psycho boy

•| 1 ep

narra Samantha|•

Me encontraba con mis amigas Annabella y Angelica disfrutando de una hermosa tarde otoñal, el viento mecia los cabellos de todas, nos reíamos a carcajadas sentadas en una de las tantas mesas que tenía mi lugar favorito en el mundo, Starbucks

Los 3 vasos llenos de ese líquido que te calentaba la garganta llamado café acompañados de un plato lleno de Croissants esperaban ansiosos que las tres frenaremos nuestras risas

—¡es que no puedo!— dijo Annabella en un tono poco entendible, totalmente estallada de risa

nos reíamos pues mis amigas dieron un comentario que me molestó pero no pude aguantar mucho hasta sumarme a sus carcajadas, dicho comentario fue —mi hermano dice que le debes una noche— dicho por Annabella, hace un tiempo yo y su hermano nos estamos conociendo de una manera especial

— ¿cuando dejaran ese tema? — dije finjiendo estrés y tomando el vaso entre mis manos

— cuando tu y Thomas se casen — dijo Angelica tomando un croissant

la tarde siguió su curso con charlas coquetas y manchas de cafe sobre la mesa, estabamos mirando algo en el teléfono de Angélica cuando algo comenzó a vibrar en mi bolso, supe que era una llamada importante pues le habia avisado a toda a mi familia que saldría

me disculpe con mis amigas y me aleje un poco del bullicio, me apoye en una pared y mire el teléfono, era un número sin agendar

— ¿Hola? — dije apoyando el teléfono en mi oreja

—Buenas tardes, me comunico con la abogada Samantha Vanetto, ¿verdad?— dijo una voz femenina que era tan sutil que podia sentir caricias dentro de mi oido

— Asi es, soy la abogada Samantha Vanetto, ¿con quien tengo el placer? — dije con un tono tranquilizante, tratando de calmar mis nervios, era la primera vez que alguien me hablaba con respecto a mi trabajo

— Mi nombre es Gabria Cipulli, me contaron que usted hace unos meses se recibio de abogada con notas excelentes, queria solicitar sus servicios para mi hijo, Lorenzo Zurzolo— "Lorenzo Zurzolo" ese nombre lo e escuchado en algun lugar, mi memoria no daba señales de tener algun recuerdo con ese tipo

sali rapido de mi trance, tartamudeando un poco dije —¡oh, si, seguro!, digo- claro, podríamos vernos en algun lugar para que me cuente de que se trata el problema judicial de su hijo, claro, si usted lo gusta— dije con un tono seguro, tratando de transmitirle paz a aquella dulce mujer que se escuchaba preocupada por su hijo

— ¡me parece perfecto! ¿le parece mañana a las 4 de la tarde en mi casa?— dijo la mujer que estaba del otro lado del teléfono con cierto tono de felicidad y alivio en su voz, lo que me ponia un poco mas nerviosa de lo que estaba

—seria un placer, entonces quedamos asi, mañana en su casa a las 4 de la tarde, la dirección puede pasarmela por privado— dije con una sonrisa de niña buena aunque luego se borro de mi cara cuando me di cuenta que ella no podia verme

me despedí de la amable señora que me deseo una hermosa tarde, agradecí y cortó la llamada, un gritito salio de mi garganta olvidando que habia gente viendome y que no me encontraba en un lugar cerrado, algunas personas me miraron con algo de sorpresa por el grito agudo, otras me rebajaron con la mirada pero no me importo, ¡alguien se había fijado en mi y en mi trabajo!

volvi con una gran sonrisa en mi rostro donde se encontraban mis amigas, las dos me miraron intrigadas por mi rapida desaparición y el tiempo que me habia tardado en volver

—¡Sam! ¿que rayos te paso niña?— hablo la pelinegra con mucha duda en sus palabras

—abogada Samantha Vanetto para ti— dije con una sonrisa creida falsa en mi boca

—y a ti que bicho te pico— dijo Angelica mirandome

— me hablo una mujer, me dijo que le habian contado de mi y de mis buenas notas, que queria solicitar mis servicios para su hijo, creo que se llamaba...Lorenzo Zurzolo— dije muy emocionada

—¿Lorenzo Zurzolo…? ese no es el mafioso mas temido de Italia— dijo Annabella sacando su celular para buscarlo en Instagram

—no lo creo, me  llamo su madre, no creo que un mafioso sea tan infantil— dije con seguridad en mis palabras.

—si, es el, Lorenzo Zurzolo— dijo Annabella mirando su celular y mostrándole la pantalla a el par de chicas—