Capítulo 1: La llegada a la residencia de los Lan

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Wei Ying caminaba por los pasillos de la residencia Lan. Toda su vida había trabajado como sirviente para diferentes familias y ahora había sido vendido para ser el nuevo sirviente de la familia Lan. Era su primer día trabajando ahí y lo primero que le ordenaron fue darse un buen baño y usar las ropas claras que solía usar el resto del personal de la residencia. Aunque se sentía extraño sin sus ropas oscuras, la verdad era que los tonos claros también resaltaban su belleza y le daban un cierto toque de "inocencia" que sin duda le venía muy bien.

-Buenas tardes, mi nombre es Wei Ying y seré su nuevo sirviente- dijo mientras hacía una reverencia ante la cabeza de la familia y los dos jades de Lan.

Lan Qiren respondió dándole la bienvenida al joven sirviente, al igual que su sobrino Lan Xichen, mientras que el segundo jade de Lan no dijo ninguna palabra. Después de aquello Wei Ying se retiró tras otra reverencia a cumplir con sus tareas.

Primero que nada recibiría entrenamiento por parte de una de los sirvientes que tenían más tiempo trabajando para los Lan, así que Wei Ying se convirtió prácticamente en sombra de ellos, los seguía a todos lados y hacía exactamente todo lo que ellos hacína. Al cabo de unos días ya conocía bastante bien la forma en la que se trabajaba ahí e incluso como les gustaba el té a sus amos.

Cierto día hubo un problema con la cena, al parecer la cocinera había enfermado, así que Wei Ying tuvo la idea de preparar un platillo nuevo para sus amos.

-¿Que es esto?- preguntó Lan Qiren extrañado de ver aquel nuevo platillo que les acababan de servir.

-Mil disculpas, tuvimos un problema con la cocina pero estoy seguro que esta vieja receta les encantará- dijo Wei Ying -es una sopa que lleva costillas de cerdo y un ingrediente poco usual: raíz de loto, espero que les agrade- les dijo con una sonrisa.

Lan Wangji siempre fue muy exigente con la comida, casi nada le gustaba pero en cuanto dio el primer bocado a esa sopa en verdad quedó fascinado con su sabor.

-¡Vaya, si que está deliciosa esta sopa!- exclamó Xichen con una gran sonrisa -Ya era hora de probar algo nuevo en esta casa.

Wei Ying sonrió complacido al ver que les había agradado la comida y tras hacer una leve reverencia se retiró a la cocina, ahí solía comer con los demás sirvientes.

Más tarde, casi al anochecer, el joven sirviente se encontraba preparando la habitación del segundo jade para que cuando él vuelva de sus prácticas pudiera dormir. Dejó todo listo, ordenado e impecable y se disponía a salir de ahí cuando de pronto chocó con él en la entrada.

-Hanguang Jun... lo siento... no lo vi llegar... ya está todo listo para que pueda dormir- dijo mientras se retiraba tras una leve reverencia.

-Tu sopa realmente estuvo deliciosa- aquello hizo que Wei Ying se detuviera y sonrío por el cumplido, era la primera vez que Lan Wangji le dirigía la palabra.

-Gracias señor, me alegra que le haya gustado.

-Mañana por la tarde saldré al jardín, quiero que me tengas preparada la cesta- dijo su joven amo, quién a veces iba al jardín a visitar a sus conejos y siempre llevaba una cesta con algunas verduras para alimentarlos.

-Como ordene señor ¿Hay algo más que pueda hacer por usted?- tras decir aquello Lan Wangji negó y Wei Ying salió de ahí deseandole buenas noches y haciendo una reverencia.

Cuando terminó sus demás labores fue hacia la cocina a ayudar a lavar y a guardar todos los platos que se usaron en la cena, pronto todos los demás sirvientes terminaron sus labores y se despidió de ellos para él quedarse terminando de limpiar y ordenar la cocina. Aprovechó que no había nadie cerca y de la nada sacó un frasco de licor de arroz para beber un gran sorbo de este.

-¿Wei Ying? sabes que no se permite beber licor aquí- tras escuchar la voz de Xichen, el joven sirviente casi se ahoga con el licor.

-Ahhh... Zewu Jun... es usted- dijo aliviado de que no fuese Lan Qiren o en serio estaría en problemas -¿Necesita algo?-

-En realidad vine por algo de té... pero no te preocupes... yo lo preparo- dijo el mayor siendo que ya era algo tarde y comenzaba el descanso de todos los sirvientes de la residencia Lan.

-No... yo lo haré... después de todo estoy para servirle- dijo el menor mientras ponía agua a calentar en un cazo y después se subió en una de la sillas de la cocina para poder buscar el té que se encontraba hasta arriba de la alacena. El piso estaba mojado por el agua que había salpicado mientras lavaba los platos y por ende la silla resbaló haciendo que el joven sirviente casi cayera al piso de no ser porque Xichen reaccionó a tiempo y logró sostenerlo entre sus brazos.

-Gra... Gracias- dijo Wei Ying sonrojado, aunque ese movimiento fue planeado para poder terminar en los brazos del primer jade de Lan.

-Wei Ying... estás cansado... así que déjalo yo lo haré- habló Xichen en un tono suave y tras hacer que el menor se sentara preparó té para ambos. Una vez listo lo sirvió en dos tazas y se sentaron a beberlo en la mesa de la cocina mientras platicaban.

-Realmente la cena de hoy estuvo deliciosa ¿donde aprendiste a preparar esa sopa?- preguntó curioso el mayor mientras tomaba un sorbo de té.

-Bueno, yo crecí en Yunmeng, un poblado en donde la sopa de raíz de loto es muy popular por la cantidad de flores de loto que crecen ahí.

-¿Siempre has estado sólo?- preguntó Xichen.

-No siempre, luego de ser abandonado por mis padres fui a dar a un orfanato de Yunmeng- comenzó a relatar el menor, a quien encontraron abandonado en un campo de flores de loto aún siendo un bebé y por eso le apodaron "loto" antes de darse cuenta de que su verdadero nombre iba bordado en la frazada con la que el pequeño estaba envuelto - permanecí en el orfanato hasta los 15 años cuando comencé a trabajar como sirviente para varios clanes- continuó el menor.

-¿Cuantos años tienes?- preguntó Xichen curioso.

-Voy a cumplir 19 en octubre- contestó el menor para después dar un sorbo a su té.

Pasaron largo rato hablando hasta que se terminaron su té, para después irse ambos a dormir, ya era tarde y en la residencia Lan las luces se apagaban temprano sin excepciones, era una vieja costumbre de ellos.

-Bien, fue un gusto platicar contigo, deberíamos hacerlo más seguido- dijo Xichen mientras se levantaba de su asiento, él no miraba a Wei Ying solamente como a un sirviente, sino como a un amigo.

-Lo mismo digo, que descanse Zewu Jun- dijo el joven sirviente sonriendo.

-Igualmente- le contestó Xichen devolviendole la sonrisa y después de eso se fue hacia su habitación para después Wei Ying también irse a descansar.

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