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Rivers POV.

Me desperté temprano el sábado. El reloj marcaba cerca de las 7h, mientras me acostumbraba a la claridad suave que llenaba mi habitación a través de las grietas de la persiana.

No conseguí dormir bien aquella noche gracias a los sueños que me pasaban por la cabeza. Estoy con mis padres, todavía vivos, acostados a mi lado en la misma cama en la que ahora me encontraba. Mi papá acariciaba mi cabello, y mi madre hacía cariños en mi vientre, como solía hacer cuando era pequeña y tenía problemas para dormir.

Ambos parecían cómodos por algún motivo que desconocía. También soñé con Félix. No recuerdo bien lo que fue, pero sé que era el porque, primero, vestía las mismas ropas de ayer, y segundo, mi cabeza actualmente presentaba la manía irritante de ponerlo en mis sueños todos los días.

Me quedo en mi sostén y pienso en el. No es que casi no hiciera eso, pero pensar en el era bueno, y nunca parecía cansarse de recordar el rostro que atormentaba o daba luz a mis sueños. De hecho, tal vez sea por eso que no podía soñar con el.

Recordé lo que sucedió ayer. Fue todo tan rápido que, cuando me di cuenta, ya estábamos haciendo lo que estábamos haciendo. No me había negado esta vez.

Por el contrario, hasta me hizo creer que quería, y a juzgar por sus ojos que desbordaban deseo, aún estando claramente borracho, y por su nada discreta erección, el realmente quería.

Esa era la parte que me dejaba confusa, porque al final de la noche, tuve la clara impresión de que estaba tratando de evitarme.

La forma en que Félix se marchó parecía una fuga. No sabía de qué razón se escapaba, pero me sentí increíblemente frustrada, sobre todo después de todo lo que ocurrió aquella noche.

Había sido el quien había comenzado la seducción, cosa que venía negándose vehemente a hacer.

Recuerdo que tuve que usar bastante mi auto-control para no mostrarle, de verdad, todo lo que sentía por el.

No sabía quien había sido la persona que le había dado la impresión de que no era importante, pero me gustaría inmensamente que no creyera en lo que le hayan dicho.

Bueno, tal vez no he sabido mostrarle que era importante. Pero si así fuera, creo que el no permanecería en mi cuarto conmigo después. Fue sólo cuando le pedí que se quedara que algo pareció cambiar dentro de su cabeza, entonces el tenía que marcharse.

No sabía por qué había hecho eso. Pero lo que fuera, me dejó un poco más triste de lo que debería.

Así que, estaba segura de que no lo vería ese fin de semana.

El sábado fue tedioso y desagradable.

Quisiera no haberme levantado tan temprano de la cama, así tendría menos tiempo para escuchar las preguntas de sara y Scarlet sobre Félix.

-¿Crees que va a venir hoy?

-No.

-¿Por qué no?

-Porque creo que no, Scarlet. Sólo por eso.

Esa era la razón, pura y simple, y yo quería que ella dejara de tocar ese tema, porque me incomodaba inmensamente saber que Félix no vendría, y más aún, no entender el motivo por el cual el quería alejarse de mí.

-¡El pagó por tu semana Por supuesto, debes gustarle.

-No. Sólo tiene una protección extraña conmigo.

-¡La semana entera! Eso no es protección.

-Sí le agradó, quiere estar cerca. - Como el dijo que haría, pensé. - No vendrá.

My sweet prostitute (Riverduccion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora