capitulo 37: Una vida comienza en un mundo cruel

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Advertencias capítulo solo para +21 puede contener temas sensibles

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Era cierto, el amor me cegaba ya que Ismael era más dolores de cabeza lo que me daba, pero aún así lo quería. ¿Capricho?¿Amor? No lo sabia aun, y tampoco me interesaba saberlo.
-¡Ven Lisandro ayúdame a preparar la cena!.

Me quite el hayib para cocinar más tranquilo; mientras Lisandro lavaba las verduras yo  pelaba las papas; eran 6 papas medianas las cuales corte para que Lisandro las lave, y ponga a hervir.
Me encantaba cocinar, Ismael lo odiaba a pesar que su comida sin dudas era exquisita el odiaba acercarse a la cocina, siempre cocinando enojado o quizas era como se sentía y no la cocina en sí.
Yo pique las cebollas, junto con aquel morrón rojo que su color sin dudas era tan encantador daba ganas de comérmelo así como si fuese una fruta.
—Santiago ¿Qué haces? ¿Por qué te estas comiendo el morrón? —Yo no sabía que decirle tenía el morrón en la mano con una mordida y yo con  resto de morrón en la boca. —Yo no sé. —En serio no lo sabia, no sabia en que momento lo mordí. Lo seguí picando para luego al picar la zanahoria morder esta también.
—En serio estas bien.
—Sí —Puse a dorarlas para luego colocarle la carne a cocinar junto con la sal y condimentos, hecho esto cole las papas  y hice un pure lo esparci sobre una bandeja para luego colocar la carne cocida y cubrirla con otra capa de papa, lo metí al horno a que se unifique.
Mientras preparaba un jugo para acompañar la comida, y Lisandro cortaba una ensalada.
—Debes cortar así despacito —lo iba guiando para que no vaya a cortarse un dedo.
—Santiago, no se que me paso ayer, quería tocarte todo, pero al mismo tiempo no. Quería que me abrazaras y al mismo tiempo tenía una necesidad de estar solo ¿que fue que me paso?
—Lisandro, eres un niño, estas confundido con las hormonas a full, tu cuerpo estas experimentado cambios. Resulta que eres un Alfa y tu no estabas preparado para tal cosa, pero yo te voy a guiar para que puedas manejarlo bien. —Lo abracé para calmarlo, ya que se le habían aguados los ojitos; lo solte y se puso a preparar los platos para la cena. Por lo que llamé a los mellizos: ¡A comer!
Los mellizos llegaron enseguida, sin duda eran encantadores, le sirve una porción mediana de pastel de papas y ensalada a cada uno, Luego una porción un poco más grande para mi y Lisandro, y una grande para Agustín que seguía encerrado en su habitación llorando.
—iré a llevarle esto a tu madre, ustedes  coman sin mi.
—Nuestra, Santiago, nuestra
—Esta bien lisandro, nuestra —Me acerque al cuarto y toque dos veces —¡Toc toc! ¿Puedo pasar? —Abriendo un poco la puerta para ver a Agustín allí sentado carisbajo sus ojos rojos e hinchados de tanto llorar —Sí.
—Te traje para que comas, un rico pastel, debes comer por tu bebé.
—No se si quiero tenerlo, el hijo de un impostor, mi esposo murió —Empezando a llorar, pero ya no tenía lágrimas estaba seco.
—No digas eso Agustín, tu bebé no tiene la culpa.
Aparte ya tiene 5 meses, podrías morir y dejarías a Lisandro solo, bueno no. Yo siempre veré por el, pero yo no puedo perder otra madre. No puedo menos ahora que más lo necesito. —El me abrazo mientras yo lloraba debido a lo sensible que estaba.
—Sí se pudiera adoptar adultos sin dudas lo haría Santiago, sin duda. A ver que cocinaste —tomando el plato —Umm que rico pastel de papas. —En eso veo que llegan Lisandro y los mellizos cada uno con  sus platos y el mio —Tardan mucho y vinimos, comeremos aquí con ustedes se sentaron en la cama: empezaron a comer y reírse un mellizo a lado mío otro a lado de Agustín.
—¡Traidores! Me dejan solo, pero ya verán cuando nazca mi sobrino y mi hermano, este cuerpito solo estará para ellos —haciéndose el ofendido con los mellizos.
—Tú tu vas a tener un bebé —el mellizo acariciaba mi nulo vientre —¿Qué va a ser?
—No lo sé.
—Hola bebé ¿Qué eres nene o nena? No responde.
—Todavía no esta desarrollado, es casi un porotito, así de chiquito.
—¿Puedo dormir contigo hoy?
—No, tienes tu cuarto.
—No quiero dormir solo, tengo miedo. No me gusta la casa nueva.
—Esta bien, pero solo por hoy.
Terminamos de comer, y lisandro lavo los platos, los niños se bañaron, cepillaron los dientes y se fueron a dormir conmigo. Ambos ya que  el otro mellizo también quería mimitos. Lisandro se acostó alli también, ni bien se durmieron los 3. Me fui para la cama de Lisandro para dormir cómodos soltando mis feromonas para que sintiese que yo aún estaba alli con ellos.
—Por fin solos, solo tu y yo bebé —hablandole a mi vientre —¿Qué serás? Ojale seas igual a tu padre, que tengas sus ojos, su cabellos, pero si sales a mi igual te amare mucho, mami te querra siempre. —Le hable toda la noche hasta quedarme dormido sonriendo pensando en como seria mi bebé. ¿Sería una niña o seria un niño? ¿Un Alfa, un Beta o un Omega? Pero si era un Impuro como yo, aquel miedo me hizo temblar. —Igual te amare, mami siempre lo hará aunque nos persigan toda una vida — con los ojos llorosos ante aquella cruel y triste posibilidad, la posibilidad de que mi hijo sea marginado por ser un Alfa, un  Alfa Impuro —ojalá fueses un Omega dominante al menos tendrías más posibilidades de no ser tan marginado como los son los Omegas y los Impuros.
Pero no importa mami te va querer y proteger siempre.

Continuara...

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