Prólogo

18 5 14
                                    


Había caído en las garras del lobo.

Todo apuntaba a que se había ido, mas la ausencia de sangre nos alentaba de que aún seguía entre nosotros.

Miedo, desesperación, tristeza, preocupación y muchos más sentimientos nos envolvían esa noche.

El silencio lo cubría todo, únicamente roto por los llantos de aún inocentes almas.

Pero una sola oveja no puede saciar el hambre de una bestia. ¿Quién será la siguiente? ¿Cuántas muertes más harán falta para que el lobo deje de cazar?

Este aterrador juego tan solo acababa de empezar.

EL AULLAR DE LAS OVEJASWhere stories live. Discover now