Capitulo 1

82 9 5
                                    


*Narra Ariana*

En el primer día del verano, me levanté a las nueve menos veinte minutos. Aún era muy temprano, así que me puse a revisar mis conversaciones en el teléfono.
Tenía un mensaje no leído de mi mejor amiga, Abby, ella y yo hemos crecido juntas y comprendía mi dolor por ser sólo la hermana Horan.
"¡Hey, Ari! Me desperté con ganas de ir al cine esta tarde... ¿te apuntas, chica?"
Sonreí.
Abby Tomlinson era una de las personas más extrovertidas que nunca había conocido. Y sin embargo; era una buena chica, razón por la que chicas, como Stephy Payne, se aprovechaban al máximo de su generoso corazón.
Decidí que ya había flojeado demasiado, así que me levanté para ir al baño que compartía con mi hermano, el cual iba saliendo con aspecto cansado.
-Buenos días, Niall, ¿cómo estuvo la fiesta anoche? -me gustaba burlarme de él, porque siempre amanecía con un humor de perros cada que tenía resaca.
-Cállate enana -replicó para luego bostezar perezosamente- ¿cómo amaneciste?
Me reí.
-Muy bien -respondí y me metí en el baño, para comenzar mi día.
-¡Oye, Ari! -oí la voz de Niall justo afuera de la puerta -. Voy a salir con los chicos en la tarde, y me gustaría que fueras con nosotros.
Me quedé congelada frente al espejo.
¿Chicos? Oh, no. Dios, no. Entre esos, seguro, estaba Z y me daba pánico tener que hablar con él.
-Amm... ¡gracias, Niall! Pero voy a salir con Abby -respondí deseando que dejara el tema por la paz.
Claro, que de quién hablamos es de Niall Testarudo Horan.
-¡Lo sé! Tommo ya habló con ella y dijo que estaba de acuerdo -replicó él como quién no quiere la cosa.
Maldita traidora, pensé para mis adentros.
-Supongo que también irán Sara y Stephy, ¿no? -por favor di que Sara sí y Stephy no, por favor, por favor.
Está bien que no quiera estar sola con Z, pero tampoco soportaría ver a la súper cariñosa de Stephy pegada a él como lepra.
-Nah, las chicas dijeron que irían de compras o algo así -respondió Niall, y yo solté el aire. Me daba lástima por Sara, pero estaba muy aliviada porque no vería la sesión erótica de Z y su novia.
-¡De acuerdo! -grité rindiéndome.
-¡Yei! Perfecto.
Esa pequeña muestra de afecto por parte de mi hermano, hizo que una sonrisa se pintara por mis labios el resto del día.
Me pasé la mayor parte de la mañana encerrada en mi cuarto. No fue la mejor idea del mundo. Sobre todo por ese despreciable espejo.
Lo único despreciable aquí, eres tú.
Me estremecí notablemente cuando vi a mi reflejo burlarse de mí.
Z jamás podría fijarse en tan poca cosa. ¡Mírate! debes estar bromeando.
Me tapé los oídos con las manos tratando de bloquear el ruido.
Y eres tan infantil. Él quiere a una mujer de verdad, tú eres sólo una tonta y patética niñita asustada y fea.
Es imposible, la voz viene de mi cabeza y no hay nada que pueda hacer para callarla.
Tienes razón.
Caminé hasta un cajón escondido debajo de la base de la cama, y de ahí tomé una cuchilla. Había tenido tres a lo largo de mi vida. Una de ellas la perdí un día que mamá estaba haciendo el aseo, supuse que le importó poco que su hija guardase objetos punzocortantes entre sus cosas, y la segunda, se oxido, por pasar demasiado tiempo escondida debajo del lavabo del baño.
Me odié profundamente mientras veía mi reflejo. ¿Por qué diablos no puedo ser bonita? Porque no lo mereces, me respondió. ¿Por qué tengo que hacer esto? Porque eres débil. ¿Por qué me siento tan bien mientras veo correr mi sangre? Porque estás loca.
Lloré amargamente por un largo rato, cediéndole la razón al espejo, nuevamente.
Soy tan malditamente cobarde, que ni siquiera puedo hacer el trabajo completo y suicidarme.
Me sacudí los pensamientos oscuros, los mandé al rincón de los niños malos, y me puse a arreglarme para esta tarde.
Me puse un short de mezclilla de tiro alto, y una de las viejas camisetas que me quedaban como tres tallas más grande, azul marino, de manga larga. Era muy grande, por lo que un hombro quedaba siempre al descubierto.
Dejé mi cabello suelto, y muy apenas pude semi controlar mis rizos dorados.
Salí de mi habitación justo cuando oí el timbre de la puerta.
Bajé corriendo las escaleras y vi a una radiante Abby enfundada en un lindo vestido azul turquesa, que realzaba su melena oscura y corta que llevaba suelta y por los hombros.
-Hola, Abbs -saludé -. Te ves increíble.
-Y yo digo que cualquiera va a caer por esas piernas de infarto tuyas -replica ella mirándome descaradamente. No puedo evitar sonrojarme.
-¿Quieres algo de la cocina? -pregunté mientras me deslizaba por mi casa.
-¡Jugo, por favor! -gritó ella en respuesta. Pero antes de que pudiera decir nada más, el timbre vuelve a sonar.
No retuve una sonrisa al ver que mi mejor amiga se daba la libertad de abrir la puerta por su cuenta. Supuse que esta era tanto su casa como la original.
No supe quién era hasta que volví con el vaso de jugo para mi Abbs, me sorprendí gratamente al ver que era Liam.
-Hola, bebé, ¿cómo está la niña más bonita del mundo? -saludó cuando me vio.
Yo solté una risita nerviosa. No lo iba a negar Liam era muy, muy guapo, pero no despertaba en mí ese curioso aleteo, que, en cambio, Z sí producía.
-Estoy bien, Liam, ¿qué haces por aquí? -contesté casual.
-Ah, nada. Pasaba por aquí y me pregunté sí quisieras ir a dar un paseo conmigo -sugirió con una sonrisa. Él era tan lindo.
-Gracias por la invitación, pero tendrá que ser otro día. Ahorita mismo voy a salir con Abby.
Él ocultó rápidamente cualquier señal de decepción pero la vi, y me hizo sentir culpable. Liam era muy amable y tierno conmigo.
-Está bien, bebé, para la próxima -respondió y se fue, después de despedirse de Abby.
Mi mejor amiga y yo salimos de la casa, cinco minutos después, no sin antes de que ella bromeara y burlara un poco de mí sobre Liam. Me limité a dejarlo pasar.
A medio camino, Abbs comenzó a retorcer los dedos nerviosamente.
-Tranquilízate, Abby, sólo vamos al cine -me burlé un poco.
-Cállate Ari, tú sabes bien cómo me pongo cuando veo a tu, demasiado, sexy para ser legal, hermano -replica ella con una sonrisa en el rostro. Y me reí. Seguía sin comprender por qué mi hermano, de entre tantas personas masculinas y atractivas del instituto, tenía que gustarle a mi mejor amiga.
Pero entonces me puse a pensar en Z.
¿Porqué de entre tantos hombres, tenía que enamorarme de uno con novia y, además, demasiado popular para mi alcance?
Bueno, parece que la nerviosa, ahora soy yo.

"Solo Mia" (Todo Puede Pasar).CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora