Entre Socios

One Shot

Hace un tiempo, Navia estaba convencida de que Aether era alguien destinado a encontrarla, todo lo que hizo desde que le ofreció ser su socio no lo había hecho ni sus íntimos guardaespaldas Melus y Silver.

Tenía todo lo que puede haber de un caballero, un sentido de la ayuda imposible de superar, un aspecto infravalorado pero que contaba con la experiencia de batallas al borde de la muerte, guapo y humilde.

Además de irlo conociendo, se interesaba cada vez más en el viajero hasta el punto de suspirar cuando pensaba en él.

Melus y Silver la apoyaron si deseaba conquistar a Aether.

Navia cayó en el amor por el viajero rubio, estaba feliz por eso y quería decírselo. Necesitaba saber si tenía oportunidad de salir, experimentar sus sentimientos para ver si puede ser correspondida.

No es una experta del amor, a pesar de estar en Fontaine, una nación que tiene el tema como una de sus características principales.

Ella se lo preguntó personalmente un día caminando por los campos cercanos a la Ópera.

Desafortunadamente, Aether no estaba para esas cosas, su único objetivo es y siempre fue pensar en la búsqueda de su hermana.

Pero el corazón de la joven líder no aceptaría un "No" de esa manera, ni siquiera lo habían intentado y le sorprendía el hecho de que el mismo Aether no pensara en tener una pareja solo por estar en medio de un largo viaje.

Pero, ¿qué relación podía tener con Aether en la que sientan cariño o algo de amor y no se acerque tanto a un noviazgo?

Navia encontró la fórmula perfecta, se la contó y él terminó aceptando a sus súplicas, confiaba que pudieran compartir un sentimiento cálido, a la vez que no pasaran la línea de simples socios y amigos.

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Aether estaba nervioso, nunca antes había tenido una relación tan cercana con alguien en Teyvat y en ninguna parte. Pero le dió la oportunidad a Navia, sintiendo algo de curiosidad de como se llevarían las cosas, sin tratar de convertirse en pareja oficialmente.

Él no la rechazó, pero fue claro que solo estaba centrado en su hermana.

Desde la mañana siguiente, iba a notar los cambios repentinos y ligeros en su elegante socia de cabello rubio con ojos azules.

El primer cambio en Navia fue una parte de su ropa, no había ninguna diferencia, pero la parte donde se concentran sus pechos...estaba más visible.

Aether observaba como los pezones se presionaban a la tela de la camisa blanca encima de su traje negro, no tenía un sostén puesto.

Quizás porque reconoce a Navia cargando la misma ropa y pasa mucho tiempo con ella, descubrió el detalle mientras tomaba su café.

El rubio no sabía que decir, no quería verse como un pervertido que la vió si le mencionaba el detalle, sin embargo, tratar de ignorarlo solo le da la opción de desviar la mirada mucho tiempo para no ver tanto a Navia.

¿Qué estaba pensando Navia en ese momento?, le pareció buena idea dejarse caer en la mesa donde fueron a comer, haciendo más evidentes los pezones llamando a Aether y que mirara.