╰─► THE HILLS [Papufresco]࿐

CAUGHT IN YOUR RECORD

TW: Cyber sex explícito y violencia.

Sus arenosos ojos se abrieron lentamente, sintiendo el sol golpear sobre ellos. Gruñó mientras sus puños se arrastraban por sobre sus párpados, tratando de quitar las legañas de sus ojos y despertarlo más. Trató de apartar la mirada de la fuerte luz del sol, removiéndose por la desconocida cama, enredando su cuerpo por las sábanas. Dejó la sedosa tela acariciar su cuerpo, comenzando a sentir un dolor que comenzaba a crecer exponencialmente, haciéndolo meter su cabeza bajo las sábanas como un niño pequeño.

–Ugh... Mierda, mierda, mierda.– se quejó ante el fuerte dolor que le quemaba el cuerpo. Sus ojos lloriquearon mientras que su cuerpo ardía ante las heridas, haciéndolo levantar su torso mientras continuaba gruñendo.

Miró alrededor del lugar, notando el desconocimiento del lugar donde estaba. Una habitación color azul cielo con mobiliario blanco que se esparcía de manera elegante por la habitación. Abrazó su propio cuerpo, notando la desnudez de su cuerpo excepto por sus boxers y por una venda que envolvía completamente desde su espalda a su estómago. Tembló ante aquello, sintiéndose realmente asustado por la situación. ¿Dónde estaba?¿Por qué estaba lleno de heridas?¿Por qué no llevaba su ropa puesta?

Quiso llorar al no poder recordar nada de lo que ocurrió. No tardó en levantarse de la cama con velocidad, buscando su ropa por el suelo, arrastrándose por el lugar, aterrorizado de lo que hubiera ocurrido la noche anterior. ¿Con quién se supone que había dormido aquella noche? Se arrepentía tanto de sus actos. Por fin había comenzado a hablar con el chico que le gustaba, por fin había comenzado a llevarse con Matías, el único chico con el que realmente ha querido tener una relación romántica que no tuviera nada que ver con el sexo casual.

Lagrimeó mientras se abrazaba a si mismo, sentado en el suelo al no poder encontrar su ropa. No sabía qué hacer, aquella vida comenzaba a asustarlo. Al principio era divertido, simplemente pasarlo bien con gente con la que sabía que no tendría ningún vínculo o deber, solo una noche divertida para después despedirse a la mañana siguiente. Sin embargo comenzaba a sentirse mal. El hecho de que Fernando lo cosificase diariamente comenzó a hacerlo sentir realmente como aquello, una cosa. Y así supuso que lo tratarían todos, incluso aquella persona que lo había acogido una noche en su casa.

Unos pasos se acercaron a la puerta y él tembló, echándose hacia atrás. Juraba que si el o la que apareciera por la puerta se atrevía a tocarle, se abalanzaría sobre él. Pudo notar la puerta comenzar a abrirse y se levantó con una extraña valentía, preparado para atacar si era necesario. Agarró lo primero que vio, simplemente tomando lo que parecía ser una pequeña figura de madera de un barco.

–Aaron, ¿estás despierto?– la puerta se abrió completamente.–Te he traído un-.–

Aquel objeto no tardó en golpear la frente del chico, haciéndolo caer sobre el suelo mientras se quejaba audiblemente. El pelinegro elevó una ceja, confundido.