Capítulo 1

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Un grito con voz deformada sale de mi garganta al sentir el dolor al ser literalmente devorado y controlado por los minicritters quienes podía sentir moviéndose dentro de mí, destrozando mi laringe y obligándome a perseguir al Ángel de Poppy. Rogaba a cualquier dios que me estuviera escuchando que él pudiera escapar de forma segura, ya no me importaba qué pasara conmigo, a partir del quinto año esposado en esa celda me habían quitado toda esperanza de vida, pero Catnap se había negado a matarme, aunque ese fuera mi último deseo....

Un dolor sordo y caliente se deslizaba por todo mi cuerpo cada vez que esos pequeños demonios obligaban a mis únicas dos patas delanteras restantes a avanzar por el suelo escarpado y lleno de baches, pues a parte del hecho de que el suelo del Playcare estaba en condiciones deplorables (nada raro después de la hora de la alegría), mis manos no estaban adaptadas a moverse, pues Catnap me había mantenido diez malditos años encadenado en aquella celda sin siquiera poder tocar el suelo.

Por favor, por favor, por favor. Repetía en mi mente cada vez que el Ángel de Poppy se encontrara a solo una pata de distancia, quería que huyera, ya no quería más muertes, mucho menos alguna causada por mi mano, aunque no fuera yo quien lo estuviera controlando. Y parece que mis súplicas silenciosas tuvieron alguna clase de efecto, pues después de saltar un agujero demasiado profundo y ancho, el Ángel de Poppy logró llegar al ascensor industrial cerrando las puertas, haciendo que me chocara con fuerza con aquellas puertas de hierro, cayendo al fin inerte en aquel agujero, donde los minicritters finalmente decidieron dejar mi cuerpo del cual ya habían comido cada órgano de mi interior.

Aaah... ¿al fin iba a morir? Esperaba que ese fuera el caso...

En lo que creía que eran mis últimos momentos, empecé a recordar a mis amigos, aquellos que fueron asesinados y desmembrados por quien una vez consideré mí mejor amigo... La deliciosa comida saludable de Picky Piggy, los poderosos saltos de Hoppy Hopscotch, las enseñanzas de Bubba Bubaphant, los juegos de riesgo de Kickin Chicken, los dibujos de Crafty Corn, las charlas sobre el amor de Bobby y... Catnap... Mi mejor amigo... O al menos a quien creía que lo era... Recuerdo los días en los que era aquel gatito introvertido que le costaba hablar con el resto pero era tan apegado a mí, quien me ayudaba a dormir, quien me ayudaba a vigilar a los niños, quien ronroneaba ante las caricias...

Aún ahora me culpaba... Si hubiera sabido, si hubiera hecho algo, si hubiera hablado con él, tal vez esto no hubiera pasado, tal vez aun seguiríamos siendo la luna y el sol, los mejores amigos... Tal vez hubiera podido evitar "la hora de la alegría", o al menos que él se hubiera envuelto en ella... No defendía ni excusaba sus acciones, nunca podría perdonarle por todos aquellos a los que mató y todo el trauma que me causó y arraigó en mí, pero aun así... aún con todo aquello... yo quería de vuelta a mi mejor amigo... mi compañero de travesuras... Quería con todas mis fuerzas poder salvarle... pero mi momento ya había llegado...

Mis ojos perdieron el único brillo que les quedaba que demostraba que estaba vivo, mientras la vida por fin se escapaba, podía ver la luz blanca al final, ¿así sentía ir al cielo? Esperaba poder encontrarme con mis queridos amigos en el más allá...


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Me sentía pesado, mi cabeza dolía como mil demonios, ¿ya había llegado al cielo?, ¿es por eso que sentía que estaba sobre una nube? Abrí los ojos a duras penas tratando de enfocar estos para ver donde me encontraba, era tan luminoso, por haber estado tantos años en la oscuridad se me hizo difícil adaptarme de nuevo a esta luz, pero... ¿esta no era mi habitación dentro del Playcare? Estaba seguro que después de ese fatídico día había sido destruida...

Sorprendido miré hacia abajo y vi lo que creí que nunca más volvería a tener... un par de piernas. Creí que nunca más las recuperaría, no después de que los minicritters en un arranque de hambre desobedecieron a Catnap y devoraron mis piernas mientras este no estaba, el dolor sordo que sentí por horas había acabado con todas mis esperanzas de escapar de aquella celda ese día... Pero ahora podía verlas, sentirlas...

Eufórico traté de ponerme de pie, pero había olvidado cómo caminar, así que mi intento de volver a andar se vio terminado más rápido de lo que esperaba, conmigo de bruces al suelo. Pero no quería rendirme, no cuando volvía a tener la oportunidad de caminar aunque no tuviera idea de si estaba vivo o muerto, ahí fue cuando me dí cuenta...

Una línea luminosa aparecía en mi cintura cada vez que trataba de dar un paso con mis piernas, esa línea... se encontraba en el lugar justo donde los minicritters dejaron de comerse mi cuerpo, parecía una costura, pero esta solo aparecía cada vez que lograba dar un paso hacia cualquier dirección, ¿qué demonios?

Me sobresalté cuando alguien de repente abrió la puerta, haciendo que caiga de rodillas de nuevo al perder el equilibrio.

- ¿¡Dogday!? Amigo ¿estás bien? -

Aquella voz me paralizó en seguida, pues al darme la vuelta frente a mí estaba nadie más que Kickin... vivo, justo como antes de que toda la masacre pasara... No pude contener las lágrimas ni la urgencia por abrazarlo, así con la poca fuerza en mis piernas me impulsé para poder abrazarlo con fuerza, dioses lo había extrañado tanto...

- Estás vivo... e-estás vivo... -

- Wow wow, por supuesto que lo estoy DogD -

Kickin siguió tratando de consolarme mientras Hoppy también entraba después, confundida y preocupada de ver a la representación del sol y la alegría llorando a mares mientras Kickin lo abrazaba confundido y preocupado también, ambos asumieron que tuve alguna clase de pesadilla horrible para tenerme así. Por lo que se quedaron conmigo hasta que pude calmarme un poco.

- Vamos Dogday, es hora de desayunar, Picky nos está esperando -

Me alentó Hoppy a moverme para comer algo, cosa que yo hice al apenas escuchar el nombre de aquella cerdita tan alegre que siempre nos preparaba nuestras comidas, la cual creí que nunca vería de nuevo, aunque estuviera caminando raro y con dificultad al tratar de readaptarme a la sensación de tener piernas nuevamente. En el camino nos encontramos a Bobby, a quien también abracé con fuerza tratando de aguantar las lágrimas, percatándome a la vez de mi entorno. El Playcare se veía nuevo, como si nunca hubiera sido destrozado, los niños corrían sin parar entre risas que calentaron mi corazón e hicieron que mi rabo volviera a moverse de alegría sincera, algo que no sentía hace años.

- B-Bobby... ¿en qué fecha estamos? -

- ¿Mm? 7 de mayo de 1990 Dogday ¿por qué? -

- C-curiosidad... -

Cinco años, cinco años antes de la hora de la alegría... Y... Dos días antes de que Catnap llegara al Playcare... Había vuelto al pasado... No estaba muerto... Será esto ¿por mi deseo?... Yo sabía todo lo que sucedería, todo lo que Catnap sufrió desde el momento en el que llegó, sus encuentros con el prototipo... Tal vez esta vez al fin podría cambiar algo, tendría la oportunidad de salvarte Catnap...

Esta vez sí seré el líder que ustedes se merecen...

La Oportunidad del Sol (Dogday x Catnap)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora