No body, No crime || WinRina (OneShot).

She Did It.

I wasn't letting up until the day she died.

...

Si cierra los ojos todavía puede ver esas caras inexpresivas con el sonido de sirenas de fondo mientras balancean la cabeza en un terrible no.

"—Lo lamento, señorita."

Minjeong necesita un par de segundos hasta que siente ese ardor en su pecho y su respiración se vuelve intranquila, mirando alerta en su habitación tratando de controlar su ataque de ansiedad.

Han sucedido un par de días luego de la terrible noticia.

A veces se ríe de sí misma en su desesperación.

La cosa es que; Yoo Jimin, su mejor amiga y más grande amor un día simplemente desapareció sin dejar rastro.
Fueron días implacables de búsqueda mientras miraba con frialdad el rostro inexpresivo de Uchinaga Aeri, la nefasta persona que se robó a Jimin de su lado, en todos los sentidos, MinJeong está convencida de que es su culpa luego de verla sonreírle a escondidas a su guardaespaldas, Ning Yizhuo.

Tiene grabado cada una de sus reacciones y sabe que Aeri es la horrible persona que lo hizo, pero claro, nadie le cree después de que la acusa y Aeri suelta un llanto lastimero mientras grita "¿cómo haría algo así? ¡La amaba!"

Y por supuesto, MinJeong quedó como una imbécil desalmada aquella noche, hace dos días para ser exactos; la noche en que recibió una llamada de los investigadores con una actualización terrible de la desapareción de Jimin.

Precisamente como sospechó. Jimin ya no se hallaba con vida, sintió su corazón romperse tan lentamente que creyó que moriría, pero no podía, no cuando notó la pequeña y casi disimulada sonrisa de Aeri cuando confirmaron que no había indicios de nada y que probablemente fue un caso aislado de un terrible psicópata.
Minjeong casi ríe, el terrible psicópata estaba a su lado firmando los papeles sobre el caso de Jimin.

Mira las nuevas llantas de la camioneta de Aeri y es cuando su búsqueda de pruebas comienza.

Su sospecha no fue solo porque odia con su ser a Uchinaga Aeri, no, todo toma lugar la última vez que habló y vio con vida a su mejor amiga, todavía repite en bucle esa conversación en su cabeza y cada vez trata de cambiar lo inevitable.

—Mi esposa me engaña.

—Jiminnie, ¿estás segura?

Jimin alejó lentamente su taza de café de sus labios y la miró con esa aura de seguridad y seriedad que produjo un escalofrío dentro de Minjeong.

—Por supuesto que lo estoy —dejó cuidadosamente la pequeña taza y sacó un papel de su bolso, extendiendolo hacia Minjeong, quien lo tomó y comenzó a leerlo—. Esas joyas están a su nombre y Minjeong, no he visto nada de eso en nuestra habitación ni en ningún otro lugar, Aeri sabe que no me gustan estas cosas— su voz sonaba cargada de resentimiento—. Sin embargo, las encontré en otro lugar, específicamente en una persona. Ning Yizhuo.

Minjeong reconoció ese nombre. Aeri al ser heredera de una franquicia tecnológica decidió contratar a una guardaespaldas con la idea de cuidar a Jimin también, pero al menos en estos últimos meses esa chica no le había protegido la espalda a Jimin en ningún momento. Incluso se fue por dos semanas con Aeri por asuntos de trabajo.

Jimin revisa cierto papeleo de la franquicia y jamás notó ningún viaje por trabajo agendado. Pero lo dejó pasar, Aeri la persuadió con una excusa sobre que era de último momento, mientras al día siguiente invitaba a una cita romántica a Jimin.

Minjeong se sintió algo intrigada mientras devolvía aquel estado de cuenta—. Que te he dicho que esa interacción era extraña —recordó. Siente que tiene un ojo para estas cosas, sabe cuando algo no es lo que parece—. ¿Piensas hacer algo al respecto?