No pense enamorarme de ti

Rumbo al festival

¡¡Violeta!! —Ruslana gritó sentada en uno de los escalones de la escalera de su casa. Parecía que ese fue un grito más fuerte que los otros cuatro que había emitido, porque solo obtuvo un solo "voy" como respuesta. Y spoiler: ese "voy" era más falso que un billete de seis euros porque realmente no iba. Seguía recogiendo cosas y metiéndolas en la maleta como si no hubiera tenido días y semanas de antelación para hacerla y dejar todo preparado. Pues allí estaba, haciendo esperar a su hermana Ruslana por no haber sido responsable y dejarlo todo para el último día, no, para el último segundo, milésima y todo lo inferior a eso.

—¡¡Martin se va a ir sin nosotras a este paso!! ¿Sabes? —vuelve a decir Ruslana, que pierde la paciencia. Pero al final del día, era Violeta, ¿qué se podía esperar de ella? Era muy buena, amable, comprensiva y todo lo que se pudiera querer, pero para el tiempo era malísima. Era inexplicable cómo, teniendo tiempo para hacer las cosas tranquilamente, lo dejaba todo para el último momento, haciendo esperar.

—Pues a ver, dile tú a mi maleta que se cierre porque parece que no le apetece —se queja Doña No Responsable, tumbada, tirada, literalmente sobre la maleta haciendo peso para así cerrarla, pero sin éxito.

Así que a Ruslana no le queda más remedio que levantarse del escalón en el que estaba sentada para ir a ayudarla. Sube los escalones uno a uno, atraviesa la puerta de la habitación y se para al instante. Al ver a su hermana en esa posición, no puede aguantarse la risa. Por mucho que llegaran tarde, era muy gracioso verla así, porque el gorro de su sudadera se movía al son de cuando esta se inclinaba hacia delante y hacia atrás.

La pelirroja se rindió y se levantó para mirar a la nueva integrante de lo que parecía ser un nuevo desafío: la OCMPPIDUVPT (Operación Cerrar Maleta para Poder Irse de Una Vez Por Todas).

—¿Te vas a quedar ahí mirando una eternidad o vas a venir aquí y tirarte encima de esta cosa para cerrarla?

Ruslana suspira, pues ya sabe que Violeta es Violeta, así que qué remedio. No le hace falta tumbarse encima de la maleta para cerrarla, pues solo hacía falta un poco de fuerza y arreglado.

—Bien. Ya podemos irnos. Operación Cerrar Maleta para Poder Irse de Una Vez Por Todas superada y sin tener que tirarme sobre esa cosa a la que llamas maleta, que por cierto, deberías comprarte una nueva porque la cremallera se ha partido —enseña la cremallera rota en su mano y hace un gesto de que ya se buscará otra maleta. Pero ahora mismo lo único que tienen que hacer es irse en busca del coche de Martin. Pobrecito, debe estar pensando que ha pasado algo grave y no han podido ir rápido, para partir hacia su nuevo destino: el Festival Interdisciplinario de Arte y Comunicación, organizado, como sus nombres indican, por las universidades de Arte, Comunicación y Periodismo de Barcelona, como un evento para aquellos estudiantes, una especie de feria o exposición, por llamarlo así. Durará 3 días en los que habrá galas, teatros, musicales, recitales de música y poesía, danza y muchas cosas más relacionadas con ese mundo, haciendo así la posibilidad de ser creativos y expandir el conocimiento de los alumnos. Ese era el motivo de la creación de aquel evento.

Iban con la música a tope, contando cosas que no eran escuchadas por aquellos volúmenes de música, pero bueno, ellos decidían ser felices. Cuando saltó una llamada que interrumpió el momento de cántico de Violeta y Martin con los mejores temazos de pop de todos los tiempos, como por ejemplo "Billie Jean" de Michael Jackson o "Let's Dance" de David Bowie. A Violeta pareció no importarle demasiado aquella llamada, así que cogió el teléfono conectado al coche por bluetooth y colgó la llamada.

—¡¿Pero se puede saber qué haces?! —dijo Ruslana, quitándole el teléfono de las manos y dándole un pequeño golpe en el brazo.

—¡Auuu! —exclamó la pelirroja—. ¡¿Qué haces tú?!