Capítulo único.

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Estabas enfrascada en preparativos para crear un ambiente perfecto para una noche romántica con tu novia, emocionada por tener al fin un día exclusivo para ambas después de tanto tiempo. Con cuidado, decoraste tu habitación para capturar la esencia del romance y la comodidad: luces tenues colgaban por las paredes, velas aromáticas con esencia de lavanda dispersaban un perfume que llenaba el aire, y pequeños bocadillos estaban dispuestos artísticamente en una bandeja sobre el sofá. Habías seleccionado una variedad de películas que abarcaban desde el terror hasta comedias ligeras.

Mientras tarareabas melodías suaves, una sonrisa jugaba en tus labios al imaginar la noche que tenías planeada. Justo entonces, un suave toque interrumpió tus pensamientos. Con un susurro de expectación, cruzaste la habitación rápidamente y abriste la puerta, lista para comenzar la velada memorable.

—Hola, querida —dice Vaggie, su voz vibrante de emoción y sus mejillas ligeramente ruborizadas al verte.

—Hola, cielo. ¿Lista para esta noche? —respondes con entusiasmo.

—S-sí, querida. Estoy realmente emocionada —admite Vaggie, aunque captas un ligero temblor en su voz que delata su nerviosismo.

—¿Pasa algo, Vaggie? Pareces un poco tensa —preguntas, mirándola mientras le acaricias el brazo suavemente.

—B-bueno, hace tiempo que no nos dedicamos un momento solo para nosotras. Estoy algo nerviosa, jajaja —Vaggie intenta reír para disimular su ansiedad, buscando en tus ojos algo de tranquilidad.

—Yo también estoy un poco nerviosa. Han pasado muchas cosas últimamente, pero ahora finalmente podemos disfrutar de algo de tiempo juntas —dices, sonriendo y entrelazando tus dedos con los suyos. —Pero ven, pasa, he preparado todo para que sea perfecto.

Vaggie al entrar a la habitación se detiene en el umbral, visiblemente impresionada por el ambiente que has creado.

—Vaya... esto es realmente acogedor —comenta Vaggie, inhalando el suave aroma a lavanda de las velas que has dispuesto por toda la habitación.

—Quería hacer algo especial para nosotras esta noche —dices, acercándote para tomar su mano, lo que provoca que su sonrojo se intensifique. —Tengo una selección de películas, bocadillos, y lo más importante, tenemos esta noche para nosotras.

—De hecho... hay una película romántica que siempre quise ver, estaba prohibida en el cielo, lo que he oído son solamente rumores de su trama. Es un misterio por qué estaba prohibida, pero la encontré en internet tratando de recordar el nombre y pensé que podríamos verla juntas. Espero que no sea mala, jajaja —dice Vaggie, con un tono de voz que mezcla la emoción con la preocupación.

La curiosidad te pica al instante, pero decides que cualquier película es buena si significa pasar más tiempo con ella.

—Claro, cielo, podemos verla ahora si quieres —ofreces, ansiosa también por descubrir el misterio.

—No es necesario apresurarnos. Veamos tus películas primero y dejemos esa para el final —sugiere Vaggie, con una sonrisa.

—¿Segura? Me intriga saber por qué estaría prohibida en el cielo si es solo una película romántica —dices, no pudiendo ocultar tu curiosidad sobre que contendrá la película para que esta sea vetada

—Bueno, el cielo tiene sus normas, supongo —Vaggie se ríe, agarrando tu mano con más fuerza. —Veamos qué más tienes preparado para esta noche, cariño —te invita, acomodándose en tu sofá.

—Tengo de todo un poco... incluyendo una de terror, jajaja —señalas, provocando una risa nerviosa en Vaggie.

—Exacto, no hay noche de películas sin un poco de terror. Aunque, no te preocupes, estas no son tan terroríficas —mientes amablemente, deseando que se sienta cómoda.

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