Capítulo 1 - Espada perdida.
Cualquier arte marcial que contenga en ella conocimiento del manejo de una espada debe de abarcar una amplia cantidad de puntos para poder perfeccionar un estilo que puedan llamar propio y funcional. Los movimientos pueden ir desde el corte y la apuñalada, hasta la respiración y los movimientos de pies, todo estaba conectado como una pieza de relojería, si una pieza no estaba en su lugar, el reloj no podría comenzar a contar.
Un sistema perfecto, en donde el mínimo cambio puede afectar al resultado, permitiendo así que un corte fuerte no corte ni siquiera un tofu, pero un corte débil pueda partir el mismo hierro.
Golpe fuerte y golpe débil, paso largo y paso corto, respiración contenida y respiración continua, corte largo y corte corto, apuñalada rápida y apuñalada lenta, esquivar y bloquear, desviar y contraatacar, acercarse y alejarse.
Un artista marcial debe de percatarse del mundo que lo rodea y responder en consecuencia con lo que considera correcto, el resultado difiere según los artistas, pero solo una cosa es correcta.
Siempre debes responder.
Todo puede llegar a influir en una decisión, el viento, los sentimientos personales, el contrincante, el ambiente, el contexto, el arma y obviamente el propio artista marcial. Es necesario la práctica continua para llegar a un entendimiento suficiente para llegar a una respuesta óptima, pero es suficiente con tal de tener una respuesta al principio.
Un medio para un fin, una acción para una reacción, una causa para un efecto.
Inicias un golpe para lastimar, utilizas insultos para ofender, bloquear un golpe para proteger e ignoras cualquier ofensa para resistir.
Y utilizas una espada para matar.
"Bueno, es algo con lo que cualquiera debe de empezar" Un niño pelirrojo cierra el libro que tenía en sus manos.
Ese niño era Shirou Emiya.
Se encontraba en una habitación de suelo, paredes y techo de roca natural, parecía que estaba en una cueva artificial o algo así. El suelo era liso, las paredes parecían más desordenadas y ni hablar del techo, la habitación era la cúspide de lo monótono, sin nada que pueda interesar hasta el más bajo de los gustos.
La habitación era extremadamente sencilla tomando en consideración que apenas y contaba con una cama de piedra y paja mal hecha para el descanso de cualquier desafortunado que durmiera en ese lugar.
"Una semana desde mi llegada, este lugar es demasiado duro para un niño...o el cuerpo de uno" Si tuviera un espejo, Shirou lo utilizaría para mirarse a sí mismo en ese preciso momento.
Lo único que tenía a su disposición era el tamaño de sus extremidades.
Shirou tenía muchas, pero muchas preguntas para la situación en la que se encontraba ¿Dónde estaba? ¿Por qué el cambio de su cuerpo? ¿Qué era ese lugar? ¿Por qué estaba allí? ¿Qué había pasado con Rin y las chicas? ¿Cuánto tiempo había pasado en realidad?
Hasta ahora solo sabía que su cuerpo había rejuvenecido por alguna razón, no era el único en este lugar y había un grupo de personas que se encargan de alimentarlos y proveerles suficiente material de entretenimiento que todos trataban sobre entrenamiento y artes marciales.
El día anterior fue sobre artes marciales sin armas y antes de eso fue sobre artes marciales con lanzas y así hasta el primer día que fue sobre artes marciales con dagas.
Era extraño ese tipo de entretenimiento y más aún considerando que estaban obligados por las personas que los encerraban, si no terminan con la lectura, la comida y otros insumos necesarios serán completamente negados.
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Fate - Perpetual Moon
Fantasy[Fate x Martial World] Shirou despierta en una realidad que no es la suya, con la diferencia que aquí nadie conoce la magia y...¿vuelve a ser un niño? ¿Qué es eso de ser un cultivador o artista marcial? ¿Qué es la ciudad luna perpetua? ¿Qué se supo...