Salvando a la reina malvada

Capítulo 3

El dolor de espalda y cuello apareció en cuanto despertó, Lizbeth seguia dormida por lo cual la acomodo lo mejor posible en el sofá, hizo su rutina de baño y se arregló, anoche ninguna había cenado por lo cual debía preparar un buen desayuno para ambas, desde la cocina miraba de reojo el sofá, Lizbeth aún no despertaba incluso con el ruido de batido y cacerolas la niña dormía profundamente.

Observo su teléfono esperando tener respuesta a los cientos de mensajes que le envío a Henry sin respuesta alguna, dio un salto al ver a Lizbeth mirarla fijamente desde la puerta de la cocina.

-Permiso puedo usar tu baño

-Si querida allí hay uno- señaló el baño de la plata baja

El desayuno había sido silencioso, Regina noto lo callada que era la niña por las mañanas, comía lentamente su desayuno sin queja alguna devorando todo a su paso de forma lenta y desesperante, cuando el celular de la niña sonó está lo atendió rápidamente.

-Hola mami... ¿Cómo es la dirección de aquí?- pregunto a Regina recibiendo una respuesta lenta- Bien... Yo también

Al colgar el teléfono recibió una incómoda sonrisa de Regina la cual sabía perfectamente que terminaría su inexistente relación madre e hija.

-Esta en camino

-Esta bien

-¿Puedo tener una foto tuya?- pregunto- Mis hermanos en algún momento pregunten por ti

-Si tu madre está de acuerdo con ello por supuesto

-¿Por qué crees que mí madre no lo permitiría? Ella es asombrosa y siempre nos comprende... Asumo que temes querernos y luego perdernos pero si quieres ser parte de nuestras vidas puedes serlo

-Esa es una conversación de adultos

El momento había llegado, Regina obsevo por su enorme ventanal un elegante auto, una mujer castaña bajo, era igual a Lizbeth, su cabello largo y ondulado, ropa elegante, en el momento en el que abrió la puerta recibió una incómoda sonrisa de la joven.

-Debes ser Regina Mills- hablo con calma

Lizbeth cruzo la puerta y la abrazo con emoción recibiendo el abrazo de su madre con la misma emoción.

-Jamas vuelvas a hacer algo asi- pidió- Me preocupe demasiado cuando no estabas

-Lo siento... Conocí a mí otra mamá- comento estando aún abrazadas- ¿Podemos quedarnos un tiempo? Por favor por favor... Regina es asombrosa

-Ve al auto ¿Si? Despídete de Regina

Regina intento no sentirse mal sin éxito alguno, abrazo a la joven esperando que su último abrazo sea bien recordado.

-Cuidate querida- dijo al separarse- Sigue siendo la maravillosa niña que eres

Hope espero a que Lizbeth se subiera al auto para darse vuelta y mirar a Regina la cual se encontraba mirando al auto con lágrimas en los ojos.

-Lamento que haya aparecido así- se disculpo

-Fue una sorpresa grata criaste a una niña maravillosa

-Gracias... Ella deseaba conocerte hace mucho tiempo e intente posponerlo, no estoy segura cual sean sus deseos señorita Mills... Lily quiere pasar tiempo con usted y si el sentimento es mutuo lo permite siempre y cuando sea beneficioso para ella

-Me encararía- se apresuró a decir

-Me quédate en un hotel los niños deben descansar aquí tiene mí número

Regina sostuvo el pequeño papel, antes de que se pudiera retirar se apresuró a invitarlos a su hogar, Hope se negó pero Regina entendió, eran niños y no podían presionarlos a convivir de un día al otro.