colocado en sus piernas.
Huening Kai observó con curiosidad el maletín, al terminar de observar los rasgos de éste mismo y además interesante maletín; logró notar que en la esquina inferior de éste mismo había algo tallado, parecía ser una sonrisa.
":)".
Kai simplemente le resto importancia al escalofriante y extrañó bordado del maletín. Acabó por desvíar su mirada a la ventana, misma que se iluminó ligeramente ante la llegada del auto de Soobin. Su rostro se iluminó rápidamente y se levantó para abrirle, Jiwoong estaba algo serio y aferraba sus dedos a la esquina del maletín, el intentaba cubrir el logotipo.
Kai se levantó con cautela y se acercó con rapidez a la puerta, la abrió rápidamente y miró a su lindo novio salir del auto, al tenerlo cerca; sin duda alguna llevó sus manos hacia el rostro de Soobin y le planto un ágil y tierno beso en los labios, tomó su mano de Soobin y le susurró unas pequeñas palabras al oído, entraron juntos a la casa y Soobin sin dudarlo fue hasta el tranquilo y elegante chico que se encontraba en la sala de su hogar.
— Vino alguien a buscarte, lleva unos cinco minutos aquí, voy a estar en la cocina, espero no sea nada malo. — La palabras de Kai resonaban lentamente en su mente, ahí miró a Kim Jiwoong, el mismísimo magnate de la empresa de publicidad más grande de toda Corea; simplemente no podía creerlo.
El pelinegro rápidamente hizo una reverencia ante el joven y exitoso empresario, Jiwoong sonrió al verlo y se acercó a él — Finalmente te encuentro conejito, no sabes cuánto tiempo llevo buscándote Choi, haz sido una persona difícil de contactar.
El apodo entregado a Soobin fue totalmente desconcertante, algo confundido y nervioso acercó su mano para estrecharla con Jiwoong, éste mismo le dedico una gran y brillante sonrisa — Se que tú hiciste solo el último proyecto de tú empresa, misma que no te dio créditos ni ganancias ante ello.
— Déjame decirte que me interesas desde tú tesis en la universidad, fue algo magnífica, pero esperaba algo de ti, un proyecto impresionante, como el último que presentaron sin ti.
— Estoy buscando un nuevo publicista en mi equipo, alguien tan brillante como tú. Intenté buscarte y simplemente encontré que trabajabas en esa empresucha de segunda mano, dónde no te valoran.
— Tú trabajo es impecable y se que haz participado en las últimas nueve campañas de esa agencia, estás acreditado como reemplazo en dos de ellas, pero si escarvas un poco; logras encontrar tú nombre en todas, no en gran medida o com muchos créditos, pero sí en el sello de exportación y creación, eres un supervisor fantasma.
— Eres un genio y se que tú contrato se acaba en dos semanas, obviamente buscarán contratarte nuevamente, pero mira conejito, te tengo una oferta y un mejor contrato.
— No necesitas pensar mucho para darte cuenta que somos una mejor opción que ellos. Deberías dejar a equipo de cuarta, deberías ponerte a un mejor nivel, soy tú mejor opción Choi, además tu rostro es muy lindo y llamativo a la vista, me sirve perfectamente para presentar una campaña exitosa a las celebridades y socios.
— ¿Haz escuchado de IU?, somos su equipo de marketing y creo que tú podrías tener una buena idea para su nuevo comeback y estrategia de marketing, piénsalo conejito, mi número está en los documentos y el contrato también, puedes revisar absolutamente todo, tiempo tienes para revisar.
— Cuídate y no pierdas tú electricidad.
Jiwoong se levantó con una pequeña y Soobin tenía los ojos totalmente brillosos, Kai casi escupe el jugo de manzana que estaba bebiendo desde la cocina. Soobin le sonrió a Jiwoong y éste mismo se fue, la lluvia parecía haber cesado afuera, ahora solo estaba la oscura y fría noche.
Aquella que se volvería cálida y suave más tarde.
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Illusion - Sookai
Short StoryLa felicidad es cómo una ilusión, corta y veloz, es un momento fugaz que nos alegra el día o posiblemente toda la vida. Choi Soobin está encerrado en la ilusión de su pasado y no logra entender que vive en el ahora y no en el antes. ¿Cuántas cosas n...