COLD ⨳ HYUNLIX [ꪚ]

Capítulo 24: parte dos

Felix.

Yeji me llamó en seguida al recibir mi mensaje aconsejándome salir del territorio de su casa antes de que HyunJin lograra liberarse; la adrenalina recorre mi cuerpo mientras pienso en lo sucedido y lo que he desatado con mi acto. Me sorprendo al haber encontrado el valor para salir de esa habitación dejando en ese estado a semejante hombre, hubiese podido terminar de hacerlo disfrutar pero en realidad necesitaba un poco de escarmiento; su arrogancia ya estaba llegando al límite tolerable para mí y he odiado que siempre me quiera dominar como si fuese uno más.

Para él, si eres uno más.

Por eso debía demostrarle que estaba muy equivocado.

Él ha estado conmigo porque yo quiero, no porque él quiera y eso me hace diferente a sus putos, a esos que busca solo cuando se le antoja y luego se deshace de ellos como si de envoltorio de chocolate se tratara.

Recuerdo cuando dijo eso en aquel café.

Yo no lo olvido y por eso tenía que demostrarle que no a todos los va a tirar de esa manera.

He salido de la mansión a toda marcha, sin embargo aún no salgo del territorio Hwang y eso me pone más nervioso, siento como el coche comienza a darme problemas y me preocupa. Por ir ensimismado en mis pensamientos no me había percatado de la moto tras de mi hasta que la tengo muy cerca, una Ducati que conozco a la perfección; intento acelerar a fondo pero el coche no responde y mi corazón se acelera.

—¡Maldición! −grito cuando siento como disminuye por si solo la velocidad.

No entiendo qué demonios pasa, mi coche es nuevo y nunca falla ¿Por qué decidió fallar hoy?

Comienzo a sentir temor ante las palabras dicha por HyunJin antes de salir de la mansión.

Ya decía yo que todo estaba saliendo demasiado bien.

—¡Oh mierda! −chillo cuando se detiene y la moto para frente a este.

Reviso que los seguros del auto estén puestos, mi respiración es acelerada. Me tenso al ver a HyunJin quitándose el casco y sacudiendo su cabeza para colorcar su cabello, ahora lleva puesta una camiseta sin mangas y zapatillas deportivas −el pantalón es el mismo − No puedo evitar pensar ¿Como hizo para liberarse tan pronto? ¿Quién lo liberó?

—¿En serio, Lee? −su voz está llena de ira y frustración −¿Creíste que te ibas a escapar tan fácil después de dejarme así? −grita. —¡Mierda! Si lo creíste.

—Cállate.

Intento encender de nuevo el coche pero no puedo, lo veo reírse de manera burlona al ver que por más que hago, la maldita mierda esta no funciona.

—Yo que tú ya no lo intentaba −se mofa y siento mis orejas calentarse por la ira, el maldito ha tenido algo que ver en esto. Arriesgándome a todo salgo del coche para enfrentarlo.

—¿Qué mierda le hiciste a mi coche? −lo enfrento sin salir del todo, lo veo bajarse de la moto y caminar hacia a mí con la gracia de un león a punto de atrapar a la gacela. Tengo la necesidad de volver a encerrarme, pero no quiero darle el gusto de intimidarme.

—No solo tú sabes jugar, bonito −llega a mí y tomándome de la cintura me estampa contra la puerta trasera del coche y queda muy cerca de mí rostro −a diferencia de ti, yo juego en mi terreno y sé cómo esconder los ases para usarlos en el momento indicado.

—¿Cómo hiciste para liberarte? −cuestiono con curiosidad.

—Un guardia se percató de que algo hiciste cuando saliste corriendo de la mansión, llegó a mi habitación encontrándome amarrado a una puta silla y con mi polla fuera de mi pantalón −muerdo mi labio inferior para evitar reírme pero no lo consigo del todo −¡Oh! Mira, esa fue la misma reacción de él al verme −masculla, su agarre en mi cintura se tensa al punto de lastimarme un poco y hago una mueca ante eso −¿Te divertiste con tu jueguecito, Lee? −hago una mueca de dolor por su agarre tan fuerte en mí, pero no se detiene −porque yo en estos momentos siento de todo menos diversión.