En Las Estrellas (JORI)

el encuentro

Victoria, mejor conocida como Tori, suspiró mientras observaba las gotas de lluvia caer sobre la ventana de aquella cafetería. El día había comenzado radiante y con una especie extraña de emoción y felicidad para la castaña. Su manager le había autorizado unas pequeñas vacaciones después de la gira que había tenido y esa mañana decidió comenzar los preparativos de sus vacaciones.

Tenía muchos planes, quería visitar a su hermana, Trina, quien ahora era una feliz mamá a lado de Beck, uno de sus mejores amigos. Nunca imaginó que ellos dos terminarían juntos, no después de como sucedieron las cosas en el último año.

Una sonrisa involuntaria se apoderó de aquellos labios. Recordaba su último año con alegría y a la vez nostalgia. Cada uno de sus amigos había tomado un camino distinto. Beck y Trina, por muy sorpresivo que fuera, comenzaron a salir después de la última presentación en vivo en el asfalto café y cuando ambos se convirtieron en actores famosos, todo mundo se enteró de su relación.

A la castaña le tomó por sorpresa sin embargo, felicitó a ambos por la decisión y cuando se enteró de su compromiso, la castaña no pudo hacer otra cosa más que saltar y llorar de alegría al lado de su hermana.

Tori anheladaba un amor así.

Su mejor amigo, André, se convirtió en un gran productor. Él ha ayudado a lo largo de estos años a Tori en su carrera, creando increíbles hits para ella, una manera de catapultar la carrera de ambos. Después de ciertos rumores de un romance entre los dos, Tori y André decidieron alejarse por un tiempo. Después de dos años, ninguno de los dos se ha vuelto ha involucrar en la vida del otro.

Deseaba tener a su mejor amigo de nuevo en su vida.

Y Cat, una de sus mejores amigas y la más especial, se convirtió en una super estrella pop. Tori celebró cada logro y cada récord obtenido por aquella chica. Ambas se habían distanciado sin embargo aún mantenían un poco de comunicación. Las reuniones eran escasas, la última vez que se les vio juntas, fue durante el último concierto de Victoria en Los Ángeles, donde Cat fue la invitada especial esa noche.

Su amistad aún se mantiene aún después de todo.

Y Jade... Jade West sólo un día dejó de responder los mensajes que Tori enviaba. No le había molestado, después de todo, ella tomó su camino, se convirtió en una increíble y famosa escritora de terror. Debía admitir que admiraba mucho aquel trabajo de la pelinegra, como lograba trasmitir una mezcla de afonía, miedo, pánico y tristeza a la vez en cada uno de sus trabajos.

Tori ocultaba que era gran fan de Jade.

Sabía muy poco gracias a Cat y André pero ninguna de las dos se volvió a ver después de su último encuentro. Una reunión improvisada por Robbie, quien después de tantos intentos, se volvió en un famoso modelo. En aquella reunión, la vieja pandilla volvió a hacer lo que eran antes, viejos e increíbles amigos.

Pasaron la tarde entre broma y broma, compartieron sus logros y cada uno se alegró por el otro pero Jade no podía quitar sus ojos de aquella castaña que había cambiado con el paso de los años.

Tori volvió a suspirar, su plan de salir de viaje se había retrasado por aquella tormenta, no quería salir y arriesgarse, tampoco tenía prisa. Había quedado con su hermana que la vería la mañana del sábado y apenas era jueves por la tarde. Bajó la mirada a su taza de café humeante, una sonrisa pequeña se adueñó de su rostro al ver aquel singular dibujo en su bebida.

—Tori Vega.

Su sonrisa se borró ante aquella voz tan conocida para ella. Levantó sus ojos con la sorpresa impresa en ellos. Lo primero con lo que se encontró fue con aquella enigmática sonrisa, que varias veces había visto en sueños. Fue subiendo hasta encontrarse con aquellos hermosos ojos.

¿Cuánto tiempo no había pasado desde la última vez que sus ojos se conectaron con los de Jade?

—¿Te sorprendí? —preguntó la pelinegra aún de pie pero con una enorme sonrisa en sus labios.

Había planeado todo este encuentro con Cat. Tenía tiempo planeando cruzarse por el camino de la castaña y al fin lo había logrado, con ciertos contratiempos.

—¡Jade! —exclamó Tori dejando su taza de café y poniéndose de pie para fundirse en un fuerte abrazo con aquella chica a quien había extrañado tanto.

Jade recibió gustosa aquel abrazo, cerró sus ojos y solo dejó que el dulce aroma de la castaña se mezclara con el suyo y se guardara en su memoria.

Había extrañado aquello, aunque nunca lo admitiría.

Ambas se alejaron, aún sonriendo, aún con la sorpresa y la emoción en sus rostros, ya no solo era una tarde lluviosa de jueves, se había vuelto en una tarde lluviosa increíble para las dos. Después de tantos años se volvían a ver, volvían a estar en el mismo espacio y en la misma habitación.

—Yo también te extrañé, Tori.

El primer capítulo de esta historia. Los capítulos serán cortos al igual que la historia. Espero que les guste y la disfruten.