La invocación

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¿Hasta donde serias capaz de llegar por alguien a quien has amado más que nada y que ya no está junto a ti? Es una simple pregunta pero muy difícil de contestar. Depende de muchas cosas, como tu desesperación y es cierto a este chico de tez morena es lo único que no le faltaba, estaba desesperado por tener de vuelta a la persona que amaba, hasta tal punto que se empezó a informar sobre la invocación y quien podría traer a la vida a su quería madre.

Se había informado mucho por no decir que había sido lo único que había hecho durante un año, se pasaba leyendo y buscando información sobre rituales, aunque ya no era algo general era de uno en concreto, quería invocar a Lucifer el rey del infierno, pero ¿que costó tenía hacer un trato con el? Muy fácil su precio por su ayuda era el alma del mismo invocador, pero el joven chico no quería vender su alma después de recuperar a su madre. Tenía un plan uno sencillo pero útil tardaría un poco en conseguirlo pero no se iba a rendir iba a hacer todo lo posible para conseguir lo que se había propuesto.

Estaréis pensando: ¿Pero quien es ese chico que desea hablar de primera mano con Lucifer?. Fácil ese es Alastor un joven alto de tes morena y cabellos marrones al igual que sus ojos, es un chico de buenos modales y siempre va bien vestido y algo que era su marca personal, esa sonrisa que nunca quitaba de sus labios algunos tenían cierto miedo porque nunca habían visto otra expresión en ese chico y junto a esa sonrisa sinceramente nunca podían saber que es lo que pasaba por esa cabeza del aquel chico.

Volviendo a lo importante Alastor había decidido que ese sería el día en el que invocaria a Lucifer por lo que tenía todo preparado en su garaje había hecho cada cosa con el máximo cuidado para que quedará todo bien ahora únicamente le faltaba su sangre para invitarlo a venir ese era el ticket de entra a su mundo. No lo pensó más agarro un pequeño cuchillo que había traido de la cocina y hizo un corte a lo largo de la palma de su mano cerrando así su mano apretando un poco no iba a negar que le dolía pero no le importaba. Dejó la sangre caer en el círculo y dijo unas palabras para después las velas apagarse. Al se hecho hacia atrás mientras sostenía su mano la cual sangraba levemente.

Un humo empezó a salir por el lugar y un pequeño brillo dorado se vio después de que una figura se formara en esa extensa oscuridad.

-¿Uhm? Otro que me invoca... Para que lo hacen si luego no se atreve a pedir nada -Murmura molesto-

Alastor se quedó un poco sorprendido no era como se esperaba el chico que tenía delante de él era de tez blanca con dos círculos rosados en sus mejillas. También pudo divisar que usaba un sombrero y un bastón. Cuando volvió en el decido presentarse y ir directo diciéndole lo que quería bueno más bien le dijo lo que le interesaba, no le iba a explicar todo su plan.

-Señor Lucifer, soy Alastor un humilde servidor para usted, quería pedirle un trato muy sencillo para los dos. -Hablo mientras sonrió como habitualmente hacia-

-Explicaré porfavor, no tengo todo el tiempo del mundo -

-Yo mismo me encargaré de matar a esas almas pecadoras para que su reino crezca pero usted a cambio debe de venir una vez a la semana y estar el día al completo junto a mi, su majestad ¿le parece bien este trato? -Estiro su brazo para ver si conseguía cerrar el trato con aquel ser del infierno-

-¿Ah? ¿Y a ti en que te beneficia que yo venga contigo? -

-Solo deseo de su compañia su majestad. -

-Después de todo tu serás el que acabe viniendo a mi reino después de asesinar a las almas impuras -Estrecho su mano con Al- -Trato hecho. -

Al no evitó sonreír de forma victoriosa, la primera parte de su plan estaba lista ahora sólo necesita que todo siga el rumbo que este quería. El siguiente paso es conquistar al rey del infierno, solo jugaría con sus sentimientos no deseaba nada más de el solo aquel poder que poseía para traer a su madre a la vida.

-¿Señor se quedaría el día de hoy?-

-Hoy no, tengo mejores asuntos que estar aquí contigo, así que nos veremos otro día espero que cumplas con el trato -

Lucifer desapareció dejando ese brillo dorado en cuanto se fue alastor apretó sus puños al ver que no se quedó, no quería esperar más por comenzar aquel trato quería conseguirlo cuanto antes, quería conseguir el amor de aquel ser para traer a su madre, ¿era mucho pedir?.

Alastor subio a su casa estaba molesto pero aún tenía fe de que podía conseguir lo que quería. Se fue a su baño para poder tomar algo de vendaje para cubrir su herida mientras suspiraba levemente.

-¿¡Porque no se a quedado hoy!? Ya quería comenzar de una vez esto va a ser horrible. -

Cuando se terminó de curar la herida fue a su habitación sentándose en el borde de la cama mientras pensaba que podría hacer para enamorar a ese pequeño diablo lo más rápido posible.

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Lucifer después de haberse ido del lugar donde lo invocaron apareció en su habitación llena de patitos, se acostó en la cama mientras suspiraba.

-Espero haber dado el pego... No quería parece muy blando en ese momento, aunque no entiendo porque desea que lo vaya a ver, no entiendo de que le sirve eso. -Suspiro levemente- -No me da buena espina ese chico, no se tenía algo que no me gustaba y más por ese trato tan raro... Bueno iré un rato y me iré al final se perjudica a el.-

No pensó mucho más en eso solo se acostó mejor en la cama para poder descansar un rato mientras que pensaba en el día que tendría que ir con aquel chico.

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¡Hola! Espero les haya gustado este primer capítulo y me disculpó si hay alguna falta iré revisando para arreglarlas.

Tengan un bonito día y disfruten del del siguiente capitulo.

Nuestro Falso AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora