Beomgyu se encontraba tirado en su cama boca arriba, un sentimiento muy familiar se instaló en su pecho. Extrañaba ciertos ojos oscuros, una cabellera castaña, unos labios bonitos, rosaditos y abultados que varias veces le pensó mucho en besarlos; y una voz que era como música para sus oídos.
Extrañaba a Yeonjun... era algo tonto porque literalmente se acababa de ir hace tan solo 20 minutos.
Sin pensarlo agarró su celular y lo llamó esperando pacientemente a que contestara.
¿Beomie?—
Escuchar su voz lo hizo emocionarse demasiado.
—Quizás te suene raro, pero te extraño.
Soltó sin más.
Yo también.—
Se podía imaginar sus mejillas rojizas y lo jodidamente adorable que se veía en ese momento.
—¿Te parece si nos vemos en el parque cerca de tu casa?
Está bien, te espero.—
Colgó la llamada con una gran sonrisa en su rostro y rápidamente salió de su casa para encontrarse con su bro.
Sí, otra cosa de bros es extrañarse, lo más normal del mundo extrañarse sólo 20 minutos después sin verse.
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