PRÓLOGO

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¿Quién decía que crecer era sencillo? No creo que lo dijera nadie e, igualmente, ella podía confirmarlo

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¿Quién decía que crecer era sencillo? No creo que lo dijera nadie e, igualmente, ella podía confirmarlo.  Jennie siempre había sido una niña estudiosa y talentosa en la mayoría de cosas. En la mayoría... menos en el amor. 

Desde Jeon Jungkook, aquel chico con el que salió (por menos de un año), todos sus demás intentos de relaciones habían acabado igual de estrepitosamente mal. ¿Quizás tenía algún tipo de maleficio que le impedía tener una historia de amor duradera? Parecía casi ridículo, como si se halláse en una mala comedia. ¡Su última pareja hasta le había dejado porque necesitaba todo su tiempo para jugar a videojuegos y la consideraba un estorbo! Definitivamente, debía tener una maldición. 

A sus 25 años, Jennie Kim estaba soltera, estresada por un trabajo que apenas le permitía pagar su apartamento y viviendo a base de cafeína el 90% de las veces. ¿Y podría ir peor?

Oh, claro que podía, porque parece desde hace muchos años atrás que su suerte solo la hacía caer en picado.  Como gota que colma el vaso, se hallaba ahora paralizada, el pastel derramado en el suelo y en la camisa de aspecto costoso de la chica frente a ella, quien parecía haber caído en el delirio, lanzándole más maldiciones de las que ya tenía. Bueno, al menos no surgiría mucho efecto. Pero no, no era la catástrofe a manos de su propia torpeza lo que la había dejado embobada, sino que, con un delicado pañuelo bordado de fresas, la acompañante de la loca gritona, la limpiaba con una dulzura casi matrimonial. Y ellas dos realmente parecían estar casadas, la cosa es... 

— Oh, ¿Jennie? ¿Eres tú, verdad? Me alegro mucho de volver a verte —dijo aquella mujer trajeada; aquel porte le hacía parecer alguien completamente distinta a lo que recordaba. 

— ... ¿Lisa? —la nombrada le sonrió de la forma más deslumbrante imaginable. 

En ese mismo momento, todo parecía completamente un sueño. Ocho años después, frente a ella se hallaba una Lalisa Manoban, elegante de pies a cabeza, inalcanzanble pareciése por igual manera. Y en su dedo, un anillo caro deslumbraba. 

¿¡Lalisa Manoban estaba casada?! 

Bien desconocía Jennie que ese dato sería la fuente de sus nuevos problemas de ahora en adelante. 


La segunda parte de  BOYFREN.

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⏰ Last updated: Jun 28 ⏰

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GFRIEND ©JenLisaWhere stories live. Discover now