Vendajes y Quimicos

Cap uno: vendas

En la ciudad de Musutafu había un edificio abandonado, la fachada estaba vieja y corroída por el pasar del tiempo, el interior no estaba mejor, polvo, telarañas, jeringas viejas y manchas de sangre, pero había algo que llamaba la atención o mejor dicho alguien, un chico que estaba llorando en una esquina, por su uniforme se podría decir que era un estudiante de secundaria de 14 o 16 años, pero al acercarse más se veía algo peor, el rostro presentaba quemaduras severas y parecían ser muy frescas por el color rosado de la piel, el dolor que sentía era inmenso y también como se estaban formando ampollas, pero aguantando el dolor se levantó como pudo y vago por la casa viendo si podría encontrar algo para sanar, y dando palos de ciego encontró unas escaleras que llevan al joven a un sótano que no parecía coincidir con el resto del lugar ya que en unas mesas habían probetas, matraces, tubo de ensayo, encendedores y prácticamente un pequeño laboratorio químico, el asombro fue lo suficientemente grande para ignorar su dolor y vagar por el sitio, no había mucho polvo por lo que el dueño volvería pronto, pero siguió buscando hasta encontrar un botiquín y lo abrió encontrando una crema para las quemaduras que lo logra aliviar y se pone unas vendas alrededor de la cara principalmente por donde se concentraron las quemaduras, ósea el lado izquierdo de su rostro, una vez terminado su tratamiento se mira por el reflejo de una cuchara, veía su piel quemada, sus labios y parte de la frente, empezó respirar de forma nerviosa mientras los recuerdos de las últimas horas regresan a su cabeza.

Hace algunas horas atras el chico estaba en una situación cotidiana, al menos para él, siendo molestado por su antiguo amigo, un coscorrón, un codazo o tirar su mochila eran cosas de todos los días, pero la peor parte era cuando aquel chico con ayuda de su habilidad quemaba sus cosas o las destrozaba con sus explosiones, porque si, dime ¿Qué es lo malo en vivir en un mundo donde los súper poderes existen? Tener la mala suerte de no tener uno, ese era el caso de este joven chico que todo el mundo apodaba Deku, el inútil chico sin poderes, aunque su verdadero nombre era Izuku Midoriya, un chico normal que es fan de los superhéroes de forma casi obsesiva teniendo casi 15 libretas llenas de información sobre estos, además varias tarjetas coleccionables, poster, llaveros y otros artículos de colección obtenidos de su bolsillo por hacerle la tarea a varios alumnos pero valía la pena para tener ese poster de Mirko por pascua, aunque tenía el poster en una lámina de plástico para que no sea dañada y la oculto en su armario, sabía perfectamente lo que su hermana haría si conseguía encontrarlo Y ahí había otra espina, su hermana melliza Izami que nació con el poder "patrón y rotura" pudiendo ver una clase de patrón invisible en las personas y pudiendo golpear puntos blandos que no deberían existir, de un solo golpe a dejado en el suelo a más de uno y mandar a su propio hermano a la enfermería u hospital dependiendo de la situación, haciendo que el joven adopte la sala medica casi como un segundo hogar y tenga que ser revisado por un doctor que parece pariente del Dr. Simi y que es el mismo que le dijo hace años que no poseía poderes, por alguna razón ese doctor siempre lo trato con más respeto que varias otras personas juntas.

Pero algo a destacar es que Izuku pese no tener poderes tenía un espirito que no cedía por prácticamente nada, teniendo como meta ser un gran héroe, aunque aparte tenía una segunda pasión que sería la química, desde que descubrió que su ex amigo Bakugou no genera explosiones de la nada, sino que secreta nitroglicerina en forma de sudor lo que crea las explosiones, lo llevo a investigar profundamente la química, formulas y reacciones, lo que le hizo preguntándose cosas sobre algunos poderes como Kamui Woods un hombre hecho de madera, se preguntaba como era su química interna, si hacia fotosíntesis o si emitía feromonas que alejabanter termitas, esto solo llevo su obsesión por los héroes un paso más allá mezclando su información de estos junto algunas dudas e hipótesis químicas, aunque en la mayoría de casos eran cosas que neutralizaban sus quirks o directamente podría perjudicarlos como en el caso de Midnight donde hizo una fórmula que en teoría podría neutralizar el efecto del gas que crea, aunque es especulativo uso de base fórmulas de gases que provocan efectos similares. Ya con el suficiente contexto es hora de seguir con esta historia, el joven Izuku iba saliendo de la escuela tratando de pasar desapercibido para Bakugou, su hermana y los matones, ya había tenido suficiente con que el rubio haya explotado uno de sus cuadernos dejándolo casi obsoleto solo rescatando poca información, aunque para su mala fortuna sintió como le agarraban el hombro y el solo suspira para voltear