En los pasillos silenciosos de la sede del BAU, Aaron Hotchner caminaba con paso firme, aunque su mente estaba lejos de los casos pendientes y las estrategias por venir. Desde que Lizzy Caine había llegado al equipo como consultora externa, nada hab...
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El día de la partida finalmente había llegado. Lizzy, Aaron y Jack se dirigieron al aeropuerto de Miami, listos para su vuelo a Washington. Lizzy se sentía una mezcla de nervios y emoción mientras caminaba junto a Aaron, sosteniendo la mano de Jack.
Aaron, notando la tensión en Lizzy, le dio un apretón reconfortante. "Todo irá bien, Lizzy. Estamos juntos en esto."
Lizzy asintió, agradecida por el apoyo de Aaron. "Lo sé, Aaron. Es solo que voy a extrañar tanto a mi familia. Pero sé que este es el mejor paso para nosotros."
Mientras caminaban hacia la puerta de embarque, Lizzy vio algo que la dejó sin aliento. Allí, esperándolos, estaban Horatio, Marianella, Nina y Theo, todos con grandes sonrisas en sus rostros. Lizzy se detuvo en seco, sus ojos llenándose de lágrimas.
"¡Sorpresa!" gritó Nina, corriendo hacia Lizzy para abrazarla. "No podíamos dejarte ir sola."
Lizzy soltó la mano de Jack y corrió hacia su familia, abrazando a cada uno de ellos con fuerza. "¡No puedo creer que estén aquí! ¿Qué están haciendo?"
Horatio, con su habitual calma, sonrió y le dio un abrazo cálido a Lizzy. "Decidimos que no podíamos dejarte ir sola a Washington. Todos hemos tomado unas vacaciones para poder estar contigo en esta nueva etapa."
Marianella, con lágrimas en los ojos, acarició el rostro de Lizzy. "Queremos estar allí para apoyarte, hija. No podríamos dejarte ir sola."
Theo, siempre comprensivo y cariñoso, puso una mano en el hombro de Lizzy. "Hermana, hemos pasado por tanto juntos. No te dejaremos sola en esto."
Aaron, observando la escena con una sonrisa, se acercó y abrazó a Lizzy por detrás. "Tienes una familia increíble, Lizzy. Estoy feliz de que estén con nosotros en esto."
Jack, con una sonrisa de oreja a oreja, corrió hacia Horatio. "¡Abuelo, vienes con nosotros a Washington! ¡Qué genial!"
Horatio levantó a Jack y lo sostuvo en sus brazos. "Sí, Jack. Vamos a tener muchas aventuras juntos en Washington."
Con el corazón lleno de alegría y gratitud, Lizzy ayudó a su familia a organizarse para el vuelo. Horatio y Marianella habían hecho todos los arreglos necesarios para sus vacaciones, y Nina y Theo estaban entusiasmados por la aventura que les esperaba.
Mientras esperaban para embarcar, Aaron observó a Lizzy con una sonrisa. "Esto va a ser increíble, Lizzy. Tener a tu familia con nosotros hará que esta transición sea mucho más fácil."
Lizzy asintió, sus ojos brillando con emoción. "Sí, Aaron. No podría pedir nada más. Estoy tan feliz de que todos estén aquí."
El vuelo transcurrió sin incidentes, y pronto aterrizaron en Washington. La ciudad los recibió con un clima fresco y agradable. Lizzy se sintió revitalizada al respirar el aire fresco y observar los paisajes urbanos.
Horatio, con su habitual calma, se acercó a Lizzy. "Estás haciendo lo correcto, Lizzy. Washington te necesita tanto como tú los necesitas a ellos. Estamos aquí para apoyarte en cada paso del camino."
Lizzy lo abrazó con fuerza. "Gracias, papá. No podría hacer esto sin ustedes."
Con el apoyo incondicional de su familia, Lizzy se sintió más fuerte y capaz de enfrentar cualquier desafío que la BUA le presentara. Sabía que, con Aaron, Jack, y su familia a su lado, no había nada que no pudiera lograr.
En los días siguientes, Lizzy se integró rápidamente a su nuevo equipo en la BUA, ganándose el respeto y la admiración de sus colegas. Aaron, Jack, Horatio, Marianella, Nina y Theo exploraron la ciudad y se instalaron en sus nuevas rutinas, disfrutando de cada momento juntos.
Una noche, mientras caminaban por uno de los parques de Washington, Lizzy se detuvo y miró a su familia con gratitud. "No sé cómo agradecerles por todo esto. Ustedes son mi fuerza y mi inspiración."
Horatio, con una sonrisa paternal, respondió: "Lizzy, somos una familia. Siempre estaremos aquí para apoyarte, sin importar dónde estemos."
Aaron, sosteniendo la mano de Lizzy, añadió: "Juntos, podemos enfrentar cualquier cosa. Este es solo el comienzo de una maravillosa aventura."
Con el corazón lleno de amor y esperanza, Lizzy miró hacia el futuro con confianza. Sabía que, con su familia a su lado, no había nada que no pudiera lograr. Washington era su nuevo hogar, y con el amor y el apoyo de su
El equipo del BUA estaba enfrascado en la persecución de un asesino en serie con un patrón específico de secuestros. Lizzy, debido a sus características físicas que coincidían con las víctimas preferidas del criminal, se ofreció voluntaria para ser cebo. A pesar de las objeciones iniciales de Aaron, quien estaba profundamente preocupado por su seguridad, Lizzy insistió en ayudar, convencida de que era la mejor manera de capturar al delincuente.
En una reunión estratégica en la oficina del BUA, Lizzy se puso de pie frente a su equipo, emanando determinación. "Lo haré", anunció con voz firme. "Entendemos cómo opera este tipo, y sé que puedo usar eso a nuestro favor."
Aaron frunció el ceño, preocupado. "Lizzy, no puedo permitir que te expongas de esta manera. No sabemos qué tan peligroso puede ser."
Ella se acercó a él, colocando una mano tranquilizadora en su brazo. "Aaron, confía en mí. Somos un equipo y tenemos un objetivo aquí. Juntos lo lograremos."
El plan se puso en marcha rápidamente. Lizzy salió a la calle bajo la vigilancia discreta de todo el equipo, mientras Aaron monitoreaba cada movimiento desde la base. La tensión era palpable mientras Lizzy caminaba con determinación por las calles de la ciudad, consciente de que en cualquier momento el asesino podría aparecer.
La noche avanzaba lentamente hasta que finalmente, el criminal hizo su movimiento. Lizzy, siguiendo el protocolo establecido, atrajo su atención y lo condujo hacia un área predefinida donde el equipo estaba listo para intervenir.
El asesino se aproximó a Lizzy con cautela, seguro de haber encontrado a su próxima víctima. Antes de que pudiera actuar, Lizzy lo confrontó con una valentía sorprendente. "Puedo tener el perfil que buscas: rubia, de baja estatura, bonita y joven", comenzó, manteniendo su compostura. "Pero te olvidas de una cosa importante. Soy la esposa del líder de este equipo y la hija de un teniente. No deberías subestimarme, corazón."
El asesino se detuvo, desconcertado por la audacia de Lizzy. Antes de que pudiera reaccionar, Morgan y el equipo entraron en acción rápidamente, asegurándolo sin incidentes mayores. Lizzy, con una sonrisa de satisfacción, colocó su bota de plataforma sobre su espalda mientras Morgan le ponía las esposas con precisión.
Aaron, quien había observado la escena con el corazón en un puño desde la distancia, se acercó rápidamente a Lizzy. Su rostro mostraba una mezcla de alivio y orgullo desbordante al ver a su esposa ilesa y exitosa en la misión. Sin poder contenerse, la abrazó con fuerza, demostrando cuánto la admiraba y deseaba en ese momento de triunfo y seguridad compartida.
"Estoy tan orgulloso de ti", murmuró Aaron, sus palabras cargadas de gratitud y amor. "Eres increíble, Lizzy. Nunca dejas de sorprenderme."
Lizzy correspondió al abrazo con cariño, sintiendo la conexión profunda entre ellos fortalecerse aún más en ese momento. "Lo hicimos, Aaron", susurró ella con ternura. "Somos un gran equipo."
