╰﹒⌗﹒𝑩𝒆𝒅𝒓𝒐𝒐𝒎 🔞﹒౨ৎ˚₊‧ ┅ (Countryhumans Japon x all male)

˗ˏˋ ꒰ ♡ 02 - 🇷🇺 ♡ ꒱ ˎˊ˗

𓂃 ࣪˖ ִֶָ Ding Dong ! ་༘࿐

Me dí dos días de descanso, ¡el surcoreano no había sido NADA gentil conmigo! Eso sí, conseguí mis 500 dólares.

Aún tenía un ligero dolor entre las piernas, pero eso ya no importaba. Era parte del trabajo, el dolor, el sudor...

Toqué la puerta de madera de aquella casa, era mi primer cliente por página web. ¡Así es! ¡Ya es mucho más fácil encontrarme! Corea del Sur me dejó poner un código escondido en su M/V, que cuando lo pones en cualquier navegador te lleva hacia mi página.

En fin. Como ya había dicho, yo tengo que verificar que mis clientes sean confiables, tengo mis propios criterios. Uno de ellos es mostrar cara, el único problema con este cliente en específico es que es demasiado "tímido".

No hablaba mucho, y su semblante conservaba seriedad inexpresiva la mayoría del tiempo. Cómo cuando una persona te habla con sarcasmo, esa misma cara.

No tuve mucho problema con eso, solo le dije que si tenía inseguridad o algo por el estilo podía mandar al menos mitad de su rostro.

Y dios... ¡Estaba guapísimo! ¡Parecía el mismísimo afrodito! Piel blanca como la nieve, cabello blanco con las puntas azules y un tono rojizo natural en sus mejillas, ¡Ay! ¡Nomás me acuerdo y salto de la emoción!

Abrió la puerta y me encontré con él. Dos metros de altura. ¡DOS MALDITOS METROS DE ALTURA! Su cabello se veía taaan suavecito y desordenado. Usaba una sudadera oscura y tenía sus manos escondidas en los bolsillos, se me quedó viendo esperando a que yo dijera algo. Otra cosa, estaba usando una mascarilla negra que cubría su boca y parte de sus mejillas.

──Ah, ejem... Hola.

Dije tratando de actuar igual de fría que él, pero mi sincera sonrisa me delató. No pronunció ninguna palabra, y con sus congeladas manos acarició mi rostro, trazando cada parte de el, como si fuera una muñeca.

──... Entra.

Ordenó e inmediatamente entré a su casa. El cerró la puerta y me atrajo fuertemente hacia él para después dejarme acostada en el sofá.

──Por ti pagaré 500. Pero si haces exactamente lo que te diga te daré 700. Ahora guarda silencio.

Asentí con la cabeza mientras observaba cada movimiento que hacía. Él se acostó encima mío y puso sus brazos a mis lados para asegurar de que no hubiera escape. Inconscientemente comencé a temblar, aunque no de miedo exactamente.

──Te ves débil.

Murmuró antes de quitarse la mascarilla, mostrando su verdadero ser, una línea blanca, azul y roja en su cara. Este último rasgo me hizo reconocerlo a los pocos segundos.

──¿¡R-Rusia!?

──Sh... Shh... Te dije que te callaras. Sí, ¿algún problema con que el país más grande quiera sentir placer? Yo no veo alguno. Así que mantén tus pequeños, tiernos labios japoneses sellados si no quieres que a propósito te destruya por dentro.

Permanecí en silencio, aunque la idea de coger con ÉL me daba algo de miedo. Lo conocía desde hace mucho tiempo, y ver esta parte de él, tan diferente a como yo lo conocía; me daba cierto terror.