Milagro.

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Miraba al suelo impaciente, ya quería irse de ese lugar, no le era agradable el estar en un hospital, ni siquiera fue tan grave, así que no comprende como es que un alta de un paciente puede tardar tanto.

- Bien, el doctor dijo que nada de esfuerzos físicos y debes de tener reposo

- ¿Qué? Pero amor, nos iremos a Suiza en dos días.

- No, iremos a Suiza después de tu recuperación.

Bufo ante la noticia, tenían planeado ese viaje desde hace dos años, y lo han estado posponiendo por tonterías, y ahora que tenían la oportunidad se tuvo que enfermar de las amígdalas, vaya racha de mala suerte.

- Pero, no fue tan grave.

- No, pero debes descansar, dos semanas.

- ¡Dos semanas!

- Si Choi San, dos semanas.

WooYoung lo tomo de la mano y lo saco de aquella habitación, sabia que San estaba frustrado, podía ver la culpa reflejada en su expresión. Tenían planeado muchas cosas, obvio la condición de San fue una sorpresa, no era previsto que avanzara mucho la infección, afortunadamente fue una operación rápida y sin riesgos.

- Lo siento, se que este viaje te emocionaba mucho. – San no podía con la culpa, se supone que la infección en las amígdalas no era tan grave, pero el dolor y molestias, sobrepasaron su límite. – Lo compensaré lo juro.

- Amor, está bien, solo serán dos semanas.

Salieron del hospital y tomaron un taxi. El trayecto a su casa fue tranquilo, llegaron en poco tiempo y se dedicaron a descasar un poco, recostándose en la cama para poder dormir, los antibióticos que San había tomado estaban haciendo su efecto, y WooYoung estaba un poco cansado así que conciliar el sueño no les fue difícil.

Durmieron por máximo cuatro horas, ya era de noche cuando WooYoung despertó, decidió preparar la cena y contestar algunos mensajes de la familia, avisando que la operación salió bien y que retomarían su viaje en cuanto San se sintiera mejor.












































El timbre de su casa sonó con insistencia, su madre venia a proporcionarles ayuda, la cual no necesitaban, pero fue tan persistente que tuvo que ceder. Abrió la puerta y saludo a su madre, quien venia con bolsas de comida y dulces.

- Mamá, San no puede comer todas esas cosas.

- Uno no le hará daño.

Negó divertido y la acompaño a dejar todos las cosas a la cocina, tendría que esconder todo lo que trajo, si San llegara a ver los dulces no se resistiría en comer uno, y eso aun no era posible, solo llevaba cuatro días de recuperación, aun debía de comer cosas liquidas y sueves.

- ¿y dónde está mi yerno preferido?

- Mamá es el único que tienes y esta en la sala, durmiendo.

Caminaron hasta llegar y verlo dormir, estaba cómodo, así que le dijo a su madre que lo dejará descansar, no había dormido en toda la noche por el dolor. Y aprovechando que su madre estaba en casa, y que podía cuidar a San un rato, opto por tomar una ducha larga y relajante, esos días habían sido un torbellino de locura, y un poco de agua tibia le haría bien.

Lleno la bañera y se adentro en el agua cuando la temperatura estaba nivelada, se recostó y cerró los ojos, sentía sus músculos relajarse ente tan placentera sensación, un momento de paz que solo le duro cinco minutos.

~Milagro~ |WooSan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora