Querida Amy

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"¿Qué estoy haciendo? Jamás tuve que llegar tan bajo como para expresar mis sentimientos en algo tan patético que los humanos llaman diario. Pero, no tengo más opción, digo, ¡soy la maldita forma de vida perfecta y no puedo expresar mis sentimientos hacia una erizo! Nunca se me dio bien expresar sentimientos relacionados con el amor o la amistad. Es verdad, no olvidemos porqué hago esta tontería.
Recuerdo cuando nos conocimos por primera vez, lo recuerdo como si fuera ayer."
Estaba en sus pensamientos mientras observaba la ciudad desde lo alto del edificio. Su cabeza estaba llena de pensamientos oscuros, pero lo que más aparecía en su retorcida cabeza era la imagen de una María sonriente ofreciéndole un abrazo, lo que menos esperaba es que recibiera uno por detrás.
  —¡Sonic, al fin te encuentro!— una voz chillona gritaba en su oído con aparente entusiasmo, pero, se quedó allí apretando su pecho contra su espalda por un momento hasta darse cuenta de que ese no era su erizo— espera, tú no eres Sonic—.
Shadow se dió la vuelta para observar a la persona que lo tomó por sorpresa. Al verle sus pensamientos quedaron en blanco. Era una niña, rosada, de ojos esmeralda, pero, esos ojos mostraban sorpresa y miedo, quizás. Todos le miraban así, con miedo. Eso le hizo sacar una pequeña sonrisa que rápidamente ocultó, de eso trataba, dar miedo.
  —Idiota, ¿cómo te atreves a tocarme, a mí? La forma de vida perfecta—. La erizo se limitó a correr hasta que un grupo de héroes llegaron para salvar el día, otra vez.
"Desde entonces se podría decir que soy un amigo enemigo de Sonic el erizo. Es un adolescente que no sabe nada de la vida, ¿y porqué tiene esa obsesión con los chilidogs? No están tan ricos como él dice. No debo desviarme. Retomando la historia, recuerdo muchos momentos juntos con Amy en Green Hill, esa chica tiene carácter, no olvidaré nunca cuando me obligó a ayudarla a preparar un pastel de cumpleaños para Cream, otra niña."
  —¡Te dije que no!
  —Shadow vamos, es el cumpleaños de Cream, hazlo por ella— él se negaba rotundamente a cocinar, menos con la chica más pesada de toda Green Hill— hazlo por mí—. Esas palabras le hicieron estremecerse, en su interior habían dos voces, la primera que le suplicaba por mantener su reputación en lo alto y otra que le decía que fuese a ayudar a su amiga enemiga, por su puesto que escuchó la segunda voz, aún que de pago obtuvo unas cuantas burlas de Sonic, Rouge y Knuckles.
Eran las 4:15 de la tarde y Amy ya había preparado a Shadow, quien con la mirada perdida y arrepintiéndose de haber aceptado estaba con un delantal de fresas y un gorro de chef. Amy conteniendo la risa tapándose la boca con la mano sacó disimuladamente una foto del perdido Shadow. La cámara al tener el flash despertó a Shadow de su pérdida en sus pensamientos.
  —¡Hey! ¡No me saques fotos!
  —Vamos Shadow, no tengo pensado mostrársela a nadie, aparte no te ves tan feo— decía bajando la mirada para ver la foto, su cara parecía la de un muerto, por lo que rápidamente levantó la cabeza y sonrió nerviosa— Si, no estas feo— Su risa era nerviosa.
Ambos erizos no perdieron el tiempo y se pusieron manos a la obra. Amy cocinaba y mandaba a Shadow a hacer algunos pequeños trabajos, como encender el horno, guardar las cosas que ya no necesitaba, batir los ingredientes.
  —Espero estés feliz con esto Amy. Nadie puede mandarme, y aquí estoy, dejándome humillar por una erizo menor.
  —No puede ser tan mal—- se sacaba el guante de cocina mientras le sonreía con su característica dulzura.
"Desde entonces, se podría decir que me volví adicto a sus sonrisas, lo sé, es raro enamorarse de la sonrisa de alguien. Bueno no, ¿o si? ¡Que más da! Amy tiene algo que me hacía acordar a María, no solo su hermosa sonrisa, eso es, su corazón. Amy tiene un corazón puro, siempre ayudando a los demás."
Tails se encontraba en su taller arreglando unos inventos que no salieron como él esperaba. Amy pasaba por allí así que quiso hacerle una visita. Antes de pasar tocó a la puerta esperando un 'pase' por parte de su zorruno amigo. Tails al escuchar el suave toc toc, dejó de inmediato lo que estaba haciendo para dirigirse a la puerta. Al abrirla su sonrisa se agrandó, era su amiga Amy, era como una hermana mayor para él.
  —¡Amy!— el pequeño zorro no dudo ni un momento en abrazarle con fuerza.
  —Tails, hola. Estaba por aquí caminando y quise visitarte— correspondía su abrazo mientras explicaba el motivo de su llegada— veo que estás ocupado, ¿te pillo en mal momento?
  —¿Cómo crees? Ven pasa—. Ambos estaban sumergidos en lo suyo que no se percataron de la presencia de un tercero. Shadow observaba desde una pequeña apertura en el techo de aquel taller.
"Lo sé, lo sé. No estaba bien que yo siguiera a Amy a donde fuese que se dirigiera, pero en mi defensa en ese momento estaba intentando descubrir que era lo que estaba empezando a sentir cuando veía su sonrisa."
Ese mismo día Shadow planeaba atacar a Sonic y a sus amigos, otra vez. Pero tenía un nuevo plan, atacar los puntos débiles de cada uno, primero empezó con Tails. Había estado estudiando a ese zorro y pudo ver que tenía un gran apego con Sonic y Amy, es como si fueran sus hermanos mayores, aún que quería pelear ya, no pudo evitar sentir un poco de intrución en su cabeza ante la idea de lastimar a Amy, eso no hizo más que confundirlo. Ignorando totalmente sus sentimientos como más pudo atacó a Sonic y a Amy con armas y peleas cuerpo a cuerpo. El erizo azul no tardó en conseguir las esmeraldas caos y sacar a Shadow de Green Hill por una temporada, eso lo hizo enfurecer, no se podía permitir dejar de ver a Amy. Al cabo de unos 5 meses volvió a Green Hill para encontrarse con Amy ayudando a una niña a bajar de un árbol que estaba muy alto para ella.
  —Ya está amiguita. Ve con tu madre y a la próxima más cuidado—. Shadow efectivamente sintió más atracción por la joven tras verla ayudar. Siempre la veía salvar a otros, era una chica tan amable como María. No, no, no, no, no. María siempre sería especial y nadie podía reemplazarla.
"Puede que aún tenga mis sentimientos intactos hacia María y por eso ya me encargué de darle otro sitio en mi corazón a Amy, ¿qué? Le soy leal a mis sentimientos por María. Otra cosa que admiro de Amy Rose es su fuerza, metal y física, ¿Cómo pudo quedar en empate con Knuckles en fuerzas?"
  —Ya saben las reglas. Sin insultos, golpes o interrupciones— decía el erizo azul emocionado. Amy y Knuckles tenían sus codos apoyados sobre la mesa con sus manos entrelazadas. Shadow observaba de brazos cruzados.
  —Sigo pensando que es una completa tontería.
  —No seas un aguafiestas Shadow. Knuckles y Amy son los más fuertes físicamente en toda Green Hill, solo queremos ver quién gana—. El erizo negro puso los ojos en blanco al ver la emoción de Sonic por un simple y vulgar juego humano.
  —No esperes ganar Amy, llevo entrenando desde joven.
  —Eso lo pondremos a prueba—. Sonic estaba que se mordía las uñas de los nervios, agitando y apretando sus puños.
  —¿Listos?— un silencio acogió todo alrededor por al menos 5 segundos— ¡Ya!
Ambos erizos apretaron sus músculos intentando derribar el brazo del contrario. Sus codos empezaban a picar, pues estaban empleando una gran fuerza, sentían hasta el sudor de sus manos. Shadow observaba como Amy con el ceño fruncido sonreía de una manera victoriosa a Knuckles, quien le respondía con la misma expresión. Ella era tan fuerte, eso le hizo quererla más. Dulce, amable y poderosa, ¿qué más podía pedir un humilde erizo como él?
"¿Humilde? Estamos de acuerdo en que este enamoramiento está llevando mi reputación a la mierda."
El erizo al tener pensamientos tan intrusivos no tuvo más remedio que acudir a su amiga murciélago. Rouge al ver al erizo en frente de su puerta en busca de consuelo no pudo quedar más sorprendida.
  —¿Esta es una clase de broma?— al no recibir respuesta alguna soltó una pequeña carcajada para hacerlo entrar. Ambos estaban sentados en la mesa del salón, pero ninguno hablaba. Rouge tragó saliva con dificultad para por fin sacar conversación—. Y dime Shadow, ¿qué te trajo hasta aquí? No sueles visitarme a menos que tengamos asuntos pendientes.
  —Tú eres una experta en estas cosas Rouge. ¿Cómo sabes cuando sientes atracción hacia una persona?— la cara de la murciélago cambió inmediatamente. Su sonrisa ahora era pícara y sus cejas tenían una forma que ponían a su rostro forma de duda.
  —Vaya, parece que el corazón de piedra que tienes está empezando a latir.
  —Habla.
  —Bueno, bueno. Normalmente cuando estás con esa persona sientes algo indescriptible, algo que no sientes por todos y eso se llama amor Shadow, ¿cómo sabes si estás enamorado? Nunca se sabe, pero lo sabes. Cada vez que te habla sientes mariposas en el estómago, como tus nervios aumentan, tus mejillas arden, te gustan cosas tan insignificantes como una simple sonrisa—. Shadow bajó la cabeza pensativo, a él le gustaba ver la sonrisa de la dulce Amy, así que de inmediato levantó la cabeza—. No podemos olvidar que puedes empezar a ser posesivo, celoso o muy protector con ella. Aparte de sentir mejor conección con esa persona que con el resto.
  —Ya veo—. Se levantó de la silla pensando en largarse pero Rouge sostuvo su brazo.
  —Espera— su voz se tornó más oscura— no pensarás en venir a mí casa para saber cuando alguien se siente enamorado, sin, decirme quién es esa persona, ¿o si?—. Su sonrisa era todo menos agradable, mostraba maldad.
"Si, ah, no fue buena idea contarle a Rouge, no me dejó en paz. Obviamente no accedí tan fácilmente. Estuvo insistiendo por meses, fue tan estresante. Sin duda el mayor error que pude cometer nunca."
Volaba sobre él desde la mañana. Parecía que no iba a dejarlo en paz nunca, estaba tan centrada saber quién era persona tan especial para Shadow que ni si quiera para ir al baño lo dejaba.
  —¿Alguna vez te dijeron que eres muy metiche?—. Su voz sonaba cansada. Si, estaba aguantando ya dos días con este acoso, pensándolo bien, podía denunciarla por eso.
  —Querido Shadow, ¿creés que te dejaré ir tan fácil? No importa cuanto me insultes o intentes alejarme, lo sabré por las buenas o por las malas.
  —¿No puedes respetar mi privacidad si quiera un poco?
  —No, acostúmbrate, puedo estar así un año—. Shadow con un último suspiro siguió su camino hacia la ciudad.
"Maltida Rouge, sigo traumado por lo que pasó en el baño. Estaba tan tranquilo tomándome una ducha y de la nada abren mi cortina, o pero que sorpresa, ¡Rouge estaba allí! Y por si no fuera poco me había sacado una foto."
  —Como no me digas quién es le mostraré esta foto a todo el pueblo—. Las mejillas de Shadow estaban rojas, pero su furia solamente aumentó más.
  —¡Demonios Rouge! ¡Sal ya!-. Manteniendo esa sonrisa juguetona agitó en su mano el celular, ¿lo estaba intentando chantajear? Pues le funcionó. Ya estaba desde hace al menos 4 meses molestándolo y esto era la gota que colmó el vaso.
Ambos se sentaron en el sofá del salón de Shadow.
  —Primero quiero ver cómo borras esa foto, ya.
  —Solo si me dices quién es esa misteriosa y afortunada mujer que tanto me quieres ocultar.
  —Si te la oculto es porque se perfectamente que lo andarás anunciando por ahí—. Rouge puso su mano sobre su busto con una cara de indignación.
  —¿Cómo puedes ser tan poco agradecido? Se que te gusta alguien y no si quiera lo anuncié. Puedes confiar en mi Shadow, no se lo contaré a nadie.
  —¿Segura?
  —Lo prometo, como si mi gusto por las gemas dependiera de ello—. Eso era una promesa, Rouge jamás dejaría de amar a las gemas.
  —Me da un poco de miedo admitir que empiezo a sentir algo por Amy, digo. Ella tiene 12 y yo tengo 50 años, es algo totalmente ilegal.
  —Okey, eso es, fuerte, difícil de digerir y— tomó aire para agarrar a Shadow por los hombros y sacudirlo—¡Es una niña Shadow por dios!
  —Lo sé, lo sé. Ella me cautivo por su gran corazón, fuerza y dulzura, pero no quiero corromper todo eso, sin olvidar que ella solo corresponde a Sonic— soltó un suspiro—. No planeo confesar mis sentimientos, tampoco salir con ella cuando cumpla la mayoría de edad. Soy un ser inmortal, no soportaría perderla.
  —Shadow...— Rouge esta vez le dio unas palmadas en la espalda—. Aveces el amor es así, se gana y se pierde, lo bueno es que no se llevan mal, ¿no es así?— Shadow solo asintió con la cabeza—. Pues aprovecha eso.
"Desde entonces Rouge me ayuda a controlar mis emociones por Amy, no ser tan impulsivo con cosas que pasen a su alrededor para no mostrar mi interés, me podrían denunciar fácilmente. Amy apenas cumplió ya los 13 años y Sonic los 16, quiero decir, tampoco es que ellos puedan estar juntos. Sonic es tan tonto que no se fija en ella, ¿o si? Aveces los veo y si parecen gustarse mutuamente, pero Sonic es como yo, no sabe expresar sus sentimientos hacia ella. No lo puedo considerar un rival, al menos es lo que intento."
  —¡Sonic! Oh Sonic ...al fin estás en casa—. Sonic volvía de otra de sus aventuras junto con Shadow y sus amigos. Ella solo saltó sobre él para apretar su cuerpo contra el suyo. Shadow sintió una pulsada de envidia en su pecho, desearía tanto ser Sonic en ese momento, pero no podía. Amy solo se limitó a acariciar la cabeza de Knuckles y abrazar al pequeño Tails, pero claro como siempre, él recibió el mínimo afecto, obteniendo una pequeña sonrisa y un "es bueno verte Shadow". Pero para el erizo negro fue más que suficiente, su corazón bombeaba sangre con velocidad, ella era tan hermosa, más que una diosa.
Unos días más tarde mientras pasaba por Green Hill observó como Sonic y Amy caminaban juntos por algunos caminos que estaban entre las flores, aún que le dolía, aceptaba que ellos hacían linda pareja, eran dos niños que no sabían nada del amor y solo disfrutaban de la compañía del otro.
Suspirando con tristeza observó por un rato, Amy sujetaba su mano guiándolo hacia alguna parte y Sonic se dejaba arrastrar, Shadow solo los seguía. Al llegar se podía ver un picnic tan bien preparado, Amy había estado preparando esto por un buen tiempo.
"Aún recuerdo como Sonic, se podría decir que amablemente rechazó la invitación de Amy, me hizo enojar, así que no dudé en acercarme y acostarme a su lado."
  —¿Shadow?
  —No digas nada—. Amy sonrió para acostarse también. Pasaban un buen rato, tranquilo y relajado hasta que Amy sacó su teléfono para ponerse los auriculares, uno para ella y otro para Shadow, ambos escuchaban la misma canción. Los ojos del erizo estaban puesto sobre la chica quien sonreía divertida de compartir ese momento con Shadow. A pesar de no ser amigos cercanos nada les impedía pasar un momento de calidad.
"Desde ese día mis sentimientos por ella aumentaron. Ella reía, me gustaba ese sonido, no parecía decepcionada de ser yo quien le acompañara. La calidez que ella trasmitía me abrazó con fuerza, era simplemente perfecto. Por eso mismo le pedí ayuda a Rouge."
  —Rouge, no funciona. No puedo sentir menos atracción por ella—. Desesperado agitaba su pierna mientras se encontraba sentado en el sofá.
  —Uhmm, esa joven es una tentación andante para ti.
  —No digas eso, es solo una niña—. Rouge puso una mano sobre su cadera y otro debajo de su barbilla. Estaba intentando pensar en algo efectivo.—Lo sé. Un diario.
  —Eso es una tontería.
  —Claro que no. Puedes desahogarte en él, escribir como te sientes. Así después, podrás sentir menos peso sobre tus hombros, una manera de desviar tu mente.
  —Quizás lo haga.
"Ya llegamos hasta aquí. Debo admitir que esto me ayuda, cada día escribo lo que pasó en el pueblo y como me sentí al ver o interactuar con Amy. Pero, por más que la ame e intente llamar su atención su corazón tiene un dueño y no soy yo. Solo espero que esto pase pronto y pueda dejar de sentir todas estas cosas. Amy, eres una mujer que no puede ser comparada con nada, la palabra belleza queda corta para una descripción tuya, perfecta también. Eres una bella flor que nunca se cierra, una rosa con espinas que no pierde su gracia. Tu voz es el dulce canto de un ave, tú vocabulario tan limpio como el agua cristalina de un manantial, tan brillante como las estrellas del espacio. No soy perfecto para ti, soy un rencoroso, grosero, egocéntrico, vengativo que solamente sería escoria a tu lado, una persona así jamás debería compartir palabra contigo, pero, eres tan bondadosa que no te fijas en mi pasado. Se que aún que no esté contigo tienes a un buen chico, Sonic es un buen partido para ti. Seguro de sí mismo, protector, intenta ser amable, amigable, despreocupado, puede que sea un narcisista pero es buena persona, me perdonó por todo, es perfecto para alguien perfecto como tú, prometo aún así cuidarte aún que no sea tu pareja, disfrutar de nuestra amistad, del tiempo que tenemos por delante, así de sencillo. Por ti daría todo de mí, pero siempre tendré el peso en mi mente de saber que jamás corresponderias estos sentimientos.
Te amo, Amy Rose."

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⏰ Última actualización: Jul 01 ⏰

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