Único

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La Universidad, la tan famosa y agradable Universidad. Donde puedes estudiar tu carrera soñada sin ningún tipo de presión por los profesor, donde puedes hacer grandes y mejores amigos, donde todos son unos Santos que no causan chismes cada 5 minutos y no guardan secretos.

Mentira!!

Nadie en la Universidad es un Santo, el único Santo con ningún secreto era mi gran amigo pero como ven mis ojos verdosos un estúpido profesor español se lo estaba comiendo y no sólo con la mirada.

Hice una tos fingida e hice un toque en la gran puerta de madera para que se dieran cuenta de mi presencia, esta bien que sea invisible para todos pero tampoco se aprovechen tanto por favor.

Soy joven todavía como para que mis ojos de niño inocente vean tremenda reproducción, y peor si es por parte de Charles. Ugh, maldito, me añadio un nuevo trauma

Ignore el susto de los dos hormonales y me fui a mi asiento de hasta adelante que estaba a lado de la mochila de Don Perceval hormonal, que que buen apodo ahora que lo pienso.

Me senté empezando a sacar la computadora, mi libreta, unas dos o tres plumas y una libreta que tenia más de 150 hojas. La campana suena dando a entender que la ultima clase ya estaba por empezar.

Mire a mi lado derecho viendo a Charles sentándose aún lado mio con pena y vergüenza, por lo menos sabe lo que vieron mis ojos.

─Lo siento
─Se disculpó poniendo su manos escondidas en su entrepierna.

Yo alce una ceja y luego mire al profesor de español quien estaba de espalda escribiendo algo en el pizarrón con el gis, suspire con un poco de burla y lo volví a mirar.

─Ya van 17 veces y 19 traumas Charles Marc Hervé Perceval Hamilton Pérez.

─Hay Por favor ¿cuántos traumas me tienes tú?
─Me interroga en forma de queja.

─¿Disculpa? ¿Traumas yo darle al hijo de un gran modelo? no gracias no soy de esos que trauman a sus amigos, así que no me vengas levantando falsos Don Perceval Hormonal.

Sus ojos se abrieron bastante poniéndolos en blanco al escucharme hablarle con el nuevo apodo, escuche su suspiro y luego el cerrar de la puerta del salón.

La clase ya iba adar inicio.

─Prefiero ese apodo que el otro.

─Osea que dejó el de Don Perceval Hormonal aún lado y regresó al de Don Hervé mete dildos en casas de amigos?
─Le sonreí con malicia al ver una gran molestia en su voz.

Otro suspiro salió de sus labios inchados los cuales supuse que estaban así por el gran besote que se habia dado con el Profesor Carlos hace uno segundos, ya que en la mañana que lo ví se estaba poniendo su bálsamo pues según Charls los tenía muy secos.

Pobre de la esposa del profesor Carlos cuando se entere que su esposo se está cojiendo a un alumno suyo de tan solo 19 años, pero quien soy para culparlo y decirle que se metio con un hijo de papi?

Hablando del estúpido padre de Charles.

─Dejando mis burlas y apodos ¿Qué tal va el divorcio de tus padres?

─Pues maso, o eso quiero creer, el día de las firmas Lewis llevó a alguien más y se volvió a casar nuevamente despues de firmar el divorcio.

─A la verga y ¿cómo está tu padre?

─Ni yo se, solo se que en las noches se mete a su clóset a llorar.

─Oh.
─Siempre ma cayó mal el Señor Hamilton. Sergio se merece alguien mejor, alguien como yo.

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⏰ Última actualización: Sep 25 ⏰

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