Prisionero segunda temporada

capítulo 11

A la mañana siguiente, el finlandés despertó más temprano que lo usual, pues este día tenía un motivo para hacerlo. Y decir que era temprano no era una broma, despertó a las 6 de la mañana, teniendo en cuenta que la comida a la que fue invitado era a las 4 de la tarde. Tenía mucho tiempo sin pasarlo con alguien más, ni siquiera veía a sus hermanos desde hace más de un año, y hasta apenas hace un día no había tenido contacto con otra persona, de verdad eso le agradaba mucho, él solía ser muy sociable y hablar mucho, Pero casi siempre estaba solo, si bien, esto no le molestaba, se había vuelto algo agobiante, sentía que se ahogaba en su soledad.

Después de despertar tan temprano se arregló, se puso la mejor ropa que tenía y peinó su cabello.

Después de terminar se puso un perfume que le había regalado un viejo amigo.

Mientras tanto, las cosas en la casa de URSS estaban muy tranquilas, todos estaban en sus habitaciones, a excepción de Georgia, quien estaba afuera de su casa, estaba sentada cerca de la puerta viendo hacia el bosque. Miró a la casa y después se puso de pie, después de eso comenzó a caminar, adentrándose lentamente en el bosque.

Un rato después escuchó un ruido, esto le llamó la atención, no era su padre o sus hermanos, no logró identificar el sonido de la persona que la estaba siguiendo. Decidió no tomarle importancia y siguió caminando

~ el dolor se va, solo quedan las marcas de lo que alguna vez te dañó ~ la georgiana se quedó confundida al escuchar esa voz pronunciar esas palabras, se giró y justo detrás de ella se encontró con Third Reich. A diferencia de lo que el Alemán habría esperado que sucediera, o la reacción que tuvieron sus hermanos, Georgia solamente sonrió

Georgia - así que no murió -

Reich - extraña reacción, jovencita -

Georgia - ¿Y que se supone que hace ahora? ¿Es un espíritu en busca de venganza contra mi padre o mi familia? -

Reich - algo así -

Georgia - ¿Y que se supone que hará ahora? -

Reich - nada, pensé que mi simple presencia, o el hecho de que recité una de las frases de tu diario te causaría algún temor o emoción parecida -

Georgia - ¿Así que nos está espiando? -

Reich - ¿Que? - ahora quien estaba asustado era Third Reich, sin duda la georgiana era un tanto extraña

Georgia - mi diario está guardado en un lugar secreto - saca de su suéter un collar con una pequeña llave - solo yo tengo la llave para poder sacarlo - guarda nuevamente la llave

Reich - sin duda eres una jovencita extraordinaria y un tanto inusual -

Georgia - ¿Enserio cree eso? - por un momento Third Reich parece ver una pequeña luz en la apagada mirada de la niña delante de él

Reich - si, sin duda serías una exelente aprendiz de alguien que sepa entrenarte -

Georgia - ¿Cómo quien? Según mí padre “Una mujer no debe hacer eso” y México no quiere entrenarme, se lo he pedido al menos diez veces - se cruzó de brazos

Reich - yo puedo entrenarte -

Georgia - ¿A cambio de que? - levanta una ceja

Reich - solo de que sigas mi legado e ideales -

Georgia - ¿No tienes ya un hijo que haga eso? -

Reich - mi pequeño Deutschland tiene a alguien más - se pone detrás de ella y tapa sus ojos - en cambio, tú mi pequeña aprendiz, estás sola en este mundo, ¿Quien más te entrenaría? - sin duda Third Reich sabia cómo manipular a alguien, Pero Georgia no lo aceptaría tan fácilmente