"Los prejuicios son tan antiguos como Atenas, y tan peligrosos como un arma cargada en las manos de un borracho. Lo teníamos todo en nuestra contra y aun así decidimos arriesgarnos e intentar, ingenuas e inocentes. Nuestro amor fue tan grande como cualquier amor que podrías tener a los 16, tal vez incluso más grande que eso. Peligroso por su libertad, libre por su intensidad e intenso por su peligrosidad. Efímero como un pestañeo, pero dejando marcas que jamás podrás cubrir."
—Untitled (17.03)
El profesor ya ha empezado a hablar, pero son solo repasos, repasos que quería escuchar para estar al corriente con las cosas. Da igual, esta chica Sophia sigue mirándome en silencio y parece que está esperando mi respuesta.
—Soy nueva, me llamo Isabelle, tengo 16 ¿Son todas tus preguntas?
—No realmente, tengo más. ¿De dónde vienes? ¿Ya hiciste amigos?
—Eres bastante curiosa, ¿por qué no solo miras al pizarrón? —Sophia es curiosa y Vera es grosera, ¿cómo es que pueden ser amigas?
—Aún no he tenido oportunidad de socializar como se debe, llegué casi igual de tarde que tú. --No quiero decirle de dónde vengo, si lo hago me preguntará por qué estoy aquí y no tengo energía para contar ni para inventar cosas.
—¿Quieres ser mi amiga? Venimos en combo. Podemos agregarte si estás de acuerdo.
—Ya déjala en paz, ¿quién hace amigos así? —Vera le interrumpe, parece no tener paciencia. Me parece curioso y lo he notado de inmediato, Vera intenta no mirarme a la cara.
Reí, la escena me parece muy cómica. Esta chica Sophia es extraña en un nivel diferente, es agradable; pero creo que prefiero simplemente estar en silencio, al menos por ahora. Vine con mucha energía, pero ya se me agotó socializando contra mi voluntad. Ya estoy cansada de nuevo y me quiero ir a casa.
Oh, claro, no le di una respuesta. Desliza un papel doblado hacia mi lado de la mesa, sin quitarme la mirada de encima ¿en qué momento escribió algo siquiera? «¿Es un si?» Y en la esquina inferior un dibujo de algo que parece un cachorrito de ojos brillantes, se esmera bastante en estas cosas. Bajo estas palabras hay dos cuadraditos, 'si' y 'no' respectivamente. Le doy una mirada rápida, ella espera respuesta. De acuerdo, no creo que me haga daño aceptar su propuesta, parece inocente. Marco una X en el primer casillero y deslizo el papelito sin doblar hacia su lado, la derecha.
Ella me sonríe sin decir nada mientras me muestra su pulgar levantado en señal de aprobación y finalmente dirige su mirada hacia el frente, al parecer ahora si prestará atención a lo que dice el profesor. Tengo la costumbre de asociar a las personas con colores así que durante el resto de la clase estuve pensando en eso.
Sophia, por ejemplo, es naranja, David es verde y Vera... No estoy segura, siento que es rojo, pero también siento que es un morado muy muy oscuro. No la conozco lo suficiente aún. El resto del día transcurre con normalidad, cada profesor nos da la bienvenida, nos pide que nos presentemos y nos habla un poco sobre cómo será su materia el resto del año. El trío de vez en cuando menciona algo, pero nada muy relevante, creo.
—Y bien, ya es hora del almuerzo así que recojan sus cosas y sean libres por unos momentos.
El profesor nos despide, por fin es hora de comer. Decido explorar un poco los alrededores, creo que es mejor aprovechar esta oportunidad para familiarizarme un poco más con el lugar. Empiezo a caminar solamente, siguiendo la dirección del resto de estudiantes pues parece que todos tienen un destino de llegada en común. Me aseguro de tomar una pastilla antes de acercarme al mismo lugar que los demás.

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Untitled
RomanceIsabelle, quien en algún momento fue una adolescente enamorada, es ahora una adulta que no puede dejar de pensar en su primer amor, quien la abandonó repentinamente. Su nombre era Maia, y ella fue su todo. Como consecuencia, pasaba sus noches record...