Jude caminaba por los pasillos de las instalaciones del club con una sensación de vacío en el estómago. Sus botas resonaban en el silencio del corredor, un eco a su soledad. Hoy era su cumpleaños, y parecía que todos lo habían olvidado.—Otro año más, otra vela que se apaga en el olvido.—Dijo suspirando.
Mientras tanto, en una sala de descanso, sus compañeros estaban reunidos.
—¿Estás seguro de que Pablo tomará el vuelo desde Barcelona?—Rodrygo desde el sofá.
—Sí, acabo de recibir la confirmación. Aterrizará a las 18:00 horas, justo a tiempo para la fiesta sorpresa.—Dijo Joselu revisando de nuevo el mensaje.
—Esto significa mucho para Jude. No tiene idea de que sabemos sobre sus sentimientos hacia Pablo.—Dijo Luka sonriendo, habían esperado mucho para esto.
De vuelta en su habitación, Jude miraba una foto antigua de él y Pablo, sonriendo juntos bajo el sol de Barcelona, se la habían tomado en el último clásico antes de que el menor se lesionara y ya no pudieran verse.
—¿Por qué es tan difícil decir "Te amo"?
La tarde se deslizaba lentamente, y Jude se resignaba a pasar su cumpleaños en soledad. Pero justo cuando el reloj marcaba las 18:00, se escuchó un golpe en la puerta.
—Espero que no sea nada estúpido, solo quiero dormir.
Al abrir, encontró a sus compañeros con una sonrisa cómplice.
—¡Feliz cumpleaños Jude!—Sus compañeros estaban ahí parados, con un pastel y velitas, Luka sostenía el pastel, mientras que Joselu, Dani y Arda traían las bebidas, Vini tenía un pequeño regalo debajo del brazo y Rodrygo tenía como... ¿5? No, 6 regalos y parte del pastel por la cara y boca.
—¿Ustedes… Ustedes recordaron?—Dijo Jude con una sonrisa tímida.
—Por supuesto que sí. Y tenemos una sorpresa más… ¡Rodrygo deja el pastel!—Dijo Vini al ver que su amigo le estaba metiendo una cuchara al nuevo pastel, el otro se lo había comido por el camino.
En ese momento, Pablo entró, con su equipaje aún en mano y una mirada nerviosa.
—Hola, Jude…
—Gavi...
Sus ojos se iluminaron al verse el uno al otro.
—¿Pueden por favor decirse que se aman y que se extrañan y dejar de sufrir por no abrir la boca en el momento indicado? Quiero una rebanada de pastel ya.—Dijo Rodrygo al ver que los dos solo se miraban.
Vinicius le dio un golpe en la cabeza, pero Gavi asintió acercándose a Jude para fundirse en un abrazo.
Los compañeros aplaudieron y silbaron, mientras Jude y Pablo se abrazaban, finalmente unidos por el amor que habían ocultado durante tanto tiempo.
La habitación se llenó de aplausos y risas mientras Jude y Pablo se separaban del abrazo, aún con lágrimas en los ojos. Los compañeros comenzaron a dispersarse, dejándolos solos para que pudieran hablar con más intimidad.
—No puedo creer que esté aquí. Todo este tiempo, temía que no sintieras lo mismo.
—Siempre lo supe en mi corazón, pero el miedo me retenía. Ahora que estás aquí, todo parece posible.
—Jude, en verdad me gustas mucho, ¿Y si hacemos posible lo imposible? ¿Qué tal si me quedo aquí contigo?
—¿De verdad lo harías? ¿Dejarías Barcelona por mí?
—Por ti, dejaría todo. Mi corazón ya te pertenece, Jude.
—Tengo que admitir que este es el mejor cumpleaños de mi vida.
Los chicos los veían felices, Rodrygo era el más feliz, finalmente nadie le dio importancia al pastel, así que todos ganaron.