Capítulo único

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Fic para la Kyman Week 2024

Día 3-Western

Advertencia: No beteado (aún), heridas menores, tensión emocional, mutual pining

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En otra ocasión será

Kyle maldice por lo bajo lanzándole una mirada irritada al hombre tendido a su lado.

—¡¿Podrías dejar de quejarte?! Trabajo tan rápido como puedo, Cartman, pero no me puedo concentrar con tus lloriqueos —bufa, molesto, cerrando su maletín con más fuerza de la necesaria.

—Discúlpame si mi herida de bala te molesta —responde retorciéndose nuevamente, lo que obviamente hace que la herida se mueva arrancándole un nuevo quejido—. Déjame... recordarte que es... tu culpa.

En otras circunstancias Kyle le mostraría un poco más de compasión. Demonios, incluso de tratarse de cualquier otra persona sería mucho más comprensivo y menos arisco; se había jurado que trataría a todos y cada uno de sus pacientes con tanto respeto como le fuera posible, incluso si dicho paciente fuera un forajido que lo obligara a hacerlo a punta de pistola, pero hay algo en Cartman que simplemente irrita sus nervios y saca a flote lo peor de sí. El Cazarrecompensas era vulgar, grosero e innecesariamente ruidoso.

Sabía que había sido una mala idea aceptar que fuera su escolta, pero el Alcalde no había dejado cabida a protestas, indicando que Eric Cartman era su mejor opción. O más bien no quería arriesgar la vida de alguno de sus preciados alguaciles, esperando que alguno de los dos cayera muerto en el camino.

Imbécil, piensa, pero su irritación ahora es por una razón totalmente diferente y su atención regresa al hombre.

Molesto con su comentario abre la botella a medio terminar de whisky que tiene al lado y sin previo aviso vierte una buena porción en la herida de bala, arrancándole un grito a Cartman que empieza a escupir improperios, insultando de paso toda su línea familiar. Kyle debe admitir que es bastante creativo, pero el sonrojo que se apodera de sus mejillas por su arrebato sumado al brillo en sus ojos que prometen se vengara lo llenan de una extraña satisfacción que aplasta para después.

—En teoría, estamos metidos en este lio por tu culpa —señala obligándolo a recostarse nuevamente para poder remover la bala de su hombro—. Si hubieras cerrado tu gran bocota, no tendría que estar salvando tu culo gordo en medio del desierto.

Está exagerando, obviamente. La herida por fortuna está en la parte alta del hombro, lo suficientemente limpia como para no hacerle preocupar de una posible infección y había dejado de sangrar para cuando lograron escapar del peligro. En resumen, una herida molesta, pero no mortal. Lo único que lamenta es tener que realizar esta cirugía en medio del desierto, tendidos en una sucia manta que había visto mejores días, sin tener la más mínima idea de cuanto tiempo les tomaría llegar a su destino.

—Si hubiera cerrado ''mi gran bocota'' tu estarías... —empieza a mascullar el castaño, pero deja escapar otro grito cuándo el médico introduce lo que tiene en las manos en la herida para retirar la bala. —¡Maldita sea! Avísame la próxima vez.

—No seas llorica —responde el médico, inclinándose ligeramente más hacia él para ver mejor lo que está haciendo. Debía darse pronto para aprovechar el poco tiempo de sol que le quedan—. Dios, te quejas menos cuando Lady Turner ayuda en el dispensario a tratar tus heridas —murmura alargando la mano que tiene libre a ciegas, moviéndola alrededor hasta encontrar el cuello de la botella y sin mirar se la ofrece.

Cartman no responde a su comentario, aceptando la botella y mirando a otro lado. Es diferente, piensa dándole un largo trago hasta terminar su contenido, ignorando el escozor del whisky en su garganta, pero agradeciendo mentalmente que el calor que se extiende por su cuerpo lo distrae de la molesta sensación de algo hurgando en su hombro.

En otra ocasión seráWhere stories live. Discover now