MALDIVAS

18 0 0
                                    

IREM

<<Nuestra casa>>

Con ella todo era así, natural. Sin planear ni pensar y una parte de mi estaba asustada. Pero estaba en un punto donde no podía poner marcha atrás por mucho que me generará miedo el no saber lo que puede suceder.

- Despierta cariño.- Dije mientras acariciaba su mejilla.
- ¡Humm! Porque me despiertas, estaba teniendo un buen sueño.
- ¿Y de que iba ese sueño?
- Uno muy bueno, demasiado bueno.
- Hemos llegado.- Anuncie
-Te puedo mostrar mi sueño.- Pregunto.

No tuve tiempo de responder, fue tan rápida corriendo el asiento del auto hacia atrás y subiéndose a horcajadas sobre mi, para ser sincera estaba disfrutando del espectáculo. Mis manos se fueron a su cabello para liberarlo de ese incómodo peinado lo siguiente fue su boca dejando pequeños besos en mi hombro, sus dientes mordiendo el lóbulo de mi oreja esparciendo pequeñas mordidas por el cuello, no sé en qué momento deje de ser cuidadosa y mis manos bajaron el zipper de su vestido, con un movimiento suave quite su bra liberando sus senos, los cuales lleve a mi boca para saborearlos.

- Estoy tan caliente.- Dijo haciendo su cabeza hacia atrás.
- Dime, ¿Qué quieres que haga?
- Quítame el vestido y tómame aquí.

Su voz tan excitada me llevo a quitar su vestido hasta dejarla solo con su braga, mi dedo hacia movimientos de arriba hacia abajo por su feminidad que ya estaba húmeda ante mi tacto.

- Dime ¿Qué es lo que quieres? y voy hacer todo por ti pequeña.
-Follame.- Dijo con la respiración entrecortada.

Lo siguiente soy yo haciendo de  lado su braguita para penetrarla con dos de mis dedos, mientras mi pulgar masajeaba su clítoris.

- Muévete cariño.- Dije excitada- busca tu orgasmo y libérate.
- Ahh.. Mhh.- No pares por favor.
-Muévete más rápido, se que estás por venirte me aprietas tan delicioso.
-Sii, mira como me tienes tan caliente por ti.

Unos minutos más bastaron para que ella explotara en un dulce orgasmo.

- ¿Estás bien?.- Pregunté
- Mmm!, Ajam ..
- Deberías de tener más sueños así.
- Tonta.- Dijo golpeando mi hombro.
- Voy a ir por algo para cubrirte, no planeo que el personal de servicio vea a mi mujer.

Baje del coche en busca de algo para cubrirla, recordé que en otro auto tenía un saco.

- Ponte esto pequeña y vamos a nuestra habitación porque aún no hemos terminado.

MILAN

El gran día había llegado por fin, mi madre estaba por perder la razón en cualquier momento si algo no salía como lo había planeado, mi futura esposa había llegado pero no podía verla aún porque era de mala suerte y eso me tenía irritada.
Camine junto a mi padre hasta la entrada para el recorrido al altar.

- Cierra los ojos, es de mala suerte verse.- Dijo mi padre.
- Estoy ansiosa.- Dije de repente- Necesito verla.
- Ya se van a ver.
-  Estamos listos.-Pregunto mi hermana- Vamos a comenzar.

La canción de nuestra elección comenzó a sonar por los altavoces, mi padre me sujeto bien y comenzamos a movernos.

- No me dejes caer papá.- Dije aferrándome a su brazo.
- Jamás mi amor.

Por fin llegamos y quedamos frente a frente y ahí estaba ella perfecta en su vestido ajustado, definitivamente se veía hermosa. El juez dio inicio a la ceremonia, la gente aplaudía, nuestras madres lloraban y lo mejor es que nuestras hermanas estaban ahí, después de todo ahora sí era oficial, estábamos casadas.

Love LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora