𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁𝑜 1

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Todo empezó hace apenas un mes, me llamo Margaret Wayne tengo 11 años y mi vida junto a mi madre ha sido invadida por un apocalípsis. Huímos de la ciudad hacía el campamento de refugiados cuando apenas empezaron las primeras plagas de caminantes. Mi madre siempre me ha querido proteger de cualquier daño así que no lo dudo ni un segundo.

Llevo un mes aquí con otros supervivientes en los cuales se encuentran unas hermanas rubias, dos hermanos—que no parecen serlo—, una madre con un niño de mi edad, un ex sheriff, un señor mayor, un Coreano–mi mejor amigo por el momento—, una familia con otra hija de mi edad, una familia latinoamericana, un chico con un nombre extraño—se llama T-Dog—, y varios otros supervivientes que no me sé aún el nombre.

—¿Cuánto crees que va a durar esto?—pregunté a Carl, un niño de mi edad que por las habladurías del campamento sé que había perdido a su padre recientemente en las plagas—

—No tengo ni idea—dijo el chico muy tranquilo, los dos niños estaban frente al acantilado viendo como algunos pescaban para la comida—

—¡Carl, Margaret! — Oí la voz de mi madre acercándose a nosotros—Os he asignado una tarea—los dos giramos la cabeza y vimos a mi madre sosteniendo dos cubos—

—Mamá no sabemos pescar— me quejé—

—No son para pescar boba, he pensado que podéis ir a recoger todo tipo de frutos que encontréis en el bosque—nos sonrió—

—¿Y si nos encontramos con un caminante? —dijo Carl levantándose de la roca en la que estábamos sentados—

—Eso no será problema cariño–mi madre trataba con mucha dulzura a todos los niños, era una persona muy dulce en general–Dale os va a estar vigilando y tu madre ha ido hace un par de minutos ha recoger frutos también, pero de todas formas no os vayáis muy lejos—mi madre nos tendió los cubos y Carl y yo emprendimos nuestro camino—

—¿Nos separamos para buscar más rápido? — le dije al chico—

—Vale, dentro de diez minutos aquí— asentí y me adentre entre unos árboles, Carl hizo lo mismo—

Estaba recogiendo unas cuantas bayas silvestres de un matorral cuando detrás de unos árboles escuche unos sonidos un tanto extraños que no procedían de un animal, temblando retrocedí unos pasos pensando que podía ser un caminante. Estuve así un rato pero ningún caminante hizo acto de presencia así que decidí armarme de valor y ver de donde provenían esos ruidos. Retire unas cuantas ramas y pude divisar a la madre de Carl que si no mal recuerdo se llamaba Lori junto a Shane el ex sheriff desnudos demasiado cerca. Rápidamente aparté la mirada y volví al sitio al que había acordado con Carl.

—¿Dónde estabas? —dijo el chico un poco molesto— te llevo esperando cinco minutos, pensaba que te había pasado algo—

—Lo siento se me ha echado el tiempo encima—respondí un poco agitada–

—¿Te pasa algo? —dijo mientras caminábamos de vuelta al campamento—

—Es solo que vi a un conejo muerto—Carl hizo un gesto de asco y después de unos minutos en completo silencio volvimos al campamento—

—A ver que habéis traído—nos intercepto mi madre, a lo lejos pude ver a Lori saliendo de unos árboles pasando desapercibida—¿Margaret? — mi madre hizo un gesto con la mano para que me fijara en ella—

—yo he cogido todo esto–Carl le dio el cubo–es lo único que he podido encontrar—

—Yo esto— en mi cubo apenas había cinco vayas pero a pesar de eso mi madre nos dio las gracias—

—Muy bien chicos, contare con vosotros si necesitamos algo– mi madre nos dedicó una última sonrisa y se marchó—

—Voy a buscar a Shane, ¿vienes? —me invitó el chico–

—Claro–pensé en lo que había visto en el bosque pero decidí hacer como si eso nunca hubiese pasado—Sofía, ¿Quieres venir con nosotros? —le pregunté a la otra niña que había de nuestra edad, ella estaba sentada junto a su madre alrededor del fuego—

—vale–respondió en un tono muy dulce—

Estuvimos un buen rato buscando a Shane y por fin lo encontramos hablando con Amy. Ella parecía molesta por alguna cosa que desconocía por completo. Carl se acercó a él y lo saludo.

—¿Qué pasa chaval? —dijo Shane muy amigable, él y Carl se conocían desde hace bastante así que se llevaban así, al parecer él y su padre eran compañeros de trabajo y grandes amigos—

Me fijé en él, su pelo estaba un tanto desordenado y algunos botones de su camisa desabotonados. Ninguno de los otros niños se dio cuenta de lo que me pareció normal ya que no sabían nada sobre lo que yo había visto. Me costó bastante retener ese secreto pero por la noche cuando ya nos íbamos a dormir mi madre me hizo la pregunta que siempre me hace cuando me nota rara.

—Margaret, ¿Qué me estás ocultando? —lo dijo con un tono muy serio q no le caracterizaba nada-

—Margaret, ¿Qué me estás ocultando? —lo dijo con un tono muy serio q no le caracterizaba nada-

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𝓢𝓲 𝓸𝓼 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪 𝓷𝓸 𝓸𝓼 𝓸𝓵𝓿𝓲𝓭é𝓲𝓼 𝓭𝓮 𝓿𝓸𝓽𝓪𝓻 :𝓓

𝓫𝓮𝓼𝓸𝓼.

𝑯𝒐𝒘 𝒕𝒐 𝒅𝒊𝒔𝒂𝒑𝒑𝒆𝒂𝒓-𝑪𝒂𝒓𝒍 𝑮𝒓𝒊𝒎𝒆𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora