🌧️ Ꮪꭲꭺꭱꭲ 🌧️

4 0 0
                                    

Prólogo

El sol de verano teñía la ciudad de un dorado suave, envolviendo las calles y los parques en una cálida serenidad. Minho ajustó su guitarra al hombro y caminó hacia el café donde solía pasar las tardes, buscando inspiración en las melodías que brotaban de su mente. Había algo mágico en esos días, algo que no podía describir con palabras, pero que sentía con cada fibra de su ser.

En el café, el aire estaba impregnado con el aroma del café recién hecho y el sonido de las conversaciones suaves. Fue ahí, entre risas y murmullos, donde Minho vio por primera vez a Jisung. Sentado junto a la ventana, con una libreta en mano y una mirada llena de sueños, Jisung parecía pertenecer a otro mundo, uno donde la música y la poesía se entrelazaban en una danza perfecta.

El destino quiso que sus miradas se cruzaran, y en ese instante, algo cambió. No era solo el comienzo de una amistad o un simple encuentro entre dos jóvenes; era el inicio de una historia que sería contada a través de acordes y versos, de risas y lágrimas.
Minho y Jisung, dos almas destinadas a encontrarse, descubrirían que la vida tenía mucho más que ofrecerles de lo que jamás hubieran imaginado.La canción de Soda Stereo, "Té para tres", sonaba en el fondo, como un aviso de los momentos que estaban por venir. Mientras el verano avanzaba, la música se convertiría en el hilo conductor de sus vidas, tejiendo una trama de amor, esperanza y redención.

 Mientras el verano avanzaba, la música se convertiría en el hilo conductor de sus vidas, tejiendo una trama de amor, esperanza y redención

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era un día como cualquier otro. Me encontraba en una cafetería muy cercana a mi casa, buscando inspiración para terminar el poema que tanto me había costado escribir.

El clima era perfecto, ni demasiado frío ni demasiado caluroso, un día tranquilo en todos los sentidos.
Mientras miraba alrededor, intentando encontrar algo que me diera una idea, la campana de la puerta sonó, indicando que alguien había entrado. Al voltear hacia la puerta, vi a un chico con una guitarra. Se veía tan... lindo.
Sentí cómo mis labios se curvaban en una sonrisa sin darme cuenta.

Era mi inspiración perfecta; no podía quitarle los ojos de encima, el se veía tan lindo que verlo se sentía como si estuviera viendo haikyuu por primera vez.

Minho entró en la cafetería donde casi siempre iba. Estaba un tanto frustrado; en el ensayo de hoy se había equivocado en toda la tablatura de la canción, ganándose un regaño de I.N, que estaba cansado de sus errores. Podía entender la frustración de I.N, ya que la competencia de bandas sería en una semana, y... bueno, su banda no era la mejor. Para su mala suerte, todas las mesas estaban llenas.

Suspiró cansado y buscó algún lugar donde sentarse, hasta que notó a un chico de mejillas abultadas que lo miraba con una sonrisita. Minho sonrió al instante; el chico era muy lindo, y el intento torpe de ocultar que lo estaba mirando solo lo hacía más adorable.Después de dudar un momento, Minho decidió acercarse.

"Hola," dijo Minho, con un tono amigable. "¿Te importa si me siento aquí? Parece que no hay más mesas disponibles."
El chico parpadeó sorprendido, pero rápidamente recuperó la compostura y asintió. "Claro, siéntate. Soy Jisung, por cierto."
"Gracias, soy Minho," respondió, acomodando su guitarra con cuidado mientras tomaba asiento. "¿Estabas esperando a alguien? No quiero interrumpir."Jisung negó con la cabeza, su sonrisa ampliándose un poco más. "No, estaba aquí solo, tratando de terminar un poema. Pero no me molesta la compañía."
Minho levantó una ceja, interesado. "¿Escribes poesía? Eso suena... difícil. Yo apenas puedo manejar las letras de una canción."
Jisung rió suavemente, bajando la mirada hacia su libreta. "Supongo que tiene sus complicaciones. A veces las palabras simplemente no fluyen como quiero."
"Lo entiendo," dijo Minho, apoyándose en la silla. "Con la música pasa igual. A veces lo que tienes en mente no suena igual cuando lo tocas."
"¿Estás en una banda?" Jisung preguntó, señalando la guitarra.
"Sí, aunque hoy no fue uno de nuestros mejores días," admitió Minho, rodando los ojos con un toque de humor. "Nuestro vocalista, I.N, me regañó porque me equivoqué en la tablatura. Estamos a una semana de la competencia, así que... hay mucha presión."
"Creo que puedo entender esa sensación" Jisung exclamó demostrando empatía. "A veces siento que el tiempo se acaba y no logro hacer que las palabras encajen. Debe ser difícil cuando es un equipo."

"Lo es," asintió Minho. "Pero supongo que es parte del proceso, ¿no? Frustraciones y todo. ¿Puedo preguntar sobre qué es el poema que estás escribiendo?"
Jisung dudo un poco, pensaba en cómo responder. "Es... sobre los momentos que pasan desapercibidos. Cosas pequeñas que a veces la gente no nota pero que son realmente importantes. Ya sabes, los detalles que cuentan."

Minho lo miró con interés, impresionado por la profundidad de la respuesta. "Eso suena muy... bonito, en realidad"

Ambos chicos pasaron toda la tarde compartiendo sueños y esperanzas. A pesar de haberse conocido ese mismo día, la conexión que sintieron era tan especial que parecía que se conocían de otra vida. Era como si el destino los hubiera unido.

La noche finalmente cayó, y llegó la hora de despedirse.

Los dos salieron de la cafetería, caminando uno al lado del otro."Fue un gusto hablar contigo, Minho," dijo Jisung, con una sonrisa tan brillante que Minho podría jurarar que era la más hermosa del mundo.

"Ah, también fue un gusto," respondió Minho, sintiendo un nudo en el estómago por la posibilidad de ser rechazado. "Deberíamos hacerlo otra vez..."Para su sorpresa, el rostro de Jisung se iluminó aún más, y respondió con entusiasmo. "¡Por supuesto!" Se despidieron con sonrisas y promesas implícitas, tomando caminos opuestos hacia sus hogares.
Ambos iban muriendo de felicidad, sintiendo que acababan de conocer a alguien que querían tener a su lado para siempre. Pero la dicha se desvaneció rápidamente cuando se dieron cuenta de un pequeño pero crucial detalle: ninguno había pedido el número del otro.

"¡Ay, mierda!" exclamó Jisung al aire, frustrado con su propia torpeza. ¿Cómo había podido olvidar pedir el número de Minho? "Por eso nunca consigo novio," murmuró, molesto consigo mismo.
Sé detuvo por un momento, mirando hacia atrás, debatiendo si debería regresar. Pero tras pensarlo un poco, decidió seguir su camino a casa. Ya era tarde y no quería preocupar a su madre. Además, Minho había mencionado que solía ir seguido a esa cafetería. Lo encontraría de nuevo, de eso estaba seguro.

 Lo encontraría de nuevo, de eso estaba seguro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 27 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

té para tres ~ minsung storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora