Kim Seokjin siempre ha pensado que está demasiado viejo para muchas cosas, aunque trata de no pensar mucho en eso, le es complicado cuando se lo recuerdan, al menos, unas cuantas veces a la semana. Por esa misma razón debe guardar la compostura, es el más viejo del grupo y no puede darse el lujo de pensar como un adolescente con ganas de experimentar cosas nuevas.
En su etapa de adolescencia no tiene alguna queja, a pesar de lo estricto que puede ser Corea con los estándares que se le presenta a hombres y mujeres, esos años fueron importantes para él y no se arrepiente de nada... o bueno, tal vez de algo.
Una idea que se le cruzó en la cabeza y desde ese momento no ha querido salir, al contrario, se ha quedado fijado y cada vez es más difícil de ignorar.
Él es un hombre homosexual que está en sus treinta, pero esa curiosidad es como la de un joven con ganas de comerse al mundo.
—A veces siento que no me eres totalmente sincero, hyung.
Jeon Jungkook, su joven pareja desde hace dos años donde el menor se le declaró en un caluroso verano mientras disfrutaban su tiempo juntos en un lugar apartado de cámaras, personas y cualquiera cosa que pudiera interrumpir esa innegable confesión.
—¿De qué hablas? —Muestra un rostro visiblemente confundido, tratando de recordar si había hecho algo mal.
—Hemos estado juntos desde hace dos años. —Seokjin asiente. —Pero lo he visto en tus ojos, hay algo que no me has contado y estoy seguro que se trata de nuestra vida sexual.
Seokjin abré los ojos sorprendido, traga saliva y observa todos los rincones de la habitación tratando de no hacer contacto visual con Jungkook, pero este está con una cara seria mirándolo fijamente esperando su respuesta.
—Seokjin, dímelo. —Su tono de voz se vuelve más grave. —Si es algo que he estado haciendo mal está bien que me lo hagas saber, si es algo que quisieras intentar o tal vez alguna sugerencia para los dos.
El otro suspira y baja la cabeza derrotado, debió suponer que esto no tardaría mucho tiempo en su cabeza, sobre todo teniendo a Jeon Jungkook como pareja, ese hombre que lo conoce de pies a cabeza, sabe todo a cerca de su lenguaje corporal leyéndolo por completo, abre su mente y trata de comprenderla para adaptarse a ella.
—Es algo... es algo que me gustaría intentar. —Muerde sus labios y sigue sin verlo a los ojos. —Es asqueroso, tal vez no quieras hacerlo o me veas mal. De hecho si no quieres está bien, yo no tengo problema si no quieres intentarlo, además no es como si lo deseara tanto y-
—Dímelo, no te juzgaré y prometo que lo pensaré.
—Es... es la orina.
Su voz sale en casi un susurro, pero fue lo suficientemente audible para que el otro lo escuchara claramente.
—¿Quieres que te orine? —Su sonrisa sigue en su lindo rostro. —Pero ya lo hemos hecho cuando nos bañamos juntos... ¿quieres que lo haga más seguido?
—No es eso. —Respira hondo tomando el coraje suficiente. —Quiero beberme tu orina.
Jungkook abre sus ojos ligeramente sorprendido, ciertamente no se esperó esa respuesta y no dijo palabra alguna durante unos segundos, mismos que se le hicieron eternos al más viejo.
—¿No es peligroso eso?, quiero decir, no estoy en contra de practicarlo ahora que te imagino tragándote mi orina... ¿pero no afectará a tu salud hacerlo?
—He investigado un poco, no sería siempre. Solamente quiero que mi boca apeste a tu orina y sentir mi garganta caliente.
En este momento el menor se sorprendió bastante con el comentario del otro, algo que caracterizaba a Seokjin es ser tímido con las palabras sucias. Jungkook lo conoce, tendría que estar muy caliente para soltar algo así y de igual forma no es más que un frase corta, está muy sorprendido y excitado.
A partir de ese momento Jeon Jungkook viajó al lado más oscuro de la mente de Kim Seokjin, su curiosidad que lo ha estado atormentado desde que era un adolescente descubriendo su sexualidad y viviendo unas pocas experiencias a escondidas.
El mayor se sentía ansioso por lo que se viene, aunque una vez él trató de beber su propia orina, no fue suficiente, por no decir que no le gustó para nada, la idea de estar arrodillado y ser el retrete personal de algún buen hombre era mucho más excitante; solamente estar de rodillas y abrir la boca como una puta bebedora de orina.Nació para hacerlo.
—Abre.
Jungkook ordenó firme mientras tenía su miembro flácido afuera, el otro de rodillas con la boca abierta esperando su recompensa sin dejar de mirarlo; unos ojos brillantes que solamente esperaban ansioso.
El menor trata de concentrarse para no excitarse, había tomando bastante agua para que al menos pueda darle la mitad de un litro, toda la mañana había estado hidratándose y aguantando las ganas de orinar hasta que estuviera en ese punto donde sea imposible controlar la salida, mismo donde Seokjin tendría que beber rápido para que ninguna gota saliera fuera de su cavidad bucal. Los nervios estaban a flor de piel, las miradas no se despegaban hasta que salió la primera gota.—Tómalo todo.
Seokjin no necesitó que se lo repitieran dos veces, tan pronto el chorro de orina pasa por su boca lo traga, junta su boca un poco con la virilidad del otro para que sea más fácil tomarlo todo. Como si fuera un biberón toma cada gota, llena sus cachetes y lo pasa por su garganta para seguir así unas cuantas veces más hasta que se detiene, pero el sabor y la experiencia fue demasiado para el mayor, necesitaba un poco más, así que lame la punta y succiona ligeramente tratando de drenar las pocas gotas que quedaron. Jungkook sonríe y sin decir nada sostiene su mejilla con cariño, pasa sus dedos por esos labios gruesos que lo vuelven loco para felicitarlo.
—¿Qué te pareció? —Pregunta curioso.
—Estuvo bastante bien, creí que tal vez no me agradaría y lo dejaría hasta aquí... pero me gustó más de lo que debería. —Sus manos pasan por sus muslos, intentando ocultar su erección. —Me gustó demasiado.
Jungkook se arrodilla ante la cara de excitación de su pareja, abre sus piernas y observa bien el resultado de esta primera experiencia. Acercando su rostro respira hondo enfrente de su cara para comentar.
—Creo que si te dejó la boca bastante apestosa a mí orina, eres una verdadera puta traga orina.
Seokjin muerde sus labios ante esas palabras, le encanta que Jungkook sea así con él.
Después de esa primera experiencia más ideas han ido y venido de la cabeza del mayor con los aportes del menor, una que terminó por gustarle a los dos siendo cómplices.
—¿Puedes pasarme el vaso? —Pregunta Seokjin estirando la mano.
—Todo tuyo.
Le entrega nada más que un vaso de casi un litro de capacidad hasta el tope de lleno de un delicioso hidratante para el mayor, los ojos le brillan al verlo y sentir la temperatura cálida en su mano.
—Tómalo antes de irnos, nos están esperando los demás.
—¡Voy!
Sin más, abre ligeramente sus labios para tratar de beberlo todo sin despegarse del vaso; siente el caliente líquido bajar por su garganta y llenando sus cachetes de una forma tan excitante que si no fuera por sus planes, dejaría que el menor se lo follara ahí mismo.
Termina de drenarlo en pocos minutos para dejarlo en la mesa, dejando escapar un ligero eructo que hace reír a ambos.—Sóplame. —Ordena y Seokjin obedece. —Huele bastante, sobre todo por que no tomé tanta agua hoy. No hables mucho si no quieres que sepan lo que haces.
—Trataré, sabes que me gusta hablar con los demás.
Jungkook ríe. —En realidad te gusta la idea que seas atrapado, que los demás sepan que eres una puta traga orina, mi puta traga orina.
El mayor asiente apenado, traga un poco de su saliva contaminada y suspira ante ese delicioso recuerdo de hace unos minutos.
Le encanta esta vida.
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Golden curiosity | KookJin
FanfictionUna pequeña curiosidad por parte de Kim Seokjin lo hará experimentar su deseo más profundo, uno que nunca se atrevió a decir en voz alta... hasta ahora.