capítulo 37

1.2K 105 18
                                    











Inmóvil me aferre con fuerza a mis rodillas que estaban junto a mi pecho, observe el fuego que estaba frente a mi, la noche era silencioso y sumamente deprimente, a mi alrededor solo había pura vegetación y muchos árboles. Luego de aver escapado junto con Daryl, corrimos Dios sabe cuándo hasta que anocheció, mis pies dolían como nunca y la sed me mortificaba en estos momentos, pero lo único que había que hacer era sentarse y esperar a que amaneciera. Eleve mi mirada y frente a mi pude ver a Dixon, que miraba hacia un punto fijo en silencio, él no había hablado desde que me convenció para irme con él. Suspire y aclare mi garganta, que por cierto estaba seca.

_ ¿Que haremos? _ inquirí con voz indiferente.

Le tomo unos minutos responder, tan solo miraba la fogata, enserio parecía no querer hablarme.

_ Esperar a que amanezca _ contesto con simpleza luego de algunos segundos de silencio.

_ No soy idiota _alegue _, se que hay que esperar, pero, ¿Luego que?, ¿Nos quedaremos aquí y no haremos nada?

Daryl ni se inmuto, no le importaba mi actitud, tampoco parecía importarle nada. Molesta me acosté sobre el suelo dándole la espalda, use mis manos de almohada y observe la oscuridad. Me sentía tan sola y tan triste, había perdido todo, enserio ya había empezado a llamar "mi hogar" la prisión. Llore en silencio mientras me sentía terriblemente mal, solo quería encontrar al grupo entero, solo quería volver a ver a Randall.

_ Luego de que amanezca buscaremos comida y agua, luego empezaremos con la búsqueda del grupo _ Daryl me comunico de la nada.

Limpie mis lágrimas con una de mis manos y intente tranquilizar mi respiración. Era incómodo estar con Daryl a solas y en medio de la nada, luego de que él me haya dicho tal terribles cosas supe la verdadera cara de Dixon, lo cual me hizo verlo de otra perspectiva. Ya no era él mismo para mí

Los rayos del sol comenzaron alumbrar el lugar de a poco, yo seguía despierta, no pude dormir, simplemente me quedé quieta en la misma posición llorando en silencio, Daryl tampoco se había movido. Me removí sobre mi lugar y me senté algo acalambrada, frente a mi seguía Daryl, con la misma expresión y casi en la misma posición, el fuego aún seguía en pié. Me levanté como pude y estire un poco mis muslos mientras veía el hermoso amanecer, poco a poco las aves comenzaron a cantar, me sentía bien, había sobrevivido otro día más.

_ Hay que movernos _ le propuse

Recogí mi arco y mis flechas que estaban en el suelo, y con la punta de mi zapato, tire un gran poco de tierra hacia el fuego, apagandolo al instante. Espere la respuesta de Daryl que jamás llegó, así que comencé a caminar sin esperar algún gesto o alguna palabra de Dixon, ya vería él si me seguía. Camine entre los árboles atenta a mi alrededor, se podían escuchar los sonidos de la naturaleza, lo cual me tranquilizaba. Detrás de mi podía escuchar los pasos de Daryl, lo cual no me hizo detenerme.

A unos cuantos metros, y ya al estar muy adentro entre el bosque , Daryl pudo notar algo en el suelo, que llamo mi atención. Debajo en la tierra habían huellas de zapato. Célebre entre mis adentros. No éramos los únicos vivos.

_ Deben de estar cerca _ manifesté con alegría.

_ O muertos _ Daryl murmuró.

Lo fulmine con la mirada y seguí mi camino, ahora siguiendo las huellas. No camine mucho, las huellas seguían fresa, por cierto, me llevaron hacia un árbol de vallas, allí las huellas se detuvieron.

_ Hey niña, tal parece que aquí apuraron sus pasos _ Daryl me señalo hacia un punto.

Mire al lugar en el que Daryl estaba apuntando, y pensé sobre que había pasado, ¿Acaso se habían encontrado algún caminante?. Frustrada mi ceño y di unos cuantos hacia atrás mirando aquel árbol, tenía tanta hambre que no me importo arrancar como si no hubiera un mañana cada valla, de vez en cuando me metía algunas a la boca. Daryl al percatarse que ya no me cabían en las manos, me extendió su pañuelo, lo cual se lo arrebate.

El arquero #1 || Daryl Dixon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora