Los pasos pesados cubrían el silencioso lugar, el ambiente era cargado como lo había sido desde los últimos 10 años, las pequeñas sabandijas se escondían o corrían despavoridas al sentir mi presencia, parecían más atemorizados de lo normal, ¿que habrán hecho esta vez? Me preguntaba mientras el sonido de mis afiladas garras retumbaba con cada paso que daba deliberadamente, pues si yo lo deseaba, podía ser tan silencioso como un muerto... Pero eso no era lo que deseaba en este momento, quería que el hereje fuera consciente de mi presencia cuando me adentré a la prisión del Playhouse, sus ojos parecían cada vez menos receptivos, así que un poco de miedo en sus facciones le haría entrar en razón.
Pero cuando llegué a su celda descuidada y ensangrentada, en vez de encontrarme con las cuencas apagadas atemorizadas del cachorro hereje me encontré con... nada. No había nada en la celda... Miré alrededor de la celda mientras mi ira crecía, las cadenas gastadas que lo sostenían habían sido arrancadas, y un rastro de sangre fresca formaba un camino fuera de la celda. Se había escapado... el maldito había escapado... él no podía hacer eso, no sin mi permiso... no podía abandonarme así...
¡ÉL ES MÍO!
Mi cabeza gritaba mientras un gruñido distorsionado y aterrador reverberó con fuerza en el lugar. Mis patas ya habían empezado a correr siguiendo el rastro de sangre y el leve aroma a vainilla casi desvanecido por los años sin la limpieza adecuada y el olor metálico de la sangre, se había metido en los tubos de la sala de juego para luego llegar a una puerta, a dónde estaba tratando de correr el can? No podía escapar de mis garras y esperar salirse con la suya, no en mi territorio, ya había sido demasiado benevolente al dejarlo vivir para que tomara la decisión correcta de unirse a la causa del Prototipo y así es como me pagaba? Cuanto descaro...
Salté sobre el tobogán y me adentré a través de las destrozadas áreas de juego acolchadas hasta llegar al abismo. ¿Creía que escondiéndose en agujeros iba a escapar de mí? Ja! Pues estaba tan malditamente equivocado... Caí hasta el fondo de pie haciendo honor a el dicho "los gatos siempre caen de pie", haciendo uso de mi visión nocturna incorporada para encontrar a Dogday, tirado en ese suelo desgarbado y descuidado, me acerqué furioso para agarrarlo pero... ¿Por qué carajo era tan liviano?...
Lo inspeccioné mientras mi semblante cambiaba con cada momento que pasaba... La ira reemplazaba fácilmente por el horror. El cuerpo de Dogday estaba casi completamente vacío... Sus órganos arrebatados a excepción de una pequeña porción de su cerebro, ahora era una jodida carcasa vacía...
Mi respiración se volvía cada vez más pesada, el aire poco a poco me empezaba a faltar, la desesperación filtrándose y reflejándose en mis ojos, la luz en estos parpadeando furiosamente...
-N-no... no no no no no no no no¡NO! NO PUEDES DEJARME DOGDAY... N-NO PUEDES... -
Mi voz volviéndose cada vez más alta mientras mis ojos ardían, lágrimas que creía era incapaz de producir corriendo por mis mejillas, un grito desgarrador abandonó mi garganta mientras me aferraba a los restos de tu cuerpo mientras mi cuerpo temblaba de forma dolorosa...
-Aún te necesito... -
Susurro apenas con un hilo de voz...
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Luego de haber castigado y hecho sufrir a aquellos pequeños demonios que tenían el atrevimiento de simular la cara de todos los herejes que maté y la tuya, me dirigí a acabar con la amenaza humana que aún se pavoneaba por mi territorio. Si este humano no hubiera llegado, MI sol aún estaría vivo, su pérdida es su maldita culpa.
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La Oportunidad del Sol (Dogday x Catnap)
Fiksi PenggemarTras años de ser encerrado, atormentado, manipulado y torturado, Dogday finalmente consigue la muerte que tanto había anhelado, culpándose hasta el final por no haber podido impedir que Catnap se convirtiera en aquel monstruo, queriendo haber podido...