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 [Dark Cacao]

Exhausto.

Nunca en la vida me había sentido así de cansado. ¿Pero qué fue lo que esa galleta maldita me hizo?

Me cuestioné a mí mismo, mientras yacía en las largas y grandes escaleras que llevaban directo a la montaña.

Mi respiración era agitada, mi cuerpo pesaba, mi garganta ardía y mi estómago rugía..¿que no acabo de comer? Me levanté con las pocas fuerzas que tenía, claro, porque tener un nuevo y mejorado poder no garantizaba tener las fuerzas después de haberlo usado, algo así, ¿no?

— Camina...Camina..No dejes que nada interrumpa tu camino.

Me hablaba a mí mismo, mientras mis piernas rogaban por descanso alguno, pero no lo haría hasta volver a mi reino..

¿O tal vez a dónde deseo ir en este momento?Llegué al jardín de duraznos. No tardé mucho, ya que es visible y fuertemente oloroso para darte cuenta que vas llegando.Me acerqué a la entrada, y me quedé parado en esta, mientras observaba una escena de total soledad-no-solitaria en dicho lugar.

[Narrador]

En el jardín, aún permanecía Peach Blossom Cookie, quién se encontraba cosechando y limpiando algunos duraznos, mientras él los guardaba en una pequeña canasta de bambú y madera.

Volteó al sentir una mirada sobre él, y lo vió. Peach Blossom observó a Dark Cacao desde la distancia, mientras su cálida sonrisa suya se hacía más y más grande.

— ¿Y esta inesperada visita, señor Cacao,— Peach Blossom preguntó, acercándose a él— acompañada de una nueva apariencia ? —

Larga historia.— Contestó, sin acercarse más o dar aunque sea una sonrisa.— ¿Hubo más frutos, o es que estoy hambriento?

Peach Blossom sonrió acompañado de una risa, mientras invitaba a Dark Cacao a entrar más allá de la entrada del jardín. Una vez dentro, Peach Blossom ofreció sentarse en el suave pasto natural que llenaba todo el jardín.

—Los ruidos de la batalla fueron algo dignos de escuchar.—Peach blossom habló, sin darle contacto visual a Dark Cacao—Puede que haya sido un suceso único después de millones de años.

—¿De verdad fueron tan ruidosos?—Dark Cacao preguntó contestando—No lo esperaba, tal vez esto es algo de contar dicha leyenda.

—Tal vez, lamentablemente no hay nadie que pueda escucharlas más que yo y los Dim Sums, —Ahora, el rostro de Peach Blossom expresaba un poco de tristeza—es una pena, pero tampoco pasa nada.

Leyenda, cuento, contar, expresar..¡Su reino!

— Me tengo que ir.— Se levantó del suelo, caminando a la salida del jardín 

— ¿Tan rápido? ¿A dónde vas? — Peach Blossom lo persiguió con pasos cortos

— Necesito volver a ver a mis guerreros, a mis súbditos..Fue un gusto volvernos a ver, Peach Blossom Cookie. Nos vemos pron-

— ¡Espera! ¿Irás así?

— ¿Así cómo?

 — Mírate. Te ves bien, ¿pero no crees que también mereces un cambio de peinado. Además, ¿no te da calor?

— Uh... 

Las preguntas lo llenaban un poco de más y más preguntas. Dió media vuelta, y aceptó. No dijo nada al respecto, se veía que no quería mostrar ni un punto débil.

Peach Blossom, por su lado, estaba más feliz que alguna otra ocasión, porque sabía que eso era un sí asegurado. Dark Cacao se sentó en el pasto, de nuevo, y ahora Peach Blossom estaba parado atrás suyo. 

Lentamente, los dedos de Peach Blossom Cookie se deslizaban por los mechones de Dark Cacao cookie. Algunas veces tomando su cabello y entrelazandólo en éste. Fue un proceso que se sintió lento, pero fue rápido, a su vez, uno relajante para Dark Cacao. Unos 10 minutos después, Peach Blossom habló.

— Puede retirarse, señor Cacao. Cuídese por dónde sea que esté.

 Dark Cacao no lo volteó a ver en ningún momento, pero antes de salir, asintió con su cabeza.

— Lástima que no lo vió, espero y sea de su comodidad.

Peach Blossom finalizó hablando, y volvió a su trabajo, continuar cultivando los duraznos.

[Dark Cacao]

Tardé un poco en volver al sitio donde habíamos llegado a estas tierras de Mystic Flour Cookie. Por suerte, todos mis guerreros estaban allí.Partimos de vuelta al reino, mientras disfrutábamos un poco del silencio y que ya la niebla no era un problema. En un momento, Caramel tocó mi hombro, y al instante volteé a verla.

— Su majestad, con todo respeto, qué bien le quedan las trenzas.

¿ T r e n z a s ?

— ¿Trenzas?

—¿No lo había notado? ¡Es un hermoso detalle suyo, un nuevo usted! Aunque, no sabía que también las acompañaba de pétalos rosados.

Pétalos rosados, claro. Di una pequeña sonrisa, sin mostrar los dientes, mientras le daba un coscorrón no agresivo a Caramel

.— Sí, apuesto que es un nuevo detalle mío.

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Vuelvo a la humillación, diganle a Golchen que SE CALME, QUE NO SEA DESESPERADO.

⸝ Wishing on you ›.˖  [PeachCacao]Where stories live. Discover now