Capítulo 3

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La misión

𝐴𝑙𝑒𝑥𝑎𝑛𝑑𝑒𝑟

Estaba durmiendo como nunca, hasta que una llamada me hace despertar de golpe 𝒎𝒊 𝒑𝒂𝒅𝒓𝒆, no quiero contestar, así que ignoro el mensaje que envió y rechazo la llamada, intento dormir de nuevo pero el maldito teléfono vuelve a sonar y me veo obligado a responder

—¿¡Que mierda  estás haciendo Alex!? —la voz de mi padre resonó tan fuerte que tuve que alejar el teléfono

—Buenos días para ti también, papá, —dejo que el sarcasmo hable por mi— yo estoy bien, descansando después de que mi equipo “tan eficiente “ fallara, gracias por preguntar

—Levanta el culo de esa cama y arregla este desastre. Hemos perdido la oportunidad de atrapar a los Meyer por culpa de tus incompetentes —cuelga—

Lo que faltaba, cada vez que intento descansar los imbéciles que están a mi cargo lo joden todo <malditos>, me levanto, me ducho rápido, me cepillo peino mi cabello hacia atrás veo la hora  y alcanzo para afeitarme, me coloco unos vaqueros negros, con una camisa gris, y una chaqueta de cuero y calzo mis Bruce negros, voy por las llaves del auto, y abordo  mi Mercedes Benz c63 s AMG y me dirijo al centro.

En el camino recibo una llamada de uno de los espías a mi cargo

—Se- señor, tenemos la firma de la hija de Alfred — balbucea Corrigan cómo si no estuviera segura de lo que dice —

—¿Estás segura , o solo me estás haciendo perder el tiempo? —le digo sintiendo como la rabia se acumula —

—Creo que si… digo si señor —no me molesto en responder solo pronunció un voy en camino antes de colgar .
Guardo el teléfono y me demoro aproximadamente media hora para llegar al centro, al llegar  entrego mi documento, para confirmar que, si soy yo, y me dejan pasar, no tengo tiempo para buscar en dónde parquear el auto, así que le entrego las llaves a uno de los guardias de la entrada, me adentro a las instalaciones a grandes zancadas. Al llegar, los encuentro con sus típicas poses de incompetencia

—Agente Jones —me saludan al unísono—

Me entregan el papel con la supuesta firma de la sospechosa, al ser una organización que trabaja para el FBI y la DEA tenemos acceso a todo lo que necesitemos, si tenemos la firma, la operación para llegar a ella seria sencillo, al mirar el papel, la rabia me consume, no es una firma, es una puta palabra escrita en alemán con garabatos ni para esto sirven.

—Muy bien genios ¿Alguien tiene algo útil para aportar o voy a tener que hacerme cargo como siempre?

—No todos tenemos el privilegio de ser perfectos como tú, Alexander —habla Boose, el imbécil que no hace nada más que enfrentarme en cuanto tiene oportunidad —

—No se trata de perfección, se trata de competencia. Algo que claramente falta en esta sala. Una sola cosa tenían que hacer y no pudieron con eso, ¿Qué carajos hacen ustedes aquí si no son capaces con algo tan simple? — dirijo mi mirada por cada uno de ellos — si alguien más se equivoca hoy, yo mismo me encargaré de sacarlo personalmente —mascullo entre dientes —

—¿Eso significa que al fin participarás en algo que no sea dar órdenes? —habla el imbécil de Boose, está acabando con mi paciencia

—Prefiero dirigir, porque si lo dejo en sus manos, estaremos muertos antes del mediodía, ustedes son unos imbéciles que no pueden hacer las cosas bien.

—Jones — interrumpe una voz femenina —que sucede

—Nada de tu incumbencia — contesto tajante a lo que ella se acerca a arrebatarme la hoja —

Amor En Medio De Traición©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora