La venganza del bosque de Ombú

21 6 0
                                    

La Venganza del Bosque de Ombú

Parte I: La Tragedia Inicial

El bosque de ombú en Rocha es un lugar de leyendas, un rincón oscuro donde pocos se atreven a aventurarse después del anochecer. Durante generaciones, los habitantes de los pueblos cercanos cuentan historias de un fantasma vengativo que habita entre los árboles retorcidos.

En una calurosa noche de verano, un grupo de cinco amigos decidió desafiar la superstición local y acampar en el corazón del bosque. Estaban ansiosos por demostrar que los cuentos eran solo eso: cuentos. Carla, la líder del grupo, llevaba meses planeando la excursión, asegurándose de que tuvieran todo lo necesario para una aventura segura y divertida. Junto a ella estaban sus amigos: Martín, Mario, Ana y Jorge.

A medida que se adentraban en el bosque, la atmósfera cambiaba. El aire se sentía escaso y los árboles parecían susurrar entre ellos. Sin embargo, el grupo se mantenía firme en su decisión, riendo y bromeando mientras ponían las carpas y encendían una fogata.

La primera noche transcurrió sin incidentes, pero al día siguiente, comenzaron a suceder cosas extrañas. Mario, el bromista del grupo, desapareció sin dejar rastro mientras buscaba leña. Al principio, pensaron que se trataba de una broma, pero cuando encontraron su linterna abandonada, marcas de arrastre en el suelo y sangre, el miedo y un escalofrío recorrió sus cuerpos.

Parte II: La Cacería Comienza

La desaparición de Mario puso al grupo en alerta máxima. Decidieron no separarse y mantenerse juntos mientras buscaban alguna señal de su amigo. Sin embargo, el bosque parecía conspirar contra ellos. Los caminos se torcían y cambiaban, llevándolos siempre de vuelta al mismo claro. La desesperación crecía con cada hora que pasaba.

Esa noche, mientras intentaban descansar alrededor de la fogata, Jorge fue el siguiente en desaparecer. Un grito ahogado y el sonido de ramas quebrándose fueron las únicas señales de que algo horrible había sucedido. Cuando los demás se despertaron, solo encontraron una mancha de sangre en el lugar donde Jorge había estado durmiendo.

Martín, el más escéptico del grupo, comenzó a creer en las historias que siempre había despreciado. Mientras intentaban trazar un plan para escapar del bosque, la figura fantasmal de una mujer apareció entre los árboles. Sus ojos vacíos y su sonrisa torcida helaron la sangre de los tres amigos restantes.

Carla, Ana y Martín corrieron desesperados, sin rumbo fijo. El fantasma los seguía, siempre al borde de su visión, susurrando palabras incomprensibles y burlonas. Ana fue la siguiente víctima, atrapada por raíces que parecían cobrar vida, la sujetaron de sus brazos y piernas, separando su torso de sus miembros, sus gritos resonaron en la noche hasta que el silencio volvió a apoderarse del bosque.

Parte III: El Descubrimiento

Solo quedaban Carla y Martín, agotados y aterrorizados. Sabían que el tiempo se les acababa y que pronto serían las siguientes víctimas del fantasma. Fue entonces cuando Carla recordó una antigua leyenda que su abuela le había contado cuando era niña. La historia hablaba de una mujer que había sido asesinada injustamente en el bosque y cuyo espíritu solo encontraría la paz si sus huesos eran encontrados y quemados con sal y vinagre.

Convencidos de que esta era su única esperanza, Carla y Martín comenzaron a buscar frenéticamente en el bosque, a pesar de que la presencia del fantasma se hacía cada vez más intensa. Finalmente, en un claro cubierto de musgo, encontraron un montículo de piedras que parecía fuera de lugar.
Al remover las piedras, descubrieron un esqueleto humano, enterrado hace mucho tiempo.

Parte IV: La Confrontación Final

Con el fantasma acercándose, Carla y Martín trabajaron con rapidez. Recordando que tenían lo necesario, Carla sacó de su mochila la sal y el vinagre que había llevado para cocinar. Rociaron los huesos con sal y los empaparon con vinagre, los prendieron fuego mientras el fantasma gritaba y se retorcía en el aire.

El viento se levantó, formando un remolino a su alrededor. Las ramas crujían y las sombras bailaban en una macabra celebración. Con un último grito de dolor y odio, el fantasma desapareció, dejando una calma inquietante en el claro.

Carla y Martín se desplomaron, exhaustos pero aliviados. Habían sobrevivido a la pesadilla y, con suerte, liberado al bosque del espíritu vengativo que lo había atormentado durante tanto tiempo. Lentamente, encontraron el camino de regreso al borde del bosque, donde la luz del amanecer comenzaba a filtrarse entre los árboles.

Epílogo

Años después, Carla y Martín seguían siendo amigos pero ambos estaban muy lejos como para ser cercanos. Carla fue internada en una clínica especial para personas con demencia y Martin fue llevado al manicomio. Ambos lograron vivir pero fueron culpados por la desaparición de sus amigos muertos, dejados de lado y olvidados . Pero a pesar del tiempo y la terapia que ambos recibieron no fue suficiente para olvidar la muerte de sus amigos, haciendo que cada uno reviva el horror que vivieron una y otra vez en sus mentes.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 03 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Venganza del Bosque de Ombú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora