Lyra Black (Draco Malfoy)

Capítulo 3

Lyra Black.

Desperté algo temprano me di una rápida ducha y busque algo de ropa, suspire fastidiado al no encontrar nada interesante.

- Te puedo ayudar con unos hechizos para que hagas un lindo vestido. - Dijo dione.

Después de una larga discusión y varios estilos de vestidos me decidí por uno de tirantes suelto de la cintura, con una sudadera gris, unas lindas sandalias, para ser sincero me sentía realmente incomodo, pero en el espejo se miraba lindo, no quería hacer esto pero entre más rápido mejor, me despedí de dione y camine hacia la sala, entre a la chimenea y parti al Callejón Diagon.

- Agamos esto. - susurré.

Empecé a caminar por los locales, miraba nervioso para todos lados esperando malas caras o insultos, pero eso no pasaba, las señoras me relaganan una linda sonrisa y los señores me saludaban amablemente con la cabeza, camine más tranquilo por las tiendas mirando los locales, mire un libro de pociónes y entre a compararlo, el camino a Gringotts fue tranquilo, demasiado tranquilo, al llegar me acerqué a un duende y me hizo entrar a una oficina.

- Si gusta esperar aquí señorita Black. - Dijo el duende antes de salir.

Camine hasta el escritorio y me sente enfrente esperando el duende.

- Buenas tardes, señorita Malfoy. - saludo el duende.

- Buenas tardes. - salude.

- ¿En que puedo ayudar?. - pregunto.

- Quiero cambiar de nombre todas mis bóvedas y propiedades, cómo lo ha notado ahora soy alguien diferente. - susurré.

- Bien, no hay problema solo con una gota de sangre será suficiente. - Dijo.

- Bien. - susurré.

Mire cómo el duende escribía y sacaba pergaminos.

- Bien, solo tiene que firmar aquí, pero antes que nada, ¿que nombre llevarán las bóvedas?. - pregunto.

- Lyra Black Hale. - dije.

- Muy bien, por favor firme aquí señorita Black. - Dijo el duende.

Mire el pergamino y coloque mi firma de sangre.

- Creo que sería todo. - dijo.

- También quería poner a la venta Malfoy menor, solo que el trato se haga directo con ustedes, draco malfoy se fue lejos de Inglaterra, espero y me entienda. - dije.

- Lo entiendo señorita. - Dijo.

- Muchas gracias. - dije.

- Cualquier cosa estaremos en contacto. - Dijo.

- Espero privacidad por el asusto. - susurré.

- No tiene que preocuparse, nada sale de aquí, que tenga un lindo día. - Dijo.

- Hasta pronto. - me despedí.

Salí de Gringotts con una sonrisa, todo estaba hecho, ahora solo me faltaba conseguir un nuevo hogar, camine alegremente por las calles, después de unos minutos volví a casa.

- Esta todo listo. - susurré feliz a dione.

- Te esperan grandes cosas. - Dijo feliz.

Empecé a guardar mis pertenencias en unas cajas, solo lo importante, los anillos que me regalo mi madre, libros y algunas cosas más, mi ropa y calzado decidí donarla a un orfanato mágico, todas las cosas de mis padres, ropa, joyas, libros y papeles de mi padre fueron puestos en una bóveda, solo me quede con el collar favorito de mi madre, recorrí los pasillos de la mansión verificando que no quedará nada importante y cuando lo confirme tome mi pequeña maleta donde llevaba muy poca ropa y el retrato de dione encogido, mire la mansión por últimas vez antes de desaparecer de ahí, mi nueva vida comenzaba en estos momentos.

Llegue al Caldero Chorreante y me hospede ahí, entre a una habitación nada elegante, con un hechizo limpie el lugar, con un suspiro me acosté dispuesto a dormir un poco.
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Me desperté algo temprano, hoy buscaría una casa donde vivir, no me quedaría un día más en este horrible lugar, contacte a una persona que me mostraría unas casas, camine hacia una cafetería donde me quedé de ver con la persona.

- Hola, mucho gusto mi nombre es Sophia Wright, seré la persona en encargarme de mostrarle algunas propiedades. - Dijo amablemente.

- Hola, mucho gusto, Lyra Black. - dije.

- Oh una Black. - Dijo sorprendida.

- Si, mis padres crecieron aquí, pero se marcharon de Inglaterra antes de mi nacimiento así que quiero conocer. - dije.

- Eso es bueno, ¿y dime cómo deseas que sea tu nuevo hogar?. - pregunto.

- Bien, la quiero talvez en una colina, con un amplio patio, talvez de treo o cuarto habitación, una biblioteca, sala, cocina y comedor, moderna. - dije.

- Entendido, ¿preparada para mirar la primera?. - pregunto.

- Si. - susurré.

Aparecimos en la primer casa, que quedó desertada demasiado antigua, miramos cuanto casas más pero ninguna me convencía.

- Tengo una más, pero es de dos habitaciones, ¿quieres verla?. - pregunto.

- Si. - dije.

Aparecimos enfrente de una pequeña pero hermosa casa las paredes eran de un color celeste, era hermosa.

- Esta casa es de dos habitaciones, las dos habitaciones se encuentran en el segundo piso, en el primer piso se encuentra una biblioteca justo a la sala, comedor y cocina, cuenta con un patio trasero amplio. - Dijo.

- Me encanta. - susurré.

- ¿Desea compararla?. - pregunto.

- Si. - susurré.

- Entonces ahora mismo comenzamos con la papelería, acompáñame por favor. - Dijo.

- Gracias. - dije feliz.

- Aquí cerca esta un pueblo muggle, por si te interesa visitarlo, también viven dos familias mágicas cerca de aquí. - dijo

- ¿Qué familias?. - pregunté.

- Los Lovegood y Weasley. - Dijo.

- QUEE. - grite.

- ¿Tiene algún problema?. - pregunto preocupada por perder su venta.

Pensé un poco, no tenía porque afectarme eso, ellos no sabían quien era así que todo bien.

- No, ninguno. - dije.

- Muy bien. - Dijo feliz.

Los dos partimos a la oficina de la señora Sophia, después de hacer la papelería y hacer el pago la casa ahora era mía, me despedí y parti al Caldero Chorreante por mis cosas.

- Bien, bienvenida. - dije a dione.

Coloque su retrato en la pared de la biblioteca.

- Hermosa casa. - Dijo feliz.

- Lo se. - sonreí.

Después de guardar mis pocas cosas, di un pequeño recorrido a la casa, llame a los dos elfos, para que limpiaran muy bien todo, después de una tranquila cena decidí ir a dormir...