El destino de los tres: TodoBakuDeku en Musutafu

Capitulo 2:Desafios Emergentes

Capítulo 2: Desafíos Emergentes

Después del intenso incidente en la cafetería, la vida en la U.A. tomó un giro más introspectivo para Izuku Midoriya, Katsuki Bakugo y Shoto Todoroki. La noticia de su enfrentamiento exitoso con los villanos se extendió rápidamente por los pasillos de la escuela, generando tanto admiración como nuevas expectativas para los tres héroes en ciernes.

Izuku caminaba por los pasillos de la U.A., absorto en sus pensamientos, mientras reflexionaba sobre la batalla y la dinámica emergente entre él, Katsuki y Shoto. Se preguntaba qué significaba realmente trabajar como equipo y cómo podrían complementarse mejor para enfrentar futuros desafíos. Sus estudios sobre héroes modernos ahora parecían más pertinentes que nunca, y tomó notas mentales sobre las estrategias y tácticas que podrían adaptar para mejorar su propia coordinación de equipo.

Mientras tanto, en el gimnasio de la escuela, Katsuki se encontraba entrenando intensamente, decidido a perfeccionar sus explosiones para que fueran aún más precisas y poderosas. La batalla había demostrado la importancia de controlar cada detalle de su Quirk, no solo para derrotar a los villanos, sino también para proteger a los civiles y a sus compañeros de clase.

En otro rincón de la escuela, Shoto exploraba nuevas técnicas para equilibrar mejor su uso de fuego y hielo. Su habilidad para controlar ambos elementos se había vuelto fundamental en la batalla, pero ahora buscaba métodos más eficientes y efectivos que pudieran maximizar su capacidad para responder a diferentes amenazas.

Esa tarde, Aizawa-sensei los convocó para un ejercicio de simulación de rescate en equipo. Los tres fueron asignados juntos en un escenario que recreaba un edificio en llamas con civiles atrapados en su interior. La misión era clara: coordinarse para salvar vidas mientras enfrentaban desafíos desconocidos y presiones intensas.

El ejercicio resultó ser más desafiante de lo esperado. Aunque Izuku, Katsuki y Shoto compartían un objetivo común, sus personalidades y estilos de combate chocaban en momentos críticos. La falta de comunicación clara y la comprensión mutua pusieron a prueba su capacidad para trabajar en equipo.

Sin embargo, a medida que avanzaba la simulación, comenzaron a sincronizar sus movimientos y a anticipar las acciones de los demás. Izuku aportaba su velocidad mejorada y agilidad estratégica para dirigir el rescate, Katsuki despejaba el camino con explosiones controladas y rápidas, mientras que Shoto utilizaba su combinación única de fuego y hielo para proteger a los civiles y enfriar las áreas peligrosas.

Después del ejercicio, exhaustos pero llenos de determinación, regresaron al dormitorio de Izuku para analizar sus desempeños y discutir cómo podrían mejorar como equipo.

—Necesitamos mejorar nuestra comunicación y coordinación —comentó Izuku, con seriedad. —Si podemos prever los movimientos del otro, podremos actuar más rápido y con mayor eficacia cuando estemos en el campo.

Katsuki gruñó en respuesta, pero asintió. Sabía que, aunque prefería trabajar solo, aprender a confiar en sus compañeros de clase era crucial para su crecimiento como héroe.

Shoto, siempre calmado y observador, agregó con tranquilidad: —Debemos conocernos no solo como compañeros de clase, sino como aliados en el campo de batalla. Solo así podremos aprovechar al máximo nuestras habilidades individuales y trabajar como un equipo verdadero.

Los tres héroes se comprometieron a entrenar más duro y a apoyarse mutuamente en sus fortalezas y debilidades. A medida que la noche caía sobre Musutafu, el vínculo entre Izuku, Katsuki y Shoto se fortaleció, listo para enfrentar los desafíos que el destino les tenía preparados como un equipo unido de héroes.