capitulo 1 - la llegada

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Narra lana.

Dicen que la belleza es relativa, pero creo que con ella fue una excepción. Es realmente bella y creo que todas las sirvientas en el palacio lo están notado, porque no dejan de verla mientras se presenta ante mi.

Una inclinación tan elegante, aveces me hacen olvidar el puesto que tengo. Aunque soy la hija más pequeña de cuatro niños y cinco niñas, yo soy la número cinco. Es por eso que no soy tan relevante, soy como la que sobra y se metió de la nada a la familia.

Muchos suelen llamarme rebelde, yo le dijo, valentía.

-buenos días, joven doncella-sonrío dándole ánimos-margarita te dirá que hacer y dónde poner tus cosas, te espero en mi alcoba más tarde.

Mi mirada fue hacia margarita la cual me dio una inclinación de cabeza, yo no tarde en volver a subir las escaleras y ir a mi alcoba mientras sentía un extraño cosquilleo.

Unos momentos más tarde, escuché como tocaban la puerta y luego se abría. Anna ya tenía el uniforme de doncella que es del color de la bandera del reino, se veía perfecta en el atuendo y hasta podría decir que se veía muy sensual. Los colores combinaban con su piel, tan bien.

Me pongo de espaldas mientras veo hacia el espejo grande frente a mi, Anna comienza a desatar mi corset poco a poco. Todo iba realmente bien, prometo que está guardando mis perversidades para mí misma pero sus dedos rozando mi piel desnuda y me hicieron temblar un poco.

Vi a través del espejo, vi su reflejo mientras me quitaba el corset y después la tela debajo del vestido. Mi desnudes estaba apunto de ser revelada mientras sus manos eran lo suficientemente delicadas en mi piel ahora caliente.

Solté un suspiro cortado cuando me quitó por completo el vestido, sabía que no debía sentir esto, apenas la conozco y aparte se que es nueva y no merece ser asustada y usada de esa manera.

-puse a calentar agua para su baño, princesa.-la voz de Anna me saco de mi trance y mis mejillas se pusieron rojas-la ama de llaves me dijo que le gustas bañarse dos veces al día.

-Si, así es-dije mientras me daba la vuelta para ver a Anna y note como sus mejillas se ponían algo rojas pero había algo en su rostro, disgusto o algo parecido-puedes salir si te incómoda, te llamaré cuando necesite vestirme.

-por supuesto princesa, pero primero debo poner el agua caliente en la tina-exclamo Anna mientras rápidamente se daba la vuelta y salía de la alcoba.

Cuando regreso, tenía dos baldes de agua hirviendo. Fue al baño y después dio una reverencia antes de salir de mi alcoba, dejándome sola y desnuda.

Me hubiera gustado retenerla.

Saque ese pensamiento de mi cabeza y fue a la bañera, y me hundía en el agua. Estaba a la temperatura perfecta, ni siquiera tuve que decirle cuál era mi temperatura favorita.

Cerré los ojos y lo único que tenía en la mente era a Anna, sus mejillas sonrojadas y su reverencia.

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⏰ Última actualización: Jun 30 ⏰

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