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Matteo 🍓

Observo las gotas de lluvia deslizarse por la gran ventana de mi oficina mientra repiqueteo mi lapicera sobre el escritorio. Estaba cansado y no veía la hora de llegar a casa.
Me vuelvo hacia mi trabajo apilado y suspiro, aunque rápidamente sonrio al ver la fotografía que se encuentra al lado de los papeles.

La playa se veía como un excelente lugar para estar en lugar de esta oficina, era un atardecer hermoso, aunque no tan bello como la chica de la foto, ella era la verdadera protagonista. Estaba riendo, una foto que yo había tomado y ella no se había dado cuenta; me encantaba, simplemente era ella.
Contemplo la foto por unos segundos sin borrar la sonrisa en mi rostro para luego fijar mi mirada en el globo de nieve al lado de la foto.
Las dos figuras entrelazadas daban la ilución de que bailaban al ritmo de una bella melodia, sonriendo y rodeados de nieve, tal como una de esas cursis películas de navidad.
Ese globo es de mis posesiones más preciadas.  El regalo perfecto de la chica perfecta. Sonrio de nuevo, dirigiendo mi mirada hacia la ventana que solo dejaba ver la lluvia de aquella fría noche.

Luna era la mejor chica que había conocido, no se lo había dicho a nadie porque probablemente nadie me creería teniendo en cuenta mi supuesta fama de mal novio.
Nunca estuve con alguien de manera seria, hasta que conocí a Luna en aquel evento de mi empresa en Cancún.
Tampoco nunca habia entendido hasta ese día porque la gente buscaba algo tan permanente. No entendía cual era el punto de estar con la misma persona la mayor parte de tu vida, ¿Cuál era el desespero? Pero todo eso cambio cuando la ví por primera vez .
Sus ojos verdes, su sonrisa, como se reía cuando le contaba mis chistes malos, su forma de ser...

Lo tenía todo más claro despues de varios meses, y ahora no me imaginaba una vida sin ella.

Salí de mi trance en cuando oí  un golpe en la puerta, mi mejor amigo Gastón, le hice una seña para que pasara.

- ¿Porque todavía estas aqui? - me pregunto el

- Estoy trabajando, no es obvio? - Gastón niega con la cabeza - ¿Qué quieres? - le digo de forma de broma

- Que salgas de aquí - lo miro sorprendido - Esta claro que tu cabeza está en otra lado, y te vez agotado, es mejor que vuelvas a casa - la preocupación de mi amigo me conmueve, y también me hace pensar.
No esperaba para llegar a casa, mis ojos ya estaban pesados y hacía un rato no tenía una noche de sueño decente. Pero pensar en casa inmediatamente me hizo pensar en Luna.

- La amo - le digo a Gastón que me mira con una expresión confundida

- ¿A quien? - pregunta

- A tu mamá - contesto - A Luna! ¡¿A quien más?! - añado de inmediato

- Wow, estas seguro? - asiento repetidas veces

- Nunca había estado tan seguro de nada en mi vida - me pongo de pie, mirándolo fijamente y los más serio posible, aunque se me hace difícil no sonreír al pensar en ella - Gastón, eso es lo que he estado sintiendo todos estos meses saliendo con ella; la amo tanto que hace que cada vez que la vea, o piense en ella mi corazón crezca un poquito, o que aún me sienta un poco nervioso cuando estamos en una cita, o cuando me mira a los ojos con esa mirada que tiene ella - Gastón solo asiente, claramente confundido, o asustado, a mi declaración - Estoy completamente enamorado de Luna, y la amo con todo mi ser y existencia - es como si me acabarán de echar un balde de agua helada encima, todo tiene sentido.
Y me sorprende el hecho de que me haya tomado tanto tiempo unir todas las piezas, pero había terminado de encontrar todas las palabras que describían los que sentía por Luna y llevaban a una única conclusión.

La amo.

Las palabras resonaban en mi cabeza, como si estuvieran rebotando por las paredes.

- ¿Vas a hacer algo? - me pregunta Gastón. Claro que si, tenía que hacer algo.

Asiento con la cabeza, y comienzo a recoger mis cosas para irme a casa, pero antes de ponerme mi chaqueta me giro hacia Gastón que solo miraba como frenéticamente daba vueltas por la oficina.

- ¿Tú crees que soy capaz de tal cosa? - le pregunto, empezando a dudar. No de mis sentimientos pero de mi mismo.
Tal vez lo que decía la gente sobre mi era verdad.

- Si - el asiente con seguridad - Claro que si Matteo - el se acerca a mi y deja su mano en mi hombro, reconfortándome - Te he conocido toda mi vida, y he visto como eras con cada una de las chicas con las que saliste, y nunca te había visto así. Desde que estas con Luna... Amigo, es como si hubieras encontrado algo que te faltaba y nunca lo supiste, y para mi eso es amor verdadero  - hace una pausa y me mira fijamente - Y antes de que preguntes, si, si creo que seas capaz de sentirlo - sonrio aunque sus palabras me dan vueltas en la cabeza, pero confiaba en Gastón, después de todo ya estaba casado, y con la misma chica que conoció en el bachillerato - ¡Ahora ve! - me agita por los hombros, así que agarro mi chaqueta y salgo, casi corriendo.

Conduzco como una persona decente pero que tiene prisa, y trato de llegar lo más rápido posible a su departamento.

Al llegar estoy un tanto agitado y me toma algunos segundos controlar mi respiración para no parecer un loco desperado, toco el timbre y espero pacientemente.
Cuando escucho sus pasos acercarse a la puerta mi corazón late rápidamente y con fuerza, como tratando de salir de mi pecho demostrando lo que tengo por decir.
Al abrir la puerta para un segundo, y el sentimiento cálido que Luna me genera se instala en mi pecho como es de costumbre.

- Matteo - dice Luna sorprendida - ¿Qué haces... - pero antes de que termine con su pregunta tomo su rostro entre mis manos y la beso.
Ella no se queja y me rodea por la espalda, y aunque es un beso un cuanto desesperado hago mi mayor esfuerzo por poner en el todo el amor que tengo por Luna, así que también es un beso suave y un poco lento que me llena de comfort, sonrio un poco antes de separarnos por la falta de aire. Ella también está sonriendo cuando la observo, y sus ojitos verdes que tanto me encantan brillan más de lo normal.

- ¿Qué fue eso? - me pregunta divertida, pero genuinamente intrigada mientras cierra la puerta detrás de mi.
Yo solo la miro sonriendo cada vez más, mi cara completa demostraba mi sonrisa.

- Matteo ¿Qué pasa? - me pregunta de nuevo tomándome de las manos, yo solo podía pensar "¿Cómo eres tan perfecta?"

- Te amo - susurro mirándola a los ojos y apretando sus manos, siento el corazón en la garganta al pronunciar esas palabras

Luna ahoga un suspiro, como si no se lo creyera, y aunque no se si ese es el caso, la beso de nuevo, con exactamente, el mismo sentimiento, como diciéndole que lo que acababa de escuchar era cierto.
Sonríe en el beso, lo que me indica que si entendió lo que quería decir, al separarnos ella susurra de vuelta

- Yo también te amo - y suspiro, porque nunca pensé que esas palabras fueran a tener un efecto en mi, pero me puse tan contento que sentí mi corazón hincharse y explotar de alegría.

Simplemente abrace a Luna, la rodee por la cintura con fuerza y escondí mi rostro en su cuello y ella me rodeo el cuello apoyando su cabeza en mi hombro.
Nos quedamos así un rato, porque no la quiero dejar ir, quiero que este segura de que eso es lo que siento, y que nunca dude de si es verdad o no.

- ¿Te quedas a cenar? - me pregunta ella después de un rato y yo solo la miro con una sonrisa y asiento.

Más tarde, ambos listos para dormir, yo rodeando su cintura y ella con su espalda en mi pecho dejo un beso en su cabeza y repito

- Te amo - ella se gira y me mira también con una sonrisa

- Te amo


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Hello otra vez :)

Bueno, tenia que aprovechar las vacaciones jsjs, gracias a Dios no me dio pereza. Also, espero q este os si tenga sentido, porque hay algo como q me dice lo contario 😔 Espero q si les guste

Cuando vuelva a parecer? No se 🫣 pero en algún momento aparezco asjk

Gracias por leer

Byeee



One Shots - LutteoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora