No Tan Extraños en un Tren

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Noche. En el vagón restaurante de un tren, un apuesto cuarentón se acerca a una mesa donde cena a solas una atractiva mujer de parecida edad.

-¿Me permite que me siente a su lado? -habla el galán-. Las demás mesas están ocupadas y no queda un sitio libre.

-Claro, ¿cómo no? -responde la mujer-. Tome asiento, por favor. Comeremos y conversaremos; conversaremos y nos conoceremos.

-Gracias, es usted muy amable. Poco hay que conocer de mí...

-Empiece por decirme cómo se llama.

-Es un buen comienzo... Me llamo Walters, Raúl Walters.

-Y yo Winters, Rebecca Winters.

-Un verdadero placer, Rebecca Winters.

-Dígame, señor Walters, ¿va a pagarme la cena?

-¿Es el precio por cenar en su compañía?

-No, simplemente no me apetece sacar el monedero del bolso.

-Está bien, pagaré; es lo menos que puedo hacer por una mujer como usted.

-¿Una mujer como yo?

-Atractiva, elegante, seductora...

-¿Seductora? ¿Y cómo sabe que soy seductora?

-La he estado observando desde que la vi atravesar el andén. Los hombres no la quitaban ojo de encima, ¿sabe?

-¿Usted también subió en Gante?

-Así es... Dígame, ¿viaja siempre en primera?

-Siempre que el dinero me lo permita.

-¿Hacia dónde se dirige?

-A Bruselas; aún faltan tres estaciones.

-¿Allí vive usted?

-Así es....

-¿Viaja sola, señorita Winters?

-Sí; pero me esperan en la estación.

-¿Quién la espera?

-¿Acaso le interesa? ¿Por qué?

-No lo sé... ¿Por qué nos interesamos por personas que ni siquiera conocemos?

-No lo sé; dígamelo usted, señor Walters.

-Supongo que porque vemos en ellas algo que nos atrae, que nos atrapa.

-¿Qué le llamó la atención de mí?

-Su melena rubia, sin duda. Su melena rubia y su mirada de mujer fatal...

-¿Mi melena rubia? ¡Vaya! Pues procuraré no teñírmela ni cortármela nunca.

-¿Por qué no? ¿Desea usted agradar a los hombres?

-¿Qué mujer no lo desearía?

-¿No me dijo que la esperaba alguien en la estación?

-No le dije quién era ese alguien.

-Ya sabemos que se trata de su marido, no trate de disimularlo.

-¿Cómo está tan seguro?

-Su anillo de compromiso la delata.

-Qué agudo es usted. ¿Es pariente de Sherlock Holmes?

-Digamos que soy muy observador.

-¿Observador?

-Del género humano, concretamente.

-Hábleme de usted. ¿A qué se dedica?

-Soy escritor.

No Tan Extraños en un Tren (historia corta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora