Ni-ki quiere un cachorro, actualmente tiene 25, casi 26, años. Un trabajo estable, buenos ahorros, una vida tranquila.
Es feliz con eso, o eso creé, hasta que quiere un cachorro, no entiende porqué cada vez que sale al parque mira con anhelo a las m...
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-Mamá, quiero un cachorro.- el de lunares de veinticinco años suelta la bomba de repente mientras cena con su madre.
La Omega mayor mira a su hijo con los ojos abiertos, en shock por lo mencionado, no sabe cómo responder a eso exactamente.
Aunque ya debería ser algo normal, pues su hijo es un adulto echo y derecho, más bien le ha parecido raro que no le presente una pareja aún.
Aunque exactamente eso es el problema, desde la universidad, Ni-ki nunca ha tenido una pareja, ni una relación seria, ¿Como piensa tener un cachorro entonces?
-Oh,- Yeji respira profundamente antes de volver hablar, una parte de ella se emociona con la idea de tener un nieto.-p-pero, cariño, no tienes ningún alfa.
-No lo necesito. No quiero ningún alfa, solo un cachorro- respondió el de lunares como si nada mientras comía un bocado de su cena, la Omega mayor solo lo miró atónita.
-No entiendo, ¿Solo quieres un cachorro, pero no un alfa, ser madre soltero?-preguntó aún sin procesar bien la información, pero, ¿Como cuidarás de un cachorro sin ayuda de un alfa?
Yeji preguntó preocupada, ella también es madre soltera, pero no por gusto, su alfa la abandonó apenas supo que estaba embarazada, le fue muy dificil cuidar de un pequeño y trabajar, además de no haber podido terminar su universidad por su pequeño lo hizo un poco peor.
Los trabajos que pudo conseguir en aquellos tiempos habían sido pesados, largas jornadas y mala paga, pero salió poco a poco adelante y cuidó lo mejor que pudo a su cachorro. Según ella hizo un buen trabajo.
Pues su Ni-ki creció con todo su amor, no tenían mucho, pero no les faltó nada, el ahora era un estudiado con buen trabajo, la Omega mayor estaba feliz de ver que todos sus esfuerzos dieron buenos frutos.
- Tengo suficiente dinero ahorrado como para comprar las cosas para el cachorro y me duraría un par de años más, además de que me puedo dar de baja con la licencia de maternidad y trabajar desde casa cuando el embarazo esté más desarrollado.- Ni-ki era alguien muy planificador, su mente inteligente siempre estaba un paso adelante de los demás.
Ya había pensado en los pros y contras de la idea, sabía que cuidar de un cachorro no sería fácil, al menos el primer año. Pero era algo que estaba dispuesto a pasar, quería un cachorro pronto sin importar qué.
Yeji sonrió ligeramente, ella no sabía como su hijo podía ser de esa forma, alguien determinado, terco, curioso y tímido a la ves, era su cachorro y lo quería con su alma, estaba demás decir que lo amaba tal cual era.
