Aquí estoy yo...en la terraza del casino...aburrida, veo pasar a los demonios por las infernales calles de Pentagram City...malditos pecadores...almas desoladas que hacen lo que sea para sobrevivir, LO QUE SEA, desde trabajar en prostíbulos hasta apostar sus almas en los múltiples casinos...
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Suspiré cansada, parecía que las copas que había tomado estaban comenzando a hacer efecto, quizás...o tal vez era el aburrimiento de permanecer en ese horrible lugar, aún no podía irme...lo esperaba a él...
Bajé la cabeza en un momento de reflexión...¿Cómo había llegado aquí? Lo sabía perfectamente, yo me lo había buscado...
Recuerdo bien el comienzo de esto...no sé si describir mí vida como un paraíso o como una mierda...
Un día de repente, desperté en el suelo...me senté aún confundida...de inmediato supe que estaba en el infierno...a mí alrededor podía ver a demonios con cuernos, pieles rojas o rosas, patas de cabras y cosas así...
Me levanté despacio...me sentía débil...caminé unos pasos y pude ver mí reflejo en un charco de agua...me sorprendí al ver que yo no era igual a los otros demonios...
Yo aún conservaba mí forma humana...pero tenía unos pequeños cuernos negros...
Miré mi ropa, era grande, nada ajustado al cuerpo, de color negro.
No pude entender porque era diferente, ni porqué estaba allí...seguí caminando sin detenerme, hasta que la noche se hizo presente en ese maldito lugar...me escondí en un callejón, esperando que alguna alma pecadora se apiadara de mí y terminara con mí vida o al menos me explicara por qué demonios estaba allí...
La noche era fría...pasé unos meses así...por los días me la pasaba caminando mientras algunos pecadores me decían vulgaridades, otros me ofrecían trabajo en clubes o estudios de filmación...pero yo no aceptaba, sabía que no sacaría nada bueno de allí...de noche intentaba sobrevivir al frío...
Era una noche más en el maldito infierno...caminaba perdida tratando desesperadamente de mantener mí calor corporal...hasta que a lo lejos divisé un gran casino...
Como dicen, "la curiosidad mató al gato", así que decidí entrar...el lugar era gigante, lleno de luces y mesas en las que los pecadores apostaban hasta las almas...
Caminé adentrándome en todo ese caos y ví a lo lejos una mesa más grande que las demás...observé desde mí lugar, no me atreví a acercarme más...
Pude ver que en la mesa había un demonio de rango bajo, un imp, él miraba sus cartas nervioso, casi temblando...mientras que frente a él había un demonio peculiar, parecía un gato, con alas y una larga cola, vestía elegante, un traje negro...él miraba de reojo sus cartas, luego miraba al pecador con una sonrisa victoriosa...
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