Prólogo

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Empezar;

Corría, corría como mejor podía, daba lo que podía de sí, hacía lo que mejor podía hacer. Respiraba agitado, y después de descansar menos de casi dos segundos, volvía a correr. Yamaguchi, no puede dejar de hacerlo, no se ha detenido en quince minutos sin siquiera haber comido antes, pronto estaría exhausto.

No tan lejos, se escuchó la puerta de el gimnasio, siendo abierta por aquel inusual dúo de amigos, Tobio y Shoyo, quienes le miraron sorprendido.

¿Yamaguchi?, ¿Por qué tan temprano hoy?, Nunca te había visto temprano aquí, ni solo... ¿Y Tsukishima?– Preguntó el de cabellos naranjas mientras se le acercaba a aquel chico de pecas, muy exhausto y cansado. Tadashi solo se encogió entre hombros y siguió respirando agitado.

Se dirigió a el suelo para sentarse, tomando agua rápidamente, bastante agitado y cansado, claro, no había desayunado y consideremos que llevaba varios minutos corriendo y caminando aparte de lo que hizo en el gimnasio.
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Ese fue el inicio de
Yamaguchi.

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Yamaguchi Tadashi, de 16 años y 1.73 de estatura, nunca ha sido alguien destacado en la vida. En deportes, música, arte general, calificaciones, belleza, personalidad. Es considerado como un chico más y otro compañero de el montón.

Tsukishima Kei, de 16 años y 1.90 de estatura, destaca en calificaciones y ni hablar en el deporte, fue obligado a aprender a tocar el violín desde sus siete años, es naturalmente atractivo, su personalidad no es la mejor, eso si, pero mucha gente lo conoce por tener varias declaraciones de amor cada ciclo. Lo consideran como un alumno más que todos querrían conocer.

Son novios. Desde hace ya unos dos años.

Otra vez, Yamaguchi estaba corriendo como loco, pero ahora en dirección a un cubículo de baño. Cerró rápidamente la puerta y se puso de rodillas y metió sus dedos en su garganta, inclinando su cabeza hacia el inodoro, después de haber comido algo tan pequeño como una manzana, el único desayuno que había tenido. Era la primera vez que lo hacía, era la primera vez que se había provocado el vomito por él mismo.

Se sintió satisfecho después de años.
Se sintió liviano.
Se sintió en paz.

Mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora