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el doncel abrió los ojos muy lentamente, su cuerpo dolía aun, pero no tanto como el pensaba, pues dormir en un colchón era mejor que en el piso.

cuando se sentó en la cama, se preguntaba como llego ahí, el recuerda muy bien estar en el frio piso, de hecho la marca de sangre aun estaba ahí.

la casa no tenia ruido, eso era normal ya que cuando los hombres salían a trabajar, los donceles solo se quedaban en paz, si no tenían algo que hacer podían sentarse sin ningún problema.

madre se paro del piso y fue la puerta, pero antes de poder salir, su dueño llego, el retrocedió, esperando la segunda golpiza que le hizo falta hace algunas horas.

pero su dueño, solo se quedo viendo, su cuerpo aun debería estar adolorido, pero el doncel estaba de pie.

---por que no duermes otro rato, aun es temprano.

dijo el dueño, madre se sorprendió por que le estaba hablando, en los pocos años que lleva de vida, nadie que no fuera doncel le había hablado.

---los donceles de mis hijos cocinaran toda la semana, no debes preocuparte por eso.

dijo con una sonrisa el dueño, era un sentimiento raro distinto, madre no sabía cómo sentirse.

Pero solo asintió, regreso ala cama y se acostó, su sueño fue a su lado e imitito su acción.

Era perfecto.

Pero debía ocultarlo.

No podía romper las reglas en ese lugar y ya había pasado tanto que el mundo se había olvidado de ellos y ellos ya ni lo recordaban.



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⏰ Última actualización: Oct 10 ⏰

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