CAPÍTULO 2

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Se pensaría que Louis tendría un tipo de privilegio al ser el más aclamado del Hades, contrario a lo que se suponía, al pequeño alfa le exigían un entrenamiento mucho más riguroso

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Se pensaría que Louis tendría un tipo de privilegio al ser el más aclamado del Hades, contrario a lo que se suponía, al pequeño alfa le exigían un entrenamiento mucho más riguroso. Cuando intentaba responder o defender a uno de los suyos, le aplicaban un fuerte castigo.

Louis era capaz de tolerar dolor, lo que no soportaba era ve rque  otros fueran dañados. Ahora tenía una nueva cicatriz en el brazo al intentar defender a uno de los alfas de su comarca.

El pobre chico estaba débil con una herida supurante en la pierna, estaba delgado y pálido. A pesar de todo, los soldados querían hacerlo recorrer la pista para entrenarlo y usarlo en una de las próximas peleas.

Louis salió en su defensa poniéndose al frente, ordenando con una mirada a George que llevara a Joan a curar. El soldado ríe y lo toma del brazo.

—Eres un tonto, ¿hasta cuando vas a aprender, niño idiota? —El alfa lo arrastra fuera. Louis le da una mirada indiferente. Escucha las órdenes e intenta no demostrar emoción al saber que los ejercicios fueron triplicados.

—Empecemos. —El mayor sonríe con cinismo.

—Vamos catorce… —Uno de los vigías grita viéndolo llevar en los hombros un saco que doblaba su peso.

El sudor caía por el rostro de Louis, sentía sus piernas flaquear, pero no daría gusto a nadie.

Su escuadrón miraba desde la reja, se encontraban nerviosos, si el líder fallaba todos estarían sin derecho a baño y haciendo trabajo duro.

Los integrantes de su comarca estaban siendo amenazados para que ninguno hablara. Louis debía cumplir su entrenamiento y el del compañero al que defendió.

El espeso aroma de Louis empezó a salir, el guardia tomó la barra que emitía toques eléctricos para evitar los incidentes del pasado.

Louis enfurece al sentir el pique en el costado, toma más fuerza usando el dolor para impulsarse a continuar terminando en menos de lo esperado. Todo su escuadrón suspira con admiración y alivio. Su líder había completado la tarea como siempre.

—Bien, eso es todo niño, ¿o abrirás la boca de nuevo? —El guardia espeta en su dirección dando un empujón fuerte al pequeño. Louis suspira intentando guardar la compostura.

Louis regresa con mirada cansada a donde los demás están. George y Zayn son los primeros en recibirlo.

—Bien hecho, catorce. —Los mayores felicitan haciendo que se apoye sobre ellos dando unos pasos.

Louis toma asiento en uno de los viejos sentaderos, recibe el pequeño balde con agua que Eliot le da, su rostro aún está marcado.

Ciertamente, Louis es el menor de todos, pero siente una gran responsabilidad para mantener con vida y bien a todos los miembros de su comarca.

ANARQUÍA (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora